Martes 21 de agosto de 2001

 

Convocatorias en Bariloche generaron pérdidas por 62 millones

 

Empresas de servicios turísticos, salud y construcción están entre los más afectados.

  La profunda crisis económica que afecta a la ciudad de Bariloche generó un corte en la cadena de pagos dentro del sector privado superior a los 62 millones de pesos, cifra que trepa a casi 80 millones si se computa la deuda pública municipal.
El monto surge de los pasivos comprometidos en los 36 concursos preventivos y quiebras iniciados por empresas de distintos niveles y rubros de la comarca en los dos años últimos.
El estudio no contempla la actividad informal ni los pequeños emprendimientos que simplemente bajan las persianas y se van.
El monto total de los pasivos concursales -acreencias verificadas por la Justicia- rastreados por "Río Negro" asciende a 62,3 millones de pesos. La cifra crece en más de 15 millones si se analizan las deudas totales reclamadas en cada causa pero, por alguna razón, no aceptadas en el expediente. Teniendo en cuenta este detalle, los pasivos totales del sector privado alcanzarían los 77,4 millones pesos.
Los montos involucrados son significativos para la economía que desarrolla la comuna; es equivalente al 150% del ejecutado de gastos de la administración Feudal y más de tres veces la facturación por energía eléctrica de la CEB.
Otro dato alarmante es que los procesos concursales y de quiebra crecieron casi un 300% en el año último.
Lo que parece un juego de especulaciones numéricas es en realidad una primera aproximación de la fuerte iliquidez que afecta a la plaza y se constituye en síntoma, y a la vez factor agravante, de la crisis por la que atraviesa la ciudad. Una crisis cuya profundidad desconocen tanto las autoridades políticas como los dirigentes empresariales y que la comunidad sólo percibe a través de un sinnúmero de situaciones muy cercanas al ahogo económico.
La precaria liquidez se agudiza aún más si se suma a la deuda privada -convocatorias y quiebras- la deuda pública o municipal, que en el mismo período alcanzó los 16,5 millones pesos consolidados y otros dos millones estimados en juicios pendientes.
Analizando sólo el pasivo concursal global y la deuda pública consolidada, el faltante de circulante en los dos años últimos llega a 78,9 millones de pesos.
Todo esto muestra que la recesión, que ya lleva más de tres años instalada en el país, sin dudas no deja afuera a Bariloche.
La constante pérdida de poder adquisitivo de los agentes públicos es otro factor que que retrajo el consumo de la localidad.
El análisis pormenorizado de las convocatorias permite definir el perfil de la actividad privada local.
De los 36 expedientes iniciados en los 30 meses últimos -enero de 1999 a junio de 2001-, 15 corresponden a empresas de primera línea de la ciudad y concentran el 82,6% del pasivo concursal global. La mayoría de ellas se presentó a partir del 2000 y en total suman 51,1 millones de pesos.
Por otra parte, en la mayor parte de los expedientes testeados, los pasivos concursales tienen un alto porcentaje de proveedores entre los acreedores, hecho que se acentúa en las empresas de primera línea afectadas por estos procesos legales. En cambio, son contados los casos de empresas o comercios medianos o pequeños -para la escala comercial de Bariloche- convocados con un fuerte endeudamiento financiero.
Entre los acreedores, los proveedores lideran el listado con el 50,5% de la deuda global, el fisco con un 27,2% y el sistema financiero arrastra el 22,2%.
El espíritu del concurso preventivo, una herramienta legal ideada para permitir a las empresas sortear una coyuntura de ahogo financiero y evitar su cierre, se desdibuja en el marco de la crisis local.
La cantidad y calibre de casos registrados en los años últimos y la metodología de financiamiento de la plaza tornaron el recurso legal en un esquema perverso que traslada el ahogo empresario al resto del aparato productivo, conformado por lo general por pequeños emprendimientos que carecen de mecanismos para financiarse.
El endeudamiento con el fisco, pese a ocupar un porcentaje menor, adquiere relevancia en función de la política aplicada por las direcciones provinciales de Rentas y la AFIP-DGI, que en muchos casos empujan a las empresas a la convocatoria. Además por revestir carácter de "acreedor privilegiado", están facultadas para ejecutar deuda sin hacer extensivo el convenio a los acreedores "quirografarios".
Hay muchas empresas que no pasaron la instancia de la convocatoria y quebraron.
En esta situación quedaron comprendidos: el Policlínico Arbos Bariloche, Puerto San Carlos SA, Frigorífico Río Negro, hotel Le Meridien, distribuidora Manuel García y Cía. y Tito Testone, entre otros.
En el mismo período la frágil economía de Bariloche se vio sacudida por concursos de acreedores iniciados en otras jurisdicciones por empresas nacionales que operaban en la localidad.
El único caso cuya incidencia se alcanzó a dimensionar fue el de la operadora de turismo estudiantil El Rápido Argentino, que dejó una deuda a proveedores y trabajadores locales cercana a los 8 millones de pesos.
Pero se desconoce el alcance del concurso preventivo abierto por Robles Catedral o la empresa HTA -operadora del señorial hotel Bella Vista- que dejó en la calle a varias decenas de trabajadores.

