Martes 21 de agosto de 2001

 

Puerto Rico ganó la zona con susto
 

Islas Vírgenes lo complicó sobre el final.

  NEUQUEN (AN).- Puerto Rico se quedó con el lugar más alto del podio del Grupo "A" del torneo Premundial confirmando lo que todos sospechaban. Sin embargo, debió trabajar mucho para ganarle a Islas Vírgenes que lo complicó más de la cuenta en el tramo final del partido.
El equipo "Boricua" terminó imponiéndose por 99 a 93, luego de haber ganado el primer parcial por 57 a 43.
El ganador pasó de mostrar un juego que se codeó con la perfección a cometer errores de principiantes. Luego de un excelente primer tiempo y un mejor tercer cuarto en donde llegó a estar arriba por 23 puntos, terminó sufriendo.
Para ganar el partido debió apelar a toda la experiencia de sus columnas José "Piculín" Ortíz y Jerome Mincy para sacar a flote un partido que pudo terminar en fiesta, pero que casi se transforma en un "lamento borincano".
El desarmado equipo de Islas Vírgenes vio la posibilidad de pelear cada pelota, y de ganarla, reaccionó con entrega al quedo de su rival y a 3 minutos del final pudo igualar el marcador cuando caía por 90 a 88.
Pero vamos por parte. El arranque de Puerto Rico fue arrasador. Todo fue a partir de la notable velocidad de Carlos Arroyo, un base que tiene mucho para dar y de hecho está en el Draft de la NBA, quien manejó al equipo con una solvencia notable.
Siempre para darle una mano a quien lo necesite y aportando su gran experiencia aparecía la figura de José Ortíz, que además de solidario se mostraba efectivo, tanto en el goleo como en los recobres.
De Islas Vírgenes habrá que decir que es el equipo "casi". Casi le gana a Canadá, casi le gana a Panamá y por poco no vence a Puerto Rico. Tiene un gran potencial a pesar de no haber llegado con todos sus integrantes. "Las divisiones internas hicieron que salgamos a competir a distintos puntos del mundo, pero en ningún caso completos", reconocería luego su entrenador, Tevester Anderson.
De todos modos en el primer cuarto los perdedores mostraron una marca sumamente agresiva y en ataque tuvieron el aporte del carismático Ja Ja Richards quien mantuvo duelos de "aquellos" primero con Daniel Santiago y luego con Jerome Mincy en la marca personal.
En el tercer cuarto, cuando Puerto Rico se floreaba nadie imaginaba lo que vendría. Se fue quedando el equipo de "Piculín". Creció la figura de ese gran goleador que es Jameel Heywood (28 puntos) y Richards además de su entrega contagió entusiasmo.
Islas Vírgenes metió un parcial de 34 a 11 y se puso a dos puntos a 6 del final (81/79). A esta altura el vencedor final lucía desorientado y confundido.
Julio Toro debió apelar a toda la experiencia de sus históricos Jerome Mincy, José Ortíz y Richie Dalmau para sacar a flote el partido. El remate llegó de la mano de un triple de Orlando Santiago para sellar un triunfo apretadísimo.

Canadá lo definió cuando se lo propuso

NEUQUEN (AN).- Se trataba de dos equipos cuyos futuros estaban escritos de antemano. Este Premundial ya mandó de vuelta a su casa a México y espera por un Canadá con algo más de brillo. Con el equipo azteca ya eliminado, los de Triano no tuvieron inconvenientes en vencerlo por 104 a 92, con claridad, justicia, aunque sin brillo.
Al fin y al cabo el equipo de Nash pasó a la fase siguiente, obtuvo triunfos importantes, pero en el aire quedó flotando la idea que puede dar un poco más. Le faltó brillo, imaginación. Demostrar que la chapa de candidato se lustra día a día con resultados y con juego.
México, sabiendo que ya no tenía ninguna posibilidad de continuar en carrera jugó este partido a divertirse, y en ese contexto le complicó las cosas a un Canadá que aparece triste y sin ideas. Sin Nash ni Mac Culloch, difícilmente se podría pensar en que son candidatos a una medalla.
El primer tiempo fue para el perdedor que se mantenía arriba por 53 a 46. Es más, cuando arrancó el tercer cuarto un par apariciones de Crouse llevaron a 10 la diferencia.
Fue entonces el momento para que Canadá deje de rotar a sus jugadores, apueste a la experiencia y salga a buscar el partido. Lo pudo dar vuelta con Hamilton y Robinson para pasar a ganar 73 a 67.
En el cuarto la historia cambió y todo volvió a la normalidad dejando claro que lo de México no fue más que una ilusión.
   
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