Jueves 16 de agosto de 2001

 

Postales desde la América Austral

 

Medio centenar de imágenes captadas por la cámara del padre Alberto María de Agostini durante el siglo pasado permanecerán expuestas hasta fines del mes que viene en el Museo de la Patagonia de Bariloche.

  SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Parte del inigualable registro fotográfico que el padre Alberto María de Agostini realizó de paisajes y habitantes de la Patagonia entre 1912 y 1959 permanecerá a consideración del público en la sala Chonek del Museo de la Patagonia "Francisco Pascasio Moreno" hasta el 28 de setiembre.
"La naturaleza en la América Austral" es presentada por el Museo Nazionale Della Montagna "Duca Degli Abruzzi" de Torino (Italia) y las editoriales Confluencia y Caleuche. La integra medio centenar de fotografías de la colección privada del museo italiano expuestas por primera vez en el interior del país.
Aquella región europea tiene un sólido vínculo con América Austral. Desde Turín partieron los salesianos de Don Bosco que adquirieron protagonismo en la historia de las regiones del extremo sur de Argentina y Chile. El Museo Nazionale Della Montagna atesora los registros que el padre de Agostini hiciera de sus expediciones integrados por fotografías, negativos, diapositivas, documentos y, sobre todo, películas originales realizadas en las primeras décadas del siglo XIX. Representan "un testimonio gravitante para la descripción de las regiones del fin del mundo ya que allí podemos ver a los últimos indios, el nacimiento de las misiones y de los nuevos pueblos y la belleza de un ambiente hasta entonces prácticamente desconocido", señala Aldo Audisio, director del museo, desde una publicación ilustrativa.
Una biografía del sacerdote explorador realizada por Giuseppe Garimoldi señala que cuando de Agostini atraca en el Estrecho de Magallanes en 1910 "la tragedia de los indios en parte ya se había realizado y, rastreados como animales salvajes, estaban perdiendo el orgullo de su propia identidad.
"Sobre la orilla patagónica del estecho creció una pequeña ciudad que lleva el nombre del grande navegante Magallanes, hoy Punta Arenas. Poblada y en crecimiento, la ciudad posee un puerto que registra un pasaje mensual de noventa naves de y para Europa, desde y para las escalas que se asoman al océano Pacífico. Una zona urbana con casas, edificios y teatro para la ópera lírica inaugurado en julio de 1899", describe.
Uniendo y compenetrando fe y ciencia, misión y cultura, reivindicando la dignidad humana y social de las poblaciones originarias mientras ponía en marcha su propensión a la exploración y a la fotografía, como escribiera Marco Bongiovanni, el joven misionero ordenado sacerdote en 1909 "se encuentra de frente a un mundo en rápida transformación, colmado de atroces conflictos pero también de infinitas perspectivas", reseña Garimoldi.
La defensa de los indios había tenido predecesores ilustres como monseñor Giuseppe Fagnano, representante apostólico en todos los territorios magallánicos chilenos y argentinos; la congregación de los hermanos Maggiorino Borgarello, fundador del Museo Etnográfico de Punta Arenas, Giusepe Beavoir y Giovanni Zenone.
De Agostini conquista la amistad de Pacheco, cacique selknam. Gracias a él logra realizar un notable número de fotografías y de algunas secuencias fílmicas sobre la vida, la actividad y las ceremonias de estos indios, último testimonio de una cultura totalmente extinguida

Vida y obra del sacerdote De Agostini

Nacido en Pollone, un pueblito de la zona montañosa de Biella, el 2 de noviembre de 1883, De Agostini fue enviado en misión a las tierras magallánicas un año después de su ordenación y allí permaneció hasta 1929.
En 1924 publicó el primero de sus grandes libros sobre la región. "I miei viaggi nella Terra del Fuoco" traducido el mismo año al alemán y al siguiente al húngaro. En español, "Mis viajes a la Tierra del Fuego" fue publicado en Buenos Aires en 1927.
Sus exploraciones en la zona patagónica empiezan en 1916 y se continúan con diferentes resultados hasta el verano austral 1943-1944. Durante estos años, y en espera de que maduren algunas situaciones para el retorno al cerro Sarmiento, se dedica con mayor vigor al estudio a la reedición y publicación de nuevos volúmenes. En 1941 entrega para la impresión "Andes patagónicos" donde narra las vivencias de veinticinco años de expediciones andinas. La segunda edición se publica en Buenos Aires tres años después y la edición italiana, en 1949. Después de la empresa que lo llevará al Sarmiento publica "Sfingi di ghiaccio" (1958) y todavía se dedica a la organización de expediciones andinas como aquella de Mozino al Paine en 1956-57. Fue fiel a sus montañas hasta el fin, cuando en la Navidad de 1960 su corazón dejó de latir en Turín.
La obra fotográfica de de Agostini ha sido analizada por Angelo Schwarz en algunos ensayos como "Alberto de Agostini y la naturaleza en América Austral" (1985).
Su aventura patagónica comenzó en 1916 con excursiones explorativas en los grupos meridionales del Balmaceda y el Paine. La zona había sido recorrida por la Comisión de Límites encabezada por el perito Francisco Pascasio Moreno aunque seguía desconocida para el resto del mundo.
Frecuentó varias veces la zona del lago Nahuel Huapi a los pies del Tronador y el volcán Lanín. Del grupo del Catedral subió en 1919 a la cima que hoy lleva su nombre.

   
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