Violento incidente en barrio barilochense
Varios jóvenes atacaron dos casas y luego a
la policía.
Sin que medien advertencias ni discusiones previas, y mientras los moradores dormían, lanzaron piedras y palos contra dos casas ubicadas en un mismo terreno, sobre la manzana 256 del barrio, provocando la rotura de vidrios y de numerosos muebles y otros enseres.
Además uno de los vecinos sufrió heridas en la cabeza por un proyectil y un policía que acudió a controlar el incidente recibió un impacto en la cara, pero ambos estaban fuera de peligro.
La agresión se produjo entre las 2 y las 3 de ayer, cuando una decena de muchachos descargó su furia contra las viviendas, cuyos dueños reconocieron después que "son pibes que no tienen nada que hacer y siempre andan robando en el barrio".
Advertida por un llamado telefónico, la policía acudió al lugar y para controlar a los más exaltados debió efectuar numerosos disparos de advertencia.
En el operativo -que incluyó un allanamiento- fueron detenidas siete personas y también quedó secuestrada al menos un arma de fuego.
Los jóvenes que fueron puestos a disposición de la justicia ya tendrían antecedentes por haber intervenido en otros hechos delictivos. Uno de ellos sería también primo de Héctor "Titi" Almonacid, quien en abril del año pasado murió en ese mismo barrio alcanzado por una bala policial.
A raíz de ese crimen -todavía impune- existe una gran sensibilidad entre los jóvenes de las 34 Hectáreas y ese factor actuó al parecer como agravante, ya que la llegada de la Policía no hizo más que multiplicar la violencia del episodio, que terminó en una batalla campal.
En una de las casas atacadas viven cuatro adultos y seis niños, y en la otra una joven pareja con un hijo por nacer. Todavía conmovidos por lo ocurrido, aseguraron ayer que estaban descansando cuando comenzó la pedrea y dijeron desconocer las razones de la agresión.
Uno de los muchachos que vive en la casa ubicada hacia el fondo del lote habló de la angustia que experimentan ante la agresividad de los marginales, quienes "no hacen más que robar, tomar y drogarse".
Aseguró que problemas, insultos y peleas en el barrio "hay casi todas las noches", pero lo ocurrido ayer "ya pasó a mayores". Reconoció que nada le gustaría más que mudarse a otro lugar más tranquilo. Sólo les queda ahora la esperanza de que sus victimarios "sigan presos, porque no es la primera vez que caen".
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación
