Sábado 4 de agosto de 2001

 

Secuestro extorsivo: Pidieron 15 años para los tres acusados
 

El fiscal consideró que está acreditada la participación de los detenidos. Los abogados solicitaron la absolución. La sentencia será en 11 días.

  ROCA (AR).- El fiscal Eduardo Scilipotti pidió ayer 15 años de prisión para los tres detenidos por el secuestro extorsivo y posterior abandono durante una fría noche, de un bebé de 18 meses. El hecho ocurrió el 29 de junio del año pasado en Roca, y la víctima de la extorsión fue un empresario local que es el padre del chiquito.
Por el lado de los defensores, tanto Eves Tejeda como Gabriela Labat, solicitaron la absolución de los imputados. Para Tejeda, la acusación de sus defendidos Claudio Fabián Cáceres -cabo de la Policía de Río Negro- y Ricardo Antonio Molina, "está basada únicamente en la íntima convicción del fiscal y no hay pruebas que los incriminen".
Labat solicitó la absolución de su cliente Milton Castro ya que "se cometieron irregularidades en el procedimiento por la forma de detención y por la forma en que fue objeto hasta declarar en Tribunales".
Además, aseguró que a Castro no se le informó sobre su derecho de abstenerse a declarar.
Antes de los alegatos, la Cámara Tercera del Crimen le tomó declaración al empresario extorsionado (ver aparte), a dos jefes de la Policía Federal que viajaron especialmente desde Buenos Aires cuando se denunció el secuestro, y a un vecino de uno de los detenidos.
Castro intentó sin suerte presentar más escritos y pedir nuevos testigos al Tribunal, por lo que le fue llamada la atención. Incluso, el presidente Aldo Rolando le advirtió que si hacía otro planteo como ese sería expulsado de la sala y el juicio continuaría sin su presencia.
Para el fiscal Scilipotti, quedó acreditada la participación de los tres acusados en el secuestro del bebé. Hizo mención a la confesión de Castro ante el juez de Instrucción Pablo Iribarren, además de las grabaciones de las llamadas extorsivas.
"La madre del pequeño y el empresario extorsionado reconocieron la voz de Castro. Además, desde que los tres fueron detenidos, cesaron las amenazas y las llamadas extorsivas. ¿Esto es casualidad o es que está acreditado que eran los extorsionadores?", se preguntó Scilipotti.
"En la casa de Castro secuestraron una tricota como las que entrega la Jefatura de Policía. Obviamente era de Cáceres, quien se la había dejado en esa casa", concluyó.
Volvió a hacer mención a lo declarado por Castro, quien había asegurado que Cáceres le aconsejó que realice llamadas telefónicas breves. "Esto es por su condición de policía, que conocía de los riesgos. Pero además, debería haber denunciado el hecho ya que la sociedad le paga el sueldo para prevenir delitos, no para cometerlos", aseguró.
Con respecto a Molina, el fiscal dijo que él fue quien informó los movimientos de la madre del pequeño, ya que había mantenido una relación con una hermana de ella. "Por eso se quedó de campana, porque si entraba lo reconocerían", dijo. "Además, por qué Cáceres le atribuye participación a Molina, si este es su cuñado", señaló.
La sentencia será dictada el próximo 15 de agosto a las 12 en la Cámara Tercera del Crimen.

"Quisiera hacer algo, pero la ley no lo permite"

ROCA (AR).- "Quisiera hacer algo, pero sé que la ley no me lo permite", dijo en un momento de su declaración el empresario extorsionado, mientras miraba fijamente al detenido Milton Castro y apretaba sus puños.
Incluso en dos oportunidades amagó a levantarse de su silla, por lo que los jueces ordenaron que los tres imputados abandonaran la sala hasta que culmine con su testimonio.
El empresario pidió que no se le saquen fotografías ni que se divulgue su identidad, ya que temía que vuelva a pasar lo mismo.
En una parte de su declaración, dijo que "la terrible bronca que tengo es por haber pagado la primera vez. Nunca más me va a pasar. No voy a poner un peso aunque maten a medio Roca", dijo visiblemente molesto.
Con respecto a las negociaciones, aseguró que fueron casi dos días de calvario y barbaridades. "Se negociaba como si fuese una bolsa de papas, y en realidad, de por medio había un chiquito inocente en el medio. Esto fue increíble", aseguró sin despegar la vista de Castro.
Finalmente recordó que cuando la Policía y el juez Iribarren llevaron el bebé a la casa, "estaba muy desabrigado para la época del año".
Antes de irse agradeció a la Policía Federal y a la de Río Negro, "que si bien tiene a un policía implicado en esto, yo sé que no todos son iguales".

   
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