Viernes 31 de agosto de 2001

 

El asesinato del travesti quedó sin esclarecer

 

Las pruebas son endebles, y por eso el fiscal se abstuvo de pedir una condena. Las sospechosas eran dos mujeres, que fueron sometidas a juicio oral. Los testigos eran otros travestis, pero al momento del hecho estaban ebrios y no pudieron aportar un relato coherente. El crimen ocurrió en diciembre pasado, y habría sido una pelea por la "parada".

  NEUQUEN (AN)- A Héctor Mario Mariangel Vázquez lo asesinaron de una puñalada en el corazón en la misma esquina donde cada noche ejercía la prostitución con el alias de "Lucrecia". Fue delante de dos testigos que estaban tan borrachos que ni siquiera se pusieron de acuerdo para decir qué bebida los había sumido en ese estado. Ante la falta de pruebas, la justicia absolverá a las dos prostitutas que fueron sometidas a juicio acusadas de matarlo.
En la audiencia de ayer, el fiscal Jorge Otegui se abstuvo de responsabilizar por el crimen a Adriana Vera y Nilda Caro. Como no las acusó, la Cámara no tiene otra opción que absolverlas.
El fiscal tampoco acusó a Vera, a quien defendió Jorge Larrea, de otro delito que se le imputaba: "portación de arma de uso civil" (en un procedimiento le descubrieron un revólver calibre 22, que no fue peritado para saber si es apto para el disparo). Pero en cambio pidió que la condenen a un año de prisión efectiva porque la consideró autora del robo a un hombre con la técnica de la "viuda negra" (le puso algo en la bebida para dormirlo).
Otegui también pidió una condena de cuatro meses de prisión en suspenso para Caro (asistida por Gustavo Vitale) porque le pegó a un policía cuando intentaron demorarla en el mismo procedimiento en que le encontraron el arma a Vera.
En el juicio hubo otra imputada, Dora Graciela Rosales. La acusaban de participar, junto con Vera, del robo de la "viuda negra". Para ella el fiscal también pidió la absolución.
Vera y Caro llevan ocho meses detenidas y podrían haber quedado en libertad ayer, pero la Cámara Segunda, que sustancia el juicio, dilató el trámite de excarcelación hasta que se cumplan todos los requisitos. En estos meses en prisión, Vera fue mamá (ver aparte).
Como resultado del juicio, el asesinato de Vázquez (25) quedó sin esclarecer. Lo mataron de una puñalada en el pecho la madrugada del 6 de diciembre del año pasado, cuando estaba en la esquina de Gatica y Lastra junto a otros dos travestis: los hermanos Roberto "Rosita" y José "María" Vilches.
Al parecer hasta allí llegó un taxi del cual descendieron una o más personas que lo apuñalaron. Los Vilches vieron todo (incluso uno de ellos fue herido), pero estaban sumidos en tal estado de ebriedad que aportaron un relato confuso y controvertido. Para el fiscal Otegui, dejaron demasiadas dudas como para acusar a las imputadas.
En cuanto al robo que se le atribuía a Vera y Rosales, ocurrió el 29 de noviembre del año pasado. La víctima fue Miguel Angel Tobares, quien no se presentó a declarar en el juicio. Según su denuncia, conoció a dos mujeres en la calle y las llevó a su taller para tomar cerveza y "pasar un rato divertido".
Eso ocurrió un miércoles a la madrugada, y Tobares no recuerda nada salvo que despertó el jueves a las cuatro de la tarde, desnudo, y que su casa estaba desvalijada. Le robaron desde una computadora y un equipo de música hasta toallas, sábanas, herramientas, un cochecito de bebé y la tabla de planchar.
Al parecer en la bebida le introdujeron una sustancia que lo durmió tan profundamente que nadie podía despertarlo. Por fotos creyó reconocer a Vera y Rosales como las dos mujeres que conoció esa madrugada.
De acuerdo con el fiscal, la acusación contra Vera es la única sólida y por eso pidió que la condenen a un año de prisión. A la otra mujer la habría confundido.
El jueves próximo, la Cámara dará a conocer la sentencia.

"Lo único que quiero es irme a mi casa"

NEUQUEN (AN)- "Señor, lo único que quiero es irme a mi casa", dijo Adriana Vera al presidente de la Cámara Segunda, José Andrada, al terminar la audiencia de ayer. Mientras estuvo sentada en el banquillo de los acusados, una mujer policía se encargó de cuidarle a su bebé, que nació con ella en prisión.
Vera estaba acusada del homicidio del travesti "Lucrecia" y del robo a Tobares con la técnica de "viuda negra". Del crimen será absuelta, por el robo podrían condenarla pero como lleva ocho meses en prisión y le pidieron un año, recuperaría su libertad de inmediato. Salvo que la Cámara, al fallar, le aplique una pena mayor.
Durante su estadía tras las rejas nació su bebé, que convive con ella y al que llevó a las audiencias del miércoles y ayer.
La criatura le dio pocos problemas a la mujer policía que se encargó de cuidarlo, salvo un pequeño berrinche con llanto incluido que tuvo en la primera jornada del juicio.
Justo en ese momento, en la sala estaban declarando los dos testigos del asesinato. Y prestaban un relato tan confuso que no se superó ni con un careo, por lo que beneficiaron a su madre. Como hay dudas respecto de quién mató a "Lucrecia", el fiscal pidió que la absolvieran.
   
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