Viernes 10 de agosto de 2001 | ||
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Esquivando el bulto |
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Por Carlos Torrengo |
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Bautista Mendioroz no tiene ninguna afinidad con Montoneros. Pero a la hora de fustigar a Julio Arriaga, deslinda toda responsabilidad de Pablo Verani en la construcción y proyección de mucho del poder del intendente cipoleño hacia adentro y fuera del radicalismo. Apelemos a la historia: parte de los sangrientos "73 y "74 los "montos" se lo pasaron chillando que Juan Perón estaba rodeado por una banda que lideraba José López Rega. Acto seguido, esa banda impedía la mentada liberación nacional que ellos alentaban. No, Perón no estaba rodeado. Tampoco era socialista. Perón tenía a López Rega a su lado porque, en función de sus intereses, le era más afín que los "montos". Pero Montoneros, obcecado, satanizaba a López Rega. Cuando se dieron cuenta de que en la lucha por el poder el problema no era López Rega sino Perón, ya era tarde. Los matarifes de la Triple A los cazaban y asesinaban desde adentro del gobierno de Perón. Reiteramos, Mendioroz no es "monto". Verani no es Perón. Arriaga no es López Rega. A diferencia de aquéllos, estos rionegrinos no son asesinos y sí son más democráticos que el general, que el amanuense del general y que el grueso de los seguidores de Firmenich de aquel tiempo. Y esto es así aun admitiendo los excesos de autoritarismo que marcan la carrera política del gobernador. Pero el razonamiento de Mendioroz al calificar políticamente a Arriaga se nutre de la misma lógica que el de los "montos": lo cuestiona deslindando que mucho de lo que hace en ese terreno el intendente tiene el visto bueno de Verani y su todopoderoso ministro Daniel Sartor. O sea, Arriaga es Satán. Pero Verani no le dio fuego. |
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