Lunes 27 de agosto de 2001 | ||
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El convenio "obligado" causa malestar en médicos |
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Les exige consentir pautas de convenios futuros, que ignoran. Si no firman, no podrán ser prestadores. |
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El "convenio de adhesión" que la Federación Médica exige firmar antes del viernes a todos los médicos de la provincia incluye "cláusulas abusivas" y constituye una virtual "espada de Damocles" para los profesionales que, si no lo suscriben, serán excluidos de la lista de prestadores del Ipross y el Pami, lo que representa perder las dos principales fuentes de trabajo. Las observaciones son varias y provocan en estos días un verdadero "estado deliberativo" en la comunidad médica rionegrina. La Federación presenta el texto invocando que tiene el objetivo de erradicar el plus, pero en realidad todos los convenios actuales prohíben el plus y, si se buscara erradicarlo, no sería necesario firmar nada más sino hacer cumplir lo vigente aplicando sanciones a los infractores. En realidad, las innovaciones del "convenio de adhesión" son tres, de las cuales las dos últimas aparecen como abusivas: - Se obliga a firmar a los médicos individualmente, eliminando a los Colegios Médicos de cada localidad como entidades gremiales de base constitutivas de la Federación. De esto resulta que cada médico adhiere a la Federación como a una "patronal" más que a una entidad gremial, pero sin ninguna de las protecciones que la legislación laboral establece para un empleado. La Federación Médica es ahora, más que una entidad gremial, parte protagónica en dos socidades anónimas: ACI -en sociedad con la Federación de Clínicas- es la titular del convenio con el Ipross y SIRSA -integrada por ambas federaciones y por Salud Pública de la provincia- es la contratante de la cápita de los 33.000 afiliados que el Pami tiene en Río Negro. Entre ambas, administran una suma que ronda los 27 millones de pesos anuales. - Al firmar, cada médico presta su acuerdo a las pautas vigentes en los convenios con Ipross y Pami pero también a los valores y métodos que en el futuro pudiera negociar la Federación con esas y cualquier otra obra social. Es decir, dan su conformidad a métodos de control, sistemas de pago, instrumentos de pago, regímenes de índices y todo otro elemento constitutivo de los convenios que todavía no han sido firmados y que, por ende, desconocen. - Los firmantes dan su conformidad para que la Federación, guiada sólo por "su criterio" los excluya unilateralmente de la lista de prestadores sin sumario previo ni derecho a defensa, sólo cuando considere que el médico ha incurrido en alguna falta, que no especifica siquiera cuál podría ser. Esto dejaría a la Federación como "dueña" de la posibilidad de un profesional de ejercer realmente su profesión, más allá de las normas sobre matrícula profesional vigentes. Hasta el momento, sólo el Colegio Médico de Catriel ha aconsejado a sus integrantes que no firmen el convenio, mientras que las adhesiones ya suscriptas ponen en evidencia la creciente cantidad de médicos asalariados de clínicas o de profesionales que temen perder su principal fuente de ingresos fijos en tiempos en que la crisis ya ha disminuido los niveles de trabajo. El secretario de la entidad de Catriel, Pedro Moschetti, expresó días atrás sus objeciones en una carta de lectores. Por otra parte, en Bariloche, el médico Fernando Martinel Ferreyra, presentó un recurso de amparo ante la Justicia que aún no ha sido resuelto. En él invoca la inconstitucionalidad y el carácter abusivo del convenio de adhesión. Los días corren y son muchos los profesionales que cruzan correos electrónicos sobre el tema, pero incluyendo también sus interrogantes sobre los gastos administrativos y los viáticos y honorarios de los gerentes de las federaciones. |
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