Miércoles 1 de agosto de 2001

 

Un baño para 77 alumnos y la dirección en la cocina

 

Es en el CPEM 45, en Bajada del Agrio.

  BAJADA DEL AGRIO (AZ).- La prolongada crisis producida por la falta de edificio propio que afronta el CPEM 45, en Bajada del Agrio, a unos 70 kilómetros de Zapala, motivó que los alumnos resolvieran no tomar más clases hasta tanto se resuelva el conflicto. La escuela funciona en una casa particular alquilada, que tiene un sanitario para 77 alumnos y todo el cuerpo docente. El espacio es tan reducido, que la dirección funciona en la cocina y debieron instalar un tráiler en un predio vecino para los cursos superiores. Las autoridades locales y los padres exigieron que el ministro de gobierno, Jorge Gorosito, los visite para definir una solución. Desde el año pasado les están prometiendo la construcción de un nuevo edificio, pero no hubo avances.
"Es una situación insostenible, los alumnos están hacinados y aquellos que tienen clases en el trailer sufren por las bajas temperaturas de esta época del año", indicó Amelia Barrionuevo, directora del establecimiento. El panorama oscuro tuvo su punto más álgido el lunes cuando, en una multitudinaria asamblea, los estudiantes resolvieron paralizar la actividad escolar hasta obtener alguna respuesta positiva. En esa reunión se planteó otorgar un plazo de 15 días a las autoridades provinciales para iniciar las obras de un nuevo edificio. Sin embargo los alumnos rechazaron esta alternativa asegurando que "necesitamos respuestas en forma urgente".
Las carencias en este centro son tan variadas como alarmantes. El escaso espacio físico determinó que la dirección deba funcionar en la cocina. Paralelamente sólo se dispone de un sanitario para toda la comunidad educativa por lo que, en muchas oportunidades, los docentes y alumnos deben recurrir a los baños de sus casas y las divisiones de las aulas están compuestas por simples tabiques de madera.
Con las bajas temperaturas la peor parte se la llevan los chicos que cursan en el trailer ubicado en el predio de la institución. Por este motivo en la asamblea del jueves se planteó que "los alumnos sufren el desarraigo y se crea en ellos una presión psicológica".
"Queremos que se cumplan las promesas del edificio nuevo que el propio vicegobernador hizo aquí hace un tiempo atrás", apuntó un profesor. La realidad es que la construcción debía estar en marcha a principios de año, pero nada de eso sucedió y la creciente cantidad de alumnos torna inviable el dictado de los contenidos. Para el año prevén una matrícula de 120 chicos, lo que agravaría la situación.
Ayer los estudiantes iniciaron sus medidas de protesta concurriendo a la escuela pero no tomando clases. En ese sentido se anunció que direccionarían sus esfuerzos a la confección de carteles y pancartas apoyando el reclamo.
"Nuestra realidad es muy difícil, con todos los problemas que tenemos en la escuela y sumado el complicado acceso que presenta la localidad por el mal estado de los caminos, nos sentimos olvidados", sostuvo Barrionuevo.
Las dificultades estuvieron vinculadas al CPEM 45 casi desde el momento de su creación en 1992. Surgido para dar respuestas a la comunidad, comenzó compartiendo el edificio con la escuela primaria. Roces en la convivencia y el crecimiento exponencial del número de alumnos determinó su traslado con la promesa, hasta ahora incumplida, de contar a corto plazo con un espacio físico propio.

Clases rotativas, por refacciones

CINCO SALTOS (ACS).- Dos escuelas locales donde se están realizando obras no pueden dar clases a la totalidad de las divisiones. En un establecimiento tienen una fecha de término de los trabajos y decidieron rotar el dictado de las materias teóricas, pero en otra hay incertidumbre sobre la culminación de la obra.
El CEM 95 decidió en una asamblea que los cursos vayan cuatro días por semana a clases, en jornadas rotativas, para no perder siempre las mismas materias. La rotación se cumplirá hasta fines de agosto y responde a una adaptación a los trabajos de ampliación, en el marco del plan nacional PRODYMES II, que se hacen en la escuela. Por el programa, habían recibido tecnología que se ubicó afectando tres aulas que se recuperarán cuando termine la obra.
Para el CEM 72, en cambio, no hay claridad sobre "cuándo terminarán los arreglos que se están haciendo". Lunes y martes los chicos no asistieron a clases por decisión de los padres, ya que "no hay calefacción en la planta baja ni puertas que se sacaron por las obras", dijo el director Vicente Gonzalo. Alumnos y progenitores fueron ayer al CPE donde les dijeron que "no hay plata para seguir al ritmo previsto por las nuevas medidas económicas".

   
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