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Viernes 17 de agosto de 2001 | |
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Denunciaron a un juez por presionar a un testigo |
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El acusado es el magistrado García Berro.La víctima dice que fue obligada a mentir. |
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| SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La jueza Silvia Baquero Lazcano investiga la presunta comisión de los delitos de privación ilegítima de la libertad, coacción e instigación al falso testimonio, que le imputan al juez Juan Manuel García Berro y surgen de la denuncia presentada ante el fiscal Guillermo Lista por un testigo y su esposa. Según la denuncia, el testigo se habría visto obligado a mentir en una causa por violación para satisfacer el requerimiento del magistrado y así recuperar su libertad, luego de permanecer durante más de 12 horas en un calabozo de los tribunales locales. "Me detuvieron injustamente, me presionaron psicológicamente y lograron que diga lo que no es cierto", denunció José Venegas. La denuncia contra el titular del Juzgado de Instrucción Nº2 fue presentada por el testigo y su esposa, Alicia Miranda, después de asesorarse con organismos defensores de los derechos humanos. El episodio guarda relación con un hecho que habría ocurrido el pasado 18 de mayo en una vivienda del barrio Alto y concluyó con la detención de un curandero, al que acusan de haber violado a una menor de trece años que concurría a su consultorio acompañando a su abuela, que se atendía de una dolencia con el sospechoso. El curandero tenía su consultorio en Rivadavia y Rosales y, de acuerdo a la denuncia presentada por la madre de la menor, aprovechó la relación con la abuela para seducir y violar a la chica. Venegas expuso ante "Río Negro" que tiene 45 años, se desempeña como portero en una escuela y nunca antes había estado detenido. Explicó que suele conducir el auto de sus vecinos Alberto L. y Juana C. para trasladarlos, porque la mujer tiene dificultades para caminar y el hombre problemas de audición que le impiden manejar su vehículo. La violación sufrida por la nieta de sus vecinos alteró la vida tranquila de Venegas porque, según confió a este diario, el juez le exigió que declarara que las había llevado a ambas hasta la casa del curandero el día en que se habría producido la violación, presuntamente para involucrar a la abuela en la facilitación de esa relación. El testigo asegura que ese día no las trasladó a la casa del curandero, y que al día siguiente llevó a su vecina a la comisaría y esperó afuera. "Casi una hora después salió un oficial para buscarme y el comisario me preguntó si había llevado a la chica a la casa de la calle Rivadavia. No me creyó y después recibí una citación del juzgado para que me presente a las 9 del 22 de mayo", relató Venegas. "Llegué a las 8.30 y me hicieron pasar al despacho de García Berro -siguió-, pero insistía en que yo las había llevado a esa casa y me dijo que quedaría detenido. No me permitió hacer un llamado con mi celular y me dejaron esposado en un calabozo. Ahí recibí una llamada de mi esposa, que llegó al juzgado pero no dejaron que me viera. A las 22 la llamó el juez y le dijo que si no decía la verdad quedaría detenido, y tuve que mentir para poder quedar en libertad cerca de las 23". Venegas denunció el hecho ante el defensor Ricardo Maggi, quien trasladó la denuncia al fiscal Lista. La causa recayó en el juzgado de Miguel Angel Gaimaro Pozzi, pero tanto este juez como Gregor Joos se excusaron de entender en la causa que involucra a un par, y la Cámara Segunda, luego de un sorteo, dispuso que se hiciera cargo de la investigación la jueza Silvia Baquero Lazcano. "Río Negro" intentó comunicarse con el juez García Berro, pero no fue atendido. |
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