Jueves 2 de agosto de 2001 | ||
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Hace olas la idea del gobierno de unidad |
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Como parte de una cada vez más fuerte colisión con los grupos económicos, Raúl Alfonsín insistió ayer con su proyecto de formar un gobierno de "unidad nacional" que incluya a las principales fuerzas políticas del país. En tanto, el Gobierno, negó que exista la intención de producir cambios en el Gabinete. como consecuencia de esta iniciativa. El reclamo de Alfonsín se inscribe en medio de una dura pelea entre la dirigencia de la UCR, que se distancia de las medidas del oficialismo, con los representantes de los grupos concentrados de la economía. Un gobierno de "salvación nacional" apuntaría a una nueva reforma en el gabinete o un consenso para adoptar medidas contrapuestas a la orientación actual, con la participación de los principales dirigentes del peronismo, que hicieron silencio ante la iniciativa alfonsinista. Voceros del PJ advirtieron que una convocatoria de esas características se debería hacer después de las elecciones de octubre. Los únicos dirigentes peronistas que se refirieron a la idea de Alfonsín fueron De la Sota y Moyano. El gobernador de Córdoba ya había pedido la firma de un pacto económico, social y político a nivel nacional que defina el perfil industrial del país, evite los despidos y devuelva la confianza a los consumidores. Y Moyano consideró difícil concretar un gobierno de unidad con Cavallo en el gobierno. Alfonsín volvió a hacer un llamamiento a un "gobierno de unión nacional" con la participación de "todas las fuerzas sociales" y pidió "revalorizar" y "legitimar democráticamente a la política". Pero en su proyecto queda excluido el cavallismo, por lo tanto, la unidad no sería tal y confronta de lleno con el modelo económico que representa Cavallo. El senador Moreau, por su parte, acusó al sector financiero de "alterar la paz social" y de querer elegir al presidente en una reunión de ADEBA". El vocero del Gobierno, Juan Pablo Baylac, por su parte, admitió que existen conversaciones con Eduardo Duhalde y Elisa Carrió, pero aclaró que constituyen parte de un diálogo político que mantiene el oficialismo con "todos los dirigentes. Este es un gobierno receptario de la unidad nacional", precisó. En tanto, el arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Bergoglio, ofreció la sede del obispado como lugar de encuentro para el diálogo social. (Télam, Infosic) |
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