Domingo 26 de agosto de 2001
 

El festejo de Venezuela terminó en escándalo

 

El seleccionado que participó del Premundial en Neuquén celebraba la clasificación en un boliche. Hubo bailes provocativos en la pista, intentaron frenarlos y todo terminó a los golpes.

  NEUQUEN (AN).- Felices por la clasificación para el Mundial que se hará en Indianápolis el año que viene, pero marcados por los golpes de los "patovicas" de un conocido boliche bailable de la ciudad, los basquetbolistas de Venezuela emprendieron ayer el regreso a su país.
Uno resultó con un corte en la cabeza, otro con una herida en los labios y un tercero con magullones en el cuerpo. Todo por haberse pasado de medida en el festejo: intentaron improvisar un provocativo festejo en el medio de la pista y armaron una batahola infernal.
El escándalo fue tan grande como el físico de los espigados jugadores, que al ser entrevistados por "Río Negro" en el aeropuerto, reconocieron el incidente pero se negaron a dar muchos detalles. Si bien sólo tres miembros de la delegación quedaron registrados en los legajos oficiales, las versiones indican que hubo más involucrados.
El custodia del local de la avenida Olascoaga y Purmamarca también se llevó "su parte" de la pelea, aunque sólo se le constataron algunos magullones menores en la guardia del hospital Castro Rendón, hacia donde todos fueron llevados en ambulancia. "Fuerte olor a alcohol etílico" observaron los médicos que revisaron a los extranjeros, aunque ni ellos ni el empleado del boliche radicaron la denuncia del incidente.
El episodio se desencadenó alrededor de la 1 de ayer, cuando el base del quinteto venezolano, Diego Guevara de 23 años, comenzó a dar volteretas en la pista de baile para festejar el pasaporte el Mundial, tras haberle ganado a Panamá (106 a 92) en el "Ruca Che" y así obtener la última plaza disponible.
El desborde no le pareció adecuado para la ocasión a Sergio Guardia, el custodia de 30 años del local, quien enfrentó al jugador decidido a poner fin al espectáculo.
Ante la aparición del empleado de seguridad y al ver que su compañero la estaba pasando mal, Pablo Machado de 24 años impuso sus 2,08 metros de altura para controlar las cosas. Sin embargo, no sólo que no paró el incidente sino que lo potenció.
Según las versiones, se sumaron otros "patovicas" y hasta el asistente técnico del seleccionado venezolano, Jorge Arrieta, de 40 años, para terminar de promover una riña de grandes proporciones, que sólo la Policía habría podido controlar efectivamente.
Machado terminó con un corte de tres centímetros en su rapada cabeza y hematomas en el pie izquierdo; Guevara con escoriaciones en la mejilla derecha y el codo izquierdo y Arrieta con una herida de un centímetro en la comisura de los labios.
"No voy a hablar... Sí, sí, pasó, pero mejor que hablen los directivos", dijo Guevara cuando bajaba del colectivo que trasladó a la delegación al aeropuerto.
"Ya pasó, mejor no decir nada", se defendió Machado. Preguntado sobre quién había provocado el incidente dijo que "no, mejor no agregar ya nada más".
¿Se excedieron con ustedes?, se le planteó. "Claro que sí, estuvieron excedidos porque no había motivo para tanto...", concluyó.
Insólita fue la respuesta de Carlos Cortez, presidente de la delegación. "¿Qué? ¿Dice que hubo una pelea? La verdad, me entero por usted... Pero es cierto, recién ahorita estoy viendo que hay algunos "emparchados". No sabía nada", dijo el dirigente.
   
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