Lunes 27 de agosto de 2001 | ||
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Desocupación y violencia familiar van de la mano |
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El Consejo de la Mujer neuquino atiende al menos un caso por día.Más de la mitad tienen algún tipo de resolución positiva. |
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NEUQUEN (AN).- En el Consejo Provincial de la Mujer de Neuquén la realidad se palpa con crudeza. Allí llegan mujeres sin trabajo que, una vez en confianza, admiten ser víctimas de maltrato físico por parte de sus parejas. "Para nosotros hay dos claves: la buena atención y la acción inmediata; las víctimas son personas atormentadas y avergonzadas", explica la jefa del área de Mujer y Violencia, Valeria Salas. La mujer recibe en promedio una denuncia diaria. "Muchas veces son mujeres que llegan pidiendo asesoramiento o ayuda para conseguir un trabajo mediante algún plan de capacitación. Cuando empezamos a indagar se sueltan y nos cuentan sobre el maltrato al que son sometidas", agrega Marcela Gordo, jefa del área Capacitación Laboral del organismo. Valeria Salas conoce los patrones comunes de los casos de violencia familiar. De tanto hablar con las víctimas puede detectar las situaciones con una entrevista mínima. Sin embargo, a pesar de la experiencia hay cuestiones que le ponen los pelos de punta. Por ejemplo el caso de una mujer que era golpeada por su marido y que tras el abandono del hogar por parte de su pareja, comenzó a ser atacada por su hijo. "Hay casos terribles, porque nos encontramos con que la víctima no quiere denunciar en la justicia pero vuelve en forma permanente a buscar ayuda en nosotros", explicó la especialista. Salas comentó que se busca la forma de ayudar y acompañar, siempre con el objetivo final de que la justicia intervenga y resuelva el tema. Al respecto comentó que han resultado muy exitosas las experiencias en distintos barrios de esta ciudad, donde trabajan con el ojo puesto en la detección de casos de violencia familiar. Así, los martes está en el barrio Limay, el miércoles en Villa Florencia y los jueves en el destacamento policial de Don Bosco Tercero. Salas explicó que allí están trabajando con mucho éxito con los denominados policías de proximidad. Se trata de policías capacitados para establecer estrategias de relación más directa con los vecinos. Muchas veces son los propios uniformados los que detectan casos de maltrato familiar. "La intervención y la colaboración de la policía es fundamental. Hasta hace algún tiempo, las víctimas llegaban a la comisaría o el destacamento y el personal que la atendía terminaba por disuadirlas de hacer la denuncia", comentó Salas. En este sentido añadió que los encuentros informales en lugares que no se identifiquen como centros de denuncia suelen ser muy fructíferos. "En el barrio todo se sabe. Y es común que la víctima no busque ayuda en lugares donde se siente observada, en su barrio o en su lugar siempre habrá alguien que condicione la denuncia", enfatizó. Marcela Gordo advirtió que en la violencia familiar "no hay clases sociales, se trata de un problema que está instalado en toda la sociedad. En nuestro caso, tenemos más conocimiento y mayor contacto con una determinada clase social que es la que apela al Consejo de la Mujer porque no tiene acceso o desconoce otros medios". La jefa del área Capacitación Laboral explicó que un alto porcentaje de las mujeres que llega hasta su oficina sufre los dos problemas (ver aparte). Las víctimas de violencia familiar cuentan con el asesoramiento de la abogada Adriana Luna, una especialista en el tema que trabaja en relación directa con el Consejo. "Lo importante es ser ejecutivos, hay situaciones que una vez detectadas no pueden esperar. En eso la doctora Luna es muy expeditiva y además tiene colaboración de parte del juzgado de Familia", comentó Salas. El balance de su gestión es por demás positivo: más de la mitad de los casos de violencia tienen algún tipo de resolución. Salas admite que en este tema hay una suerte de cifra negra que es imposible de determinar porque son casos que no salen a la luz. "Hay que llegar con mensajes directos y ser ejecutivos y tranquilizadores con los denunciantes", cerró la especialista. En el teléfono 4483905 del Consejo de la Mujer siempre hay un oído atento. El perfil: jefa de hogar, madre, con escasa capacitación NEUQUEN (AN).- El prototipo neuquino de la mujer víctima de violencia familiar dice que se trata de una jefa de hogar, madre de tres hijos, de bajos recursos, de escasa o nula capacitación y sin antecedentes laborales. |
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