Sábado 4 de agosto de 2001

 

El acuerdo hace pensar a la UCR

 

El pacto entre Verani y Massaccesi comienza a ser analizado por distintos planos del partido. Se sostiene que se forjó a partir de necesidades electorales que se marca el gobernador. Se estima que las coincidencias alientan al ex mandatario a reinsertarse en el radicalismo. Incertidumbre sobre "adónde terminará esto".

  Donde fuego hubo cenizas quedan.
Esta clásica conclusión sobre las volteretas que suele tener el destino de las relaciones humanas, sirvió ayer en distintos planos de la política rionegrina para explicar el acuerdo político y económico pactado entre el gobernador Pablo Verani y su antecesor Horacio Massaccesi.
Como se sabe, el acuerdo se forjó algo más de una semana atrás en la Capital federal. Y desgranó sorpresa sobre el radicalismo porque tras haber sido socios en política durante años, habían llegado a este presente profesándose un desprecio excluyente.
Para Massaccesi, Verani es la punta de lanza de un proyecto geopolítico destinado a lograr la hegemonía de Roca en el conjunto del sistema de decisiones de la provincia.
Y Verani - desligándose de toda responsabilidad en en el tema -, acusa a Massaccesi de haber arruinado financieramente a la provincia durante su gestión como gobernador.
El acuerdo se vertebra vía dos compromisos. Uno: el gobierno canalizará publicidad oficial a los dos diarios propiedad de Massaccesi. Dos: como contrapartida, la política editorial de éste no será un escollo para la proyección del intendente de Cipolletti Julio Arriaga, predilecto del mandatario para sucederlo en la gobernación en el 2003.
En medios radicales serpentea además, con fuerte convicción, que el acuerdo también computa un respaldo moderado de Verani a las expectativas de Massaccesi de ser intendente de Viedma en el 2003.
Cabe consignar que el arquitecto del acuerdo fue el ministro de Acción Social Daniel Sartor. Mano derecha de Verani en el manejo del poder, Sartor funge con el mandatario a modo de las anclas más firmes que tiene Arriaga - líder del Frente Grande -, en el radicalismo. Y no disimula su aspiración a ser el vicegobernador de un eventual mandato de Arriaga.
Se cumpliría así un sueño largamente acariciado por Verani: la integración de una fórmula vertebrada por hombres de las dos ciudades con mayor gravitación en el Alto Valle: Cipolletti y Roca.
Fórmula que se le escapó en la primavera del "94, cuando siendo candidato electo a gobernador, eligió al entonces jefe comunal de Cipolletti Jorge Ocampos como su vice.
Pero un domingo de viento fiero, sin su presencia, Massaccesi, entonces gobernador y líder sin cuestionamiento en el frente radical, se lo bajó de un plumazo.
Volvamos al acuerdo. Su concreción generó variadas interpretaciones en la extensa geografía del radicalismo provincial. Veamos.
* Un amplio sector de la dirigencia interpreta que responde a una necesidad electoral muy exigente que se impuso Verani: que Río Negro se convierta en las elecciones de octubre en la provincia donde la Alianza obtenga su mejor triunfo. Para Verani, esto implica una ratificación de su gravitación política cuando su mandato transita por los dos últimos años en el poder.
* En función de ese objetivo necesita que nada melle en lo posible - la prensa por caso-, el poder de Arriaga en Cipolletti. Junto con Roca, son dos de las cuatro ciudades electoralmente más importantes de la provincia, los puntos en los que la Alianza tiene garantizado su triunfo. Sin embargo, este requerimiento de Verani computa que hace algo más de un mes, el arriaguismo se impuso con comodidad en Cipolletti, en elecciones para convencionales y concejales, con el 53% de los votos. Porcentaje que aunque envidiable para cualquier partido, no dejó sin embargo muy satisfecho al arriaguismo, seguro de ganar por 20 puntos más.
* Se sostiene además en medios radicales que al acordar con Massaccesi, Verani retroalimenta la expectativas del ex gobernador de reinsertarse en el radicalismo rionegrino.
Como se sabe, el ex mandatario fue expulsado del partido por respaldar en el "99, a la DC en las elecciones comunales de Viedma.
* El acuerdo descolocó al sector más moderado del todopoderoso veranismo. Lo hizo desde la incertidumbre que emana - como lo confesó ayer un importante diputado del sector -, "de tener en claro cómo surgió el acuerdo, pero de no saber dónde terminará, como tampoco de cuánto nos puede pedir Pablo en función de cohesionar al partido detrás de los compromisos políticos que el tejió".
En fin, como se ve, radicales con el aliento contenido.
     
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación