"Juguete bomba" mata a una abuela en el País Vasco
El explosivo estaba en un autito abandonado en un baño.
El pequeño coche teledirigido contenía "un recipiente metálico con una cantidad de explosivo, probablemente pólvora", indicó la misma fuente.
El hecho ocurrió a la madrugada en el Barrio Viejo de San Sebastián (País Vasco), cuando la víctima mortal, María Francisca Aranzetamurgil, viajaba en un automóvil junto a sus dos nietos -el niño herido grave de 16 meses y otro, de cuatro años, que sufrió heridas leves- junto a la madre de los chicos y una tía de éstos.
El niño más pequeño sufre heridas de extrema gravedad como estallido de ambos globos oculares, fractura del hueso frontal izquierdo con salida de masa encefálica, hemorragia cerebral, múltiples lesiones postraumáticas y lesiones importantes en la mano derecha, según el parte médico emitido tras su ingreso en el hospital.
La policía regional vasca no descarta ninguna hipótesis, pero "elementos de análisis como la naturaleza y características del propio artefacto o la forma en la que éste habría sido depositado -abandonado en los servicios de un establecimiento hotelero y sin un destinatario señalado-, no apuntan en principio necesariamente hacia los sectores que en los últimos tiempos promueven la violencia y el terrorismo en Euskadi", añade el comunicado.
Contrariamente a algunos medios, las autoridades vascas y la policía evitaron atribuir esta explosión a la organización separatista vasca ETA, debido al inhabitual método empleado.
El juguete y un muñeco habían sido hallados el sábado pasado en los baños de un bar que manejan los padres de los niños y estos se quedaron con los juguetes después de que nadie los reclamara.
El Departamento de Interior vasco precisó que están abiertas "todas las líneas de investigación" para localizar a los autores de este "hecho criminal".
Los especialistas han determinado que el juguete tenía un sistema dispuesto para activarse y provocar una pequeña explosión en el momento en el que se encendiera su interruptor.
Fuentes de la investigación informaron a la agencia española EFE que el juguete era más chico que un celular y tras la explosión quedó completamente destruido y dividido en pequeños fragmentos que analizan los expertos de la Ertzaintza (policía autonómica vasca).
Aparentemente, el explosivo era pólvora prensada. La abuela del niño murió, al parecer, desangrada después de que un fragmento del coche de juguete le seccionara la arteria carótida.
Dudan de que sea ETA
Las autoridades españolas tienen muchas dudas de que el ataque de ayer sea obra del grupo separatista vasco ETA.
Al principio, las fuerzas de seguridad atribuyeron a ETA el incidente, ocurrido en la parte antigua de San Sebastián.
La explosión coincidió con la reunión en Madrid del viceconsejero vasco del Interior, Mikel Legarda, y el número dos de este mismo ministerio en Madrid, Pedro Morenés, para trabajar en la cooperación contra ETA y analizar los datos de la explosión del coche bomba que estalló el sábado en Salou.
Sin embargo, el tipo de bomba (un artefacto de pólvora escondido en el sistema de control remoto del autito) y la forma en que fue dejado abandonado el juguete -lo que no permite precisar el objetivo del ataque- no apunta hacia los grupos que impulsan la violencia en el País Vasco, explicó el documento del gobierno.
"Todas las líneas de investigación siguen abiertas", afirmó el comunicado.
El automóvil a bordo del cual se produjo la explosión está registrado a nombre del marido de la fallecida, sin que conste que sea una persona amenazada por ETA. (EFE/Reuters)
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