Jueves 9 de agosto de 2001
 

Brasil: admiten el espionaje político

 

El Ejército brasileño reconoció ayer que realiza labores de inteligencia a grupos como los "Sin Tierra", aunque agregó que en ningún momento violó los derechos de las personas o grupos. La actividad política del Ejército fue denunciada por un informe de prensa, que causó revuelo en círculos políticos brasileños.

  BRASILIA (ANSA) - El ejército brasileño rompió un silencio de cinco días y admitió que realiza tareas de inteligencia interna, pero aseguró que cumple estas actividades de espionaje "sin ofensas a derechos de ninguna naturaleza".
El ejército también prometió en un comunicado "investigar eventuales transgresiones y adoptar las imprescindibles correcciones".
En cuanto al Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), el ejército aclaró que considera "fuerzas adversas a los miembros que, abrigados por ese movimiento, actúan, de forma flagrante, al margen de la ley y el orden, invadiendo predios y obstruyendo carreteras y puentes".
El comunicado del ejército se conoció tras la información publicada por el diario Folha de San Pablo, que el jueves pasado reveló que documentos secretos del ejército de septiembre de 1997 admitían que, para garantizar el orden interno, "a veces es necesario perjudicar los derechos de los ciudadanos". En el texto, que fue aprobado por el ministro de Defensa, Geraldo Quintao, el ejército señaló que la Constitución le permite realizar tareas de inteligencia interna para garantizar "la vigencia de los poderes del Estado y, por iniciativa de cualquiera de ellos, la ley y el orden".
"Así ocurrió, por ejemplo, cuando el ejército fue llamado a garantizar el orden público entre marzo y noviembre de 1998, en la región de Parauapebas, en el nordestino estado de Pará, por la acción insensata de miembros del movimiento de los sin tierra", agregó.
El Movimiento de los Sin Tierra fue creado en 1984 y su principal bandera es la reforma agraria.
La nota del ejército, firmada por el general Luiz Cesario da Silveira Filho, jefe del Centro de Comunicación Social, sostuvo que en 1994, cuando comenzó el gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso, esa fuerza inició un proceso de modernización de sus tareas de inteligencia.
"De aquí que sea sorprendente encontrar en documentos de adiestramiento de fechas pasadas citaciones como "perjudicar los derechos de los ciudadanos" o "eliminar al oponente", que ya no constan en los documentos actuales", señaló el ejército.
En los documentos revelados por Folha, el Ejército definía como "fuerzas adversas" a los campesinos Sin Tierra, a quienes equiparaba con el crimen organizado y el narcotráfico, que "pueden ser repelidos y/o eliminados". En réplica, el ejército señaló que, mientras en relación a los "enemigos", es decir, los "mentores de una amenaza externa, el objetivo es neutralizarlos, es otra la conducta en relación a las fuerzas adversas", que no especifica.

Podrán sustituir a la policía en casos de huelga

BRASILIA (ANSA) - El gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso anunció ayer una serie de drásticas medidas para terminar con los graves problemas de seguridad en Brasil dado que la policía se declaró en huelga, y autorizó su reemplazo, en forma excepcional, por las Fuerzas Armadas.
El ministro de Justicia, Jorge Gregori, hizo el anuncio luego de finalizada una reunión con el presidente Cardoso y con el ministro de Defensa, Geraldo Quintao. Las Fuerzas Armadas, explicó Gregori, tienen la misión expresada en la Constitución de defender a la patria y garantizar el orden constitucional, sobre todo en casos de conmoción nacional.
Las reiteradas huelgas policiales han generado una situación de conmoción y las Fuerzas Armadas debieron actuar en casos muy recientes, como las sublevaciones policiales de Tocantinas y Bahía, recordó.
El decreto presidencial unifica al mismo tiempo a las policías militar y civil, que hasta ayer actuaban separadamente y con distintas jerarquías. Sin necesidad de ninguna enmienda excepcional, el gobierno puede pedir a las Fuerzas Armadas que "desempeñen un papel de seguridad pública". En las sublevaciones policiales de Tocantinas y Bahía, la policía no fue capaz de garantizar el orden y las Fuerzas Armadas tuvieron que asumir esa responsabilidad, reiteró el funcionario.

     
     
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