Marcela Berdún


"Estamos en un proceso de involución"

La percepción de la crisis económica que tienen el empresariado local pasa por el día a día. El termómetro para la Cámara de Comercio e Industria es la marcada retracción de la actividad comercial, que cayó casi un 50% en los últimos dos años.
"La situación es más que crítica y parte de la falta de planificación tanto provincial como municipal para el desarrollo de Bariloche" enfatizó Jorge Elvira, integrante de la agrupación de comerciantes local.
El empresario consideró indispensable e irrelegable proyectar un desarrollo industrial limpio y adecuado para la ciudad que acompañe la evolución de la actividad turística.
"Hay que generar un ala de actividad permanente, alternativa al turismo" señaló el empresario con tono de preocupación.
De la medición propia sobre la evolución del mercado Elvira señaló que "en los últimos dos años Bariloche ha perdido entre un 40 a un 50% de su actividad comercial". La mayor caída de las ventas se registró durante finales de 2000 y el primer trimestre de este año.
El origen de la retracción para el empresario se centra en tres motivos: la falta de trabajo, la caída registrada en el turismo por las desventajas competitivas con otros destinos y la falta de una "conciencia grupal" de la ciudadanía hacia Bariloche como centro turístico.
El síntoma más claro de la crisis para Elvira es el aumento de un 300% en las presentaciones de concursos preventivos y quiebras durante los últimos dos años.
"Los procesos de convocatoria afectan al sector alto de la economía, en el sector bajo hay otra realidad que ni siquiera la conocemos porque es el que directamente cierra las ventanas y se va" explicó.
"Estamos en un proceso de involución que no sabemos donde va a terminar" aseguró en tono sereno el empresario.

El recorte llegó a 16 millones

Las quitas salariales operadas por la provincia y la Nación representaron una pérdida de ingresos frescos de casi 16 millones de pesos entre enero de 1999 y junio de 2001.
El sector público, con un total de 6570 trabajadores, constituye la segunda fuerza de empleo de la ciudad y reciben un ingreso mensual superior a los seis millones de pesos. El mayor segmento lo ocupa el estado rionegrino con 3845 empleados y funcionarios, le sigue la administración nacional con 1870 trabajadores y detrás su ubica el municipio con 855 personas entre agentes, contratados y políticos.
El recorte provincial en los últimos 30 meses alcanzó los14 millones de pesos al personal asentado en la ciudad.
A nivel nacional, la pérdida salarial global representó -en el período mencionado- unos dos millones de pesos promedio.

Los tres sectores económicos más afectados

La Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y de Minería es el órgano receptor de los pedidos de concursos preventivos y quiebras que luego son derivados a los juzgados de primera instancia del fuero.
El presidente de la Cámara, Edgardo Camperi, compartió con "Río Negro" su percepción de que la crisis económica local "no ha perdonado a ningún sector productivo" de la ciudad. "En ese sentido se puede decir que es una crisis muy democrática" reflexionó el magistrado que consideró el notorio incremento de los procesos concursales y de quiebra como un reflejo claro de su profundización.
* La construcción. La marcada merma de actividad en este rubro dio lugar al cierre de varias empresas constructoras y la readecuación de los grandes estudios profesionales. Dos importantes firmas, Goetze Construcciones y Flensborg Construcciones, ingresaron en la vía judicial para resolver sus finanzas dentro del período estudiado. Desde 1999 a la fecha la construcción sufrió una caída del 30% y los niveles de desocupación alcanzan al 70% de los trabajadores del sector. Esta realidad quedó reflejada en el último reparto de obra pública provincial al que solo accedió una firma de esta ciudad. El titular del IPPV, Jorge Ferreira, explicó que "el problema de Bariloche es que está quedando una sola empresa en condiciones de funcionamiento".
* Servicios turísticos. Ni los actores directos de la principal actividad económica de la ciudad escaparon a la recesión que afecta al país y la ciudad. Hoteles, restaurantes, una de las principales empresas chocolateras, una de las concesionarias del cerro Catedral y varios servicios lacustres involucrados en procesos concursales dan cuenta de la baja rentabilidad que ofrece hoy la "industria sin chimeneas". El lago muestra la crisis con más del 60% de las operadoras de servicios convocadas, embargadas o disueltas. En el circuito Isla Victoria-Bosque de Arrayanes la demanda diminuyó de 250.000 pasajeros anuales en 1994 a 54.000 el año pasado, mientras que en el circuito a Isla Huemul los pasajeros embarcados no superan el techo de los 30.000.
* La salud privada. Bariloche cuenta con una infraestructura de salud privada sobredimensionada que pelea por mantenerse en un mercado cada vez más empobrecido. En el sector se registran dos de las convocatorias de acreedores más onerosas: el Policlínico Arbos Bariloche, con más de 9,2 millones de pesos de pasivo concursal, y el Hospital Privado Regional, con unos 7,3 millones de pesos de deuda verificada.

Foto: Hotel Bella Vista, todo un símbolo de Bariloche. Hoy, también afectado por la crisis.

   
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