Viernes 3 de agosto de 2001

 

Sombrío panorama económico para América Latina

 

La Cepal redujo el pronóstico de crecimiento del 2 al 4% y advirtió que la situación podría empeorar si EE. UU. sigue estancado.

  Santiago de Chile (dpa) - La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) entregó ayer un negro panorama económico para este año en la región, con un crecimiento de apenas un 2%, la mitad de lo alcanzado en el 2000 (un 4%), debido "a que las condiciones externas e internas han sido menos favorables que las previstas originalmente".
El informe, presentado en Santiago de Chile por el secretario ejecutivo de la CEPAL, el colombiano José Antonio Ocampo, advirtió que este escenario podría ser aún más adverso "si no hay un claro quiebre en las tendencias (negativas) de la economía mundial".
Esta baja tasa de crecimiento irá acompañada de un aumento del déficit fiscal, que se ubicaría en un 3% del Producto Interno Bruto (PIB), y de una nueva reducción de la inflación, la cual llegaría en promedio a 7,5% en 2001, pronosticó la CEPAL.
Según los analistas de la Comisión, la disminución del crecimiento "es particularmente frustrante, ya que a comienzos del año pasado daba la impresión de que las economías de la región estaban iniciando un nuevo ciclo expansivo, después de la recesión de 1999".
En el plano nacional, las dos mayores economías regionales, Brasil y México, han sufrido una importante disminución de sus tasas de crecimiento durante 2001. Lo mismo ha sucedido con República Dominicana, la economía con mayor dinamismo en los últimos años.
En tanto, los países que enfrentan las mayores dificultades son Argentina, Perú y Uruguay, cuyo crecimiento probablemente será nulo, o incluso negativo. Ecuador, por su parte, registrará la tasa más alta de incremento del PIB de la región, aunque no logrará restablecer los niveles de actividad económica de 1998.
El informe prevé igualmente que el desempleo permanecerá cerca del 8,5%, mientras que el déficit en cuenta corriente llegará al 3% del PIB regional (unos 58.000 millones de dólares).
La CEPAL subrayó que este año la región latinoamericana y caribeña sentirá los efectos de la desaceleración del crecimiento mundial, encabezada por una menor expansión de Estados Unidos, Europa, los países asiáticos en desarrollo y las dificultades de la economía de Japón.
A esto se agregan factores internos, en especial la debilidad de la demanda interna y del crédito en varios países, los problemas de abastecimiento de energía eléctrica en Brasil y las dificultades políticas en algunas naciones.
La CEPAL destacó que "la marcada desaceleración del comercio mundial ha repercutido en las economías de América Latina y el Caribe tanto en un menor crecimiento de las exportaciones como en menores precios de las materias primas. Los déficit comercial y en cuenta corriente se incrementarán debido a que las importaciones siguen aumentando de manera relativamente acelerada en varios países, aunque se prevé que en el segundo semestre de 2001 se produzca una desaceleración de éstas".
Asimismo, la alta valorización cambiaria del dólar estadounidense en relación a otras monedas ha mermado el tipo de cambio efectivo real promedio del conjunto de la región, con la consiguiente reducción de su competitividad. En el ámbito regional, la crisis en Argentina generó una corriente devaluatoria en el sur del continente, que afectó a las divisas de Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay.
Por otra parte, la región continúa enfrentando problemas asociados a la disponibilidad inestable y al alto costo del financiamiento de la deuda externa. En su conjunto, los ingresos de capitales a América Latina ascenderían a unos 60.000 millones de dólares en 2001, similar al promedio de 1998-2000.

"Argentina pagará la deuda y no devaluará"

SANTIAGO (Reuters).- Argentina no declarará una moratoria de los pagos de su deuda ni devaluará su moneda, atada por ley al dólar estadounidense, aseguró ayer la Cepal.
"Las autoridades desde el punto de vista fiscal están tomando todas las medidas para que no ocurra una cesación de pagos y no existe razón para que ocurra una moratoria", dijo José Antonio Ocampo, secretario ejecutivo del organismo.
Argentina atraviesa una compleja situación financiera y política, que ha originado fuertes preocupaciones en los mercados de deuda emergente y de América Latina, donde muchos temen un inminente abandono de la paridad entre el peso y el dólar y el incumplimiento en el pago de su abultada deuda externa.
La desconfianza, que mantiene en vilo especialmente a los mercados cambiarios de Chile y Brasil, no ha disminuído pese a que el presidente Fernando de la Rúa, consiguió apoyo para su severo plan de ajuste fiscal.
El plan de "déficit cero" en las cuentas fiscales, se suma a varias iniciativas de salvataje económico emprendidas por el gobierno, frente al estancamiento en que se encuentra sumido el país desde hace tres años. "Las autoridades económicas han adoptado con rigor las medidas necesarias para mantener el régimen de convertibilidad con un respaldo claro de los partidos políticos al gobierno", dijo Ocampo. "Parece claro que los mercados están sobreestimando por amplio margen los riesgos que ofrece la economía argentina y espero una corrección de esa tendencia", agregó
La Cepal proyectó una contracción de 1,0% en la economía de Argentina este año, frente a un crecimiento regional de 2,0%.
Sin embargo, esas estimaciones están hechas sobre el supuesto de una recuperación de la economía estadounidense en el segundo semestre y una mejoría en el panorama de Argentina. Aunque la Cepal desestimó un contagio de la crisis de confianza de Argentina a toda la región, reconoció que los países con libre flotación cambiaria han sufrido el impacto de la especulación contra sus monedas. Brasil y Chile han sido los más golpeados.
"La libre flotación, como mecanismo de acomodo a los cambios externos, ha sido una característica más bien de unas pocas economías de la región", explicó el funcionario. "Es claro que los efectos sobre los mercados se han sentido en el sur, especialmente Chile y Brasil, pero realmente no ha habido una repercusión regional", añadió. El peso chileno se ha depreciado cerca de un 15% este año y el real brasileño una caída de 20%.

     
     
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