Domingo 26 de agosto de 2001

 

Otra polémica en Neuquén por el ingreso de ganado

 

Hubo un confuso operativo de control en la ciudad de Añelo.

  NEUQUEN (AN) - El secuestro en Añelo de una jaula con hacienda que era llevada a un campo del interior, abrió otra polémica en el marco del conflicto que se disparó tras la prohibición de ingreso de ganado en pie a la provincia, por el plan de lucha contra la fiebre aftosa. El perjudicado es un ganadero que ante la disposición del Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) presentó un recurso de amparo que tuvo resolución favorable de la justicia federal habilitándolo a transportar hacienda por caminos de la zona afectada por la medida.
El episodio ocurrió el viernes en Añelo y fue denunciado a "Río Negro" por diversas fuentes que se conectaron con periodistas de esta agencia y de Cutral Co.
En todos los casos pusieron en duda el accionar de un jefe de controles del CIPPA (Control de Ingresos Provincial de Productos Alimenticios), quien al parecer habría entrado en contradicción con una actitud de funcionarios del mismo organismo y del Senasa.
Paralelamente, volvieron a plantear cuestionamientos sobre el presuntamente irregular funcionamiento del CIPPA en cuanto al control del ingreso de los alimentos y, fundamentalmente, al destino que se le da a las mercaderías incautadas.
Estos temas, cabe señalar, fueron revelados en un informe publicado por este diario el martes pasado y, hasta el momento, no hubo aclaraciones por parte de las autoridades del organismo. (Ver aparte).
Según la denuncia, a las 11.10 del viernes, en un tramo de la ruta provincial 17 que une Añelo con Plaza Huincul, fue interceptado un camión jaula que transportaba hacienda en pie. Los animales eran llevados a campos que el propietario posee en el interior provincial.
El rodado fue demorado hasta las 19 del mismo día, horacio en que finalmente fue autorizado a seguir viaje ya que no se constató ninguna anomalía, ni en vehículo ni en la carga. La demora, que se sostiene fue injustificada, habría provocado diversos inconvenientes al propietario y el innecesario sufrimiento para los animales. El viaje se habría podido reanudar recién en la mañana de ayer.
El camión había sido controlado por personal del CIPPA y del Senasa en un puesto de control, ubicado a unos 60 kilómetros de donde fue interceptado. Como consecuencia de la verificación le habrían extendido el certificado sanitario respectivo que, se denunció, el inspector desconoció apenas unos minutos después.
Si bien el Senasa, a través de la resolución 229/01 prohibió el ingreso de ganado en pie y de carne con hueso a la zona, el dueño de la hacienda quedó exceptuado de vacunar sus animales tras el amparo que presentó a la justicia federal.
En consecuencia, también se le posibilitó ingresar animales, como fue interpretado por los inspectores posteriormente.
Una de las fuentes que hablaron con este diario y que pidió reserva de su nombre, dijo que "este fue el primer obstáculo que le presentaron, pero muy posiblemente no sea el último, como represalia a su negativa a acatar la medida que prohibe el ingreso se animales a la provincia".
La misma fuente añadió además que los mecanismos que utiliza el CIPPA para definir el destino de la mercadería incautada y determinar el monto de las multas "es arbitrario".

Controlan y decomisan

NEUQUEN (AN).- En los últimos 30 días la municipalidad de Neuquén decomisó 423 kilogramos de carne. Esto lo hizo en el contexto de una campaña iniciada por la dirección general de Control de Alimento tendiente a verificar en los comercios las condiciones sanitarias.
Los operativos se llevan a cabo en cumplimiento del compromiso asumido por la municipalidad de Neuquén con el gobierno de la provincia y el Senasa, en el marco del plan de erradicación de la fiebre aftosa.
Para llevar a cabo esta campaña se firmó un acuerdo y se asignó al municipio un rol especial para certificar el origen y las condiciones de venta de los productos.
Hasta la semana anterior, los inspectores municipales habían visitado 140 comercios de esta capital, sumando supermercados, hipermercados, carnicerías y frigoríficos.
El resultado de estos trabajo fue el decomiso de más de 420 kilogramos de carne en 11 locales comerciales.
La información, suministrada por el boletín de prensa de la comuna neuquina, no dice nada acerca del destino que tuvo la carne que fue secuestrada por los inspectores municipales.

El chofer dice que no es contrabandista

ALLEN (AA) - El chofer del camión interceptado hace dos semanas en el Dique Ballester cuando intentaba ingresar a Neuquén 25 medias reses, violentando normas del Senasa que lo prohiben expresamente a raíz de las medidas de lucha contra la aftosa, dijo:"no tengo nada que ver con este hecho y menos con los responsables de los inspectores del Control de Ingreso Provincial de Productos Alimenticios (CIPPA)".
Bajo la condición de que no se publicara su nombre, el conductor aceptó el diálogo con "Río Negro", aunque guardó silencio ante algunas preguntas y no resultó convincente en diversos puntos.
"Firmé el acta, pero no porque sea dueño de la mercadería, sino porque ahí sólo me hacían responsable de la carga hasta que ellos se pusieran de acuerdo qué se hacía con la carne", manifestó. Añadió que tampoco es suyo el camión que conducía.
Sobre este hecho "Río Negro" informó días atrás, ocasión en que se deslizaron dudas sobre el papel que asumieron el entrevistado y los responsables de los controles, en función de las sospechas de que se trató de encubrir una maniobra de contrabando de carne.
El chofer reiteró, como se plasmó en el acta de inspección, que la mercadería tenía como destino la localidad de Catriel, pero no develó el nombre del destinatario.
Ante la duda de las fechas de emisión de la autorización de transporte del Senasa -el 8 de agosto- y la del día de la incautación -el 11 del mismo mes-, dijo "debe haber sido un error de cuando se hizo el certificado", pero remarcó que "la carne había sido supervisada por el Senasa".
Sobre cómo explicaba su ingreso a Neuquén con las reses, cuando en el acta declaró que que la carne debía llevarla a Catriel, dijo que "crucé porque tenía que ir a buscar a una persona. Con esa carne sé que no podía entrar, pero pensé que como tenía el certificado del Senasa y estaba en tránsito, entraba y salía, podía pasar. Les dije que a la vuelta constataran la carga, pero me dijeron que no se podía".
En clara actitud de descargo aseguró que el conflicto se presentó entre los inspectores del Senasa y del CIPPA. "Me llevaron con custodia policial a una cámara de Plottier para descargar la carne. Creo que ellos la querían deshuesar para repartirla en comedores barriales. Pero el Senasa quería quemarla ese mismo sábado. Ellos eran los que no se ponían de acuerdo", señaló el chofer.
Y agregó: "ahora tengo problemas con el dueño del camión y con el dueño de la carne, porque la incineraron y tengo que hacerme cargo de eso, que son como seis mil pesos".
   
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