Domingo 5 de agosto de 2001

 

Piqueteros, nuevos interlocutores políticos

 

Los cortes de ruta comenzaron como una forma de reclamo inorgánica. Hoy, con un promedio de dos piquetes diarios, y una estructura orgánica, parecen el mejor reflejo de la situación social.

  Este martes y miércoles, las organizaciones piqueteras pondrán en juego buena parte de su credibilidad. Luego de la jornada nacional de cortes de ruta del martes pasado, que no tuvo la convocatoria esperada por los líderes, volverán a intentar demostrar su poder de movilización.
A pesar de que fueron interrumpidas 145 rutas en todo el país (según una estadística del Centro de Estudios Nueva Mayoría), los piquetes estuvieron lejos de reunir a los 100.000 participantes que esperaban los organizadores. Si bien es cierto que también fueron mucho más que los 10.000 piqueteros que reconoció el gobierno, lo concreto es que esta novedosa metodología de protesta, efectuada por afuera de las estructuras sindicales y partidarias, todavía no encontró el cause justo para obtener apoyo social más allá de los sectores involucrados: los desocupados.
Hugo Moyano, titular de la CGT rebelde, lo reconoce: "Los desocupados no tienen personería gremial, pero representan un sector importante de la sociedad. Habría que aunar esas voluntades para fortalecer más el reclamo".
Según una encuesta de Gallup, el 62 % o de los consultados desaprobó el método del piquete como forma de queja.
"Esa encuesta la hicieron entre la clase media, seguramente por teléfono, así que no representa el real abanico social del país. Acá hay 14 millones de pobres y dos millones y medio de desocupados que nos apoyan", se defiende Luis D"Elía, jefe de la corriente piquetera Federación Tierra y Vivienda.

Desocupados en lucha

Aunque los cortes de ruta existen como metodología de protesta desde hace casi una década, el término "piquetero" se acuño en Cutral-Co, en 1996, para denominar a los desocupados que cortaban la ruta 22. Aquel piquete, recordado como un acto heroico inaugural por los neo-piqueteros, develó que la toma de una ruta podía ser muy molesta y, por eso, efectiva como forma de expresar las demandas. Tanto fue así que esos episodios -donde murió Teresa Rodríguez alcanzada por una bala policial- les dio a los desocupados un resultado final positivo: el gobierno neuquino se comprometió a generar trabajo mediante un plan de obras públicas y el gobierno nacional repartió cientos de planes Trabajar. "Cuando los indigentes descubrieron que todavía les quedaba una forma de quejarse, de imponer algunas condiciones, de ser escuchados, se lanzaron a las calles. Para hacer paros y huelgas hace falta trabajar, pero esta gente no tiene trabajo", señala Héctor Recalde, abogado de la CGT rebelde.
Víctor Abramovich, director del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) coincide: "Los piquetes se corresponden con estos tiempos. Con este modelo, ¿a quién le van a hacer huelga los desocupados?".
Rosendo Fraga, titular de Nueva Mayoría, cree que "ya no se lucha por mejorar el salario, sino por tener, al menos, un salario". Con una desocupación récord del 16,7 %, la Argentina vive un nuevo fenómeno social. "Desde el punto de vista político, el movimiento de los piqueteros pareciera evolucionar hacia un movimiento de protesta social insurgente al estilo del zapatismo en México o de los "sin tierra" en Brasil", anuncia Fraga.
Sin embargo, más allá de que hasta aquí sus demandas fueron elementales, hoy los piqueteros ya no sólo piden alimentos y trabajo (o Planes Trabajar, en su defecto), sino que sumaron nuevos reclamos, como el cambio del modelo económico o la cancelación del ajuste.
"El proceso es natural. Al comienzo se trataba de lúmpenes, de desplazados absolutos, que se veían por televisión desde algún pueblo lejano. Luego comenzaron a preocupar, y a asustar a la clase media. Ahora son vistos como el aluvión zoológico", describe el sociólogo Christian Ferrer.
Enrique Martínez, secretario de Pymes, dice que "los gobiernos tienen a compartir una visión: los piqueteros constituyen un problema si cortan la ruta, no si se mueren de hambre. Por eso todo se define en términos policiales".
Per algo está cambiando. Los piquetes comienzan a obtener cierta legitimidad política, a pesar de que aún son ilegales, judicialmente hablando. El gobierno nacional hasta los recibió en la Casa Rosada, reconociéndolos como nuevos interlocutores; y sus líderes son convocados a la TV . En vista del crecimiento de su convocatoria, muchos han intentado llevar esas aguas para su molino. Partidos políticos de izquierda o de derecha, y representaciones sindicales, quieren encausar dicha masa crítica y convertirla en fuerza de choque. Por el momento, los jefes piqueteros logran mantener su autonomía. En el primer encuentro nacional de piqueteros, realizado hace quince días, Moyano fue abucheado.
Ahora, el desafío de los piqueteros es cómo resistir la conformación orgánica del movimiento sin desgastar su fibra natural: cierta espontaneidad social. A la vez, intentará acrecentar su base de apoyo. Juan Carlos Alderete, anunció que para este martes organizarán un "cacerolazo", con el objetivo de incorporar a la protesta a sectores de la clase media que no acuerdan con la metodología de los cortes. (ABA)

Luis D"Elía: "Ahora estamos a la ofensiva"

Luis D"Elia, dirigente de la corriente Federación Tierra y Vivienda y militante frepasista, es uno de los líderes más importantes del movimiento piquetero, fue consultado por este diario.
- ¿No temen que esta suerte de estructura orgánica que está asumiendo el movimiento termine burocratizando y diluyendo la fuerza de los piqueteros?
- No, al contrario. La organización nos confiere mayor responsabilidad y más efectividad en los reclamos. La nacionalización le está dando más fuerza al movimiento, y nos puso en una situación de ofensiva. Ahora estamos a la ofensiva... antes apenas éramos un grupo que defendíamos algunas cosas. Ahora estamos pasándole por encima al gobierno, que pretende pararnos con argumentos sin ninguna base sólida.
- Pero al principio, hace un par de años, parecían actos más espontáneos...
- Los piquetes nunca fueron espontáneos. Lo que sí hubo fue un desplazamiento de la clase obrera, que se mudó de las fábricas, cuando cerraron, a las esquinas del barrio. Y ese es el nuevo lugar de articulación de las protestas sociales: los barrios. Por eso, los piquetes son organizaciones barriales. Y como tal tienen intencionalidad política y dirigentes.
- ¿Cómo surgen esos dirigentes? ¿Quién los elige?
- Surgen de la democracia directa, es una elección de hecho, en el barrio, en el pueblo.
- ¿Teme que las organizaciones sindicales terminen absorbiendo a los piqueteros?
- No, no tengo ese miedo, porque nosotros pertenecemos a estructuras sindicales. La mayoría respondemos a la CTA, y respetamos a todos los compañeros sindicalistas. No te tenemos miedo a los sindicatos (ABA).

     
     
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