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Domingo 26 de agosto de 2001 | |
 MAS INFORMACI0N |
Brasil se metió en lo que quería |
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Le ganó en gran forma a Puerto Rico y será protagonista esta noche del apasionante duelo final |
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| Brasil va... Y Brasil quiere más... Pretende el título y su segunda victoria consecutiva (la otra fue el jueves) sobre Puerto Rico -esta vez por 98 a 94 (38-37) lo mandó derecho a la final de esta noche. Si en el juego del viernes cuando superó a los canadienses, los dirigidos por Helio Rubens afianzaron su candidatura en esta etapa culminante del Premundial, hay que decir que sin dudas serán serios rivales para cualquiera que los enfrente hoy. En el arranque, tanto brasileños como portorriqueños estuvieron erráticos desde afuera, por lo que el desarrollo se fue dando un poco más a favor del conjunto caribeño, que con la potencia de "Piculín" Ortiz mandó en esa superficie. De a poco la cuestión se fue nivelando, inclusive con apariciones un poco más felices de los tiradores perimetrales. A tiempo, Brasil corrigió un detalle que lo tenía a mal traer: la defensa en las posiciones cercanas a su cesto. Ahí ayudó Sandro y Nené, quienes tuvieron que arremangarse en la lucha titánica con "Piculín". Después del descanso se vería lo mejor del cotejo. En el arranque, "Piculín" buscó ángulos más abiertos para sus disparos y clavó tres triples que levantaron la ovación de la gente. El equipo de Julio Toro pasó a tener gran protagonismo y en dos oportunidades llegó a sacar ocho puntos de diferencia, más o menos como había pasado en el choque del jueves. Era el momento, la gran oportunidad portorriqueña. Sin embargo, entró en escena el formidable tirador brasileño Marcelo y sus cinco triples en esta etapa evidenciaron su calidad y pusieron nuevamente al equipo adelante, con Sandro trabajando a pleno e el poste bajo y Demetrius en la organización del juego. Cuando parecía virtualmente definido y Brasil arriba con casi una decena y pocos minutos por delante, Puerto Rico intentó una última reacción. Pero con sólo "Piculín" era insuficiente. El resto ayudaba poco y el milagro para ellos no se dio. Fue victoria brasileña, sosteniendo con uñas y dientes un resultado que puso al equipo en la final, nada menos. Empezó más tarde porque cambiaron de camiseta El partido entre Brasil y Puerto Rico comenzó con bastante demora y de eso hay que buscar responsabilidades en cuestiones que atañen a la organización del conjunto boricua. La sorpresa se dio cuando los equipos iban a la cancha y ambos vestían indumentaria del mismo color (azul). Como de esa manera era imposible que se pudiera jugar, hubo que ordenar el cambio de casaca. Le correspondía a Puerto Rico, pero tuvieron que ir hasta el hotel a buscar las de color blanco que utilizaron. Cuesta creer que suceda algo así. Más por la imprevisión de los dirigentes que no llevaron ambos juegos de camiseta al estadio. Asistencia:La clasificación de Brasil para Indianápolis 2002 sirvió para que los dirigidos por Helio Rubens García concretaran su asistencia perfecta a torneos de esas características. La del año entrante será la decimotercera vez que el elenco "verdeamarillo" se mide con los mejores del mundo. El certamen lo ganó en dos ocasiones. Eso demuestra lo que es la tradición brasileña en estas competencias. Olvido: La delegación de Venezuela, que se fue ayer de Neuquén, no tuvo una despedida tranquila. Además de los incidentes que provocaron algunos de los miembros del plantel en un local bailable en la madrugada del domingo (ver en policiales), al momento de llegar al aeropuerto en el colectivo que tuvieron a disposición durante su estadía, se dieron cuenta de que le faltaba un jugador. Al alero Carlos Morris se lo habían olvidado en el hotel y el moreno tuvo que recurrir a un taxi para alcanzar a sus compañeros y emprender el viaje de retorno. Toro había elegido mal NEUQUEN (AN).- Al fin se supo. "De la misma manera que Canadá eligió a Argentina para las semifinales, nosotros elegimos a Brasil", dijo el entrenador jefe de Puerto Rico, Julio Toro, para justificar la actitud de se equipo ante Argentina. Pero eligió mal, al menos con lo que le pasó anoche. Al analizar las acciones del partido con Argentina, el "boricua" manifestó que fue "un partido que estuvimos en juego los primeros 13 minutos, después nos dieron un parcial de 13 a 0 y fue todo. El pleito se fue por una sola calle, porque después siempre estuvimos detrás de Argentina". "Los jugadores que estaban en la cancha de Argentina dominaron a nuestros hombres en muchas facetas del juego y eso pues no extraña a nadie, como se dio la acción. Aceptamos la derrota, como tantas veces y después del partido estamos bien claros mentalmente para lo que viene", completó. ¿Eligió a Brasil para semifinales? "De la misma forma en que Canadá eligió a Argentina. Eso fue obvio, porque en un juego cerrado sacaron a los hombres que estaban en cancha. En el último cuarto demostró lo que quería". Y amplió: "Nosotros por la rivalidad que tenemos con Brasil y la dosificación que tengo que hacer del plantel, por cansancio físico y lesiones, me adapto al fixture. De la forma en que se presentó el tipo de competencia, me dio la alternativa de elegir a mi rival, de acuerdo a los marcadores". Además, es como comenzar de nuevo... "Estamos contentos porque a partir de ahora se borraron los marcadores, todos estamos en cero y se circunscribe a lo que vendrá. Estamos en Indianápolis y lo hecho, el éxito anterior, no garantiza nada, hay que volver a hacerlo". ¿Puerto Rico, al perder el viernes, ganó? "Siempre cuando se pierde en la vida, se gana, porque queda la experiencia vivida. En otro momento se te puede presentar una situación similar y esa experiencia te puede dar el don de la mejoría". Toro hizo alusión además, a la tremenda rivalidad que tienen con los brasileños: "Hay algo personal de nosotros con Brasil, una rivalidad muy antigua, de más de 40 años de básquet y es una pelea deportiva amistosa. Todo el mundo quería a Brasil, así que si ellos hubiesen perdido con Canadá, los hubiésemos buscado de cualquier forma". Vaya a saber lo que estará ahora pensando Toro, quizá arrepintiéndose de la elección que hizo la noche anterior, cuando tuvo la oportunidad de "elegir" al equipo con el que pensaba cruzarse en la "semi". Ahora, sólo le quedará esperar el consuelo del partido por el tercer puesto. |
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