Miércoles 15 de agosto de 2001

 

Entre premios y postergaciones

 

Néstor Ruggeri ganó el Martín Fierro por "Crónicas de viaje" mientras espera concretar sus proyectos.

  No queda claro si por poco confiado o por muy despistado, el realizador viedmense Néstor Ruggeri casi se pierde la transmisión televisiva del Martín Fierro Interior, ceremonia donde su trabajo "Crónica de viaje" fue galardonado como mejor documental.
La ceremonia realizada por la Asociación de Periodistas de Televisión y Radiofonía de la República Argentina (APTRA) se llevó a cabo en la ciudad de Santa Rosa, La Pampa, en la noche del pasado sábado, y Ruggeri prendió su televisor diez minutos antes de que abrieran el sobre de la terna en la que competía.
El origen de "Crónica de viaje" se remonta a 1997, cuando Ruggeri, junto al artista plástico comarcano Luis Vía, presenta un proyecto de documental ante el Instituto Nacional de Cinematografía. Al año siguiente se aprobó el subsidio para su realización y se armó un grupo de trabajo que incluyó al periodista barilochense Carlos Bonilla -quien encarnó al viajero protagonista de la historia-, Aldo Castelli, "optimizer" y sonidista, y Gonzalo Fernández en asistencia de producción.
El video empezó a producirse a fines de 1998, a mediados del año siguiente ya estaba listo y finalmente se emitió en el 2000 por el canal Aire Valle de Roca. Ruggeri explica que "la estructura está basada en las historias de los viajeros cronistas y naturalistas, como Pigaffeta, D"Orbigny, George Musters o Roberto Arlt con sus aguafuertes patagónicas de la década del 30, con la intención de recuperar el espíritu del viajero por esta mítica Patagonia".
Así, el cronista va haciendo el relevamiento de cada lugar y trabando contacto con sus personajes típicos. El documental empieza en la desembocadura del río Negro, llega hasta Carmen de Patagones y comienza a desarrollar un periplo que se mostrará en los cuatro capítulos denominados "Navegantes", "Estepa", "Cordillera" y "Valle".
Néstor hace memoria y no puede detener el recorrido de los distintos paisajes y personajes que poblaron la concreción de "Crónica de viaje", y reconoce la necesidad de "agradecer a una gran cantidad de personas que colaboraron, prestando su tiempo y sus cosas para este proyecto", una lista que alcanza a unas cuarenta personas.
Entre la timidez y el convencimiento de que nada cambia por un premio, Ruggeri analiza que el Martín Fierro que ganó "es un reconocimiento, está bueno, pero... ¿y ahora? En este presente, el tema fundamental es tener laburo. Proyectos hay muchos, y la bronca pasa por cuando no se pueden desarrollar mecánicas que agilicen su viabilidad".
Y yendo a la especificidad de las producciones audiovisuales, comenta que "en este rubro es fundamental el ritmo de trabajo, para adquirir experiencia y conocimientos; así como estamos, en veinte años apenas cosechás la experiencia necesaria para empezar, y cuando querés acordarte ya se te pasó el cuarto de hora".
A pesar de que la aparición de las nuevas tecnologías bajaron los costos de producción, para hacer trabajos independientes se depende de los subsidios, y confiesa que "poder trabajar significa un placer enorme; cuando no se puede, más allá del problema que genera la cuestión monetaria cotidiana, la cuestión de no "estar haciendo" es horrible".
Luego de la finalización de "Crónica de viaje", Néstor se dedicó a promover un cine móvil en escuelas, juntas vecinales, clubes y todo tipo de espacios, difundiendo materiales audiovisuales diversos, y piensa en la posibilidad de utilizar este medio para mostrar materiales de temáticas y producción regionales, tanto propios como de colegas.
Con la mente puesta en el sueño de rodar ficciones -cortos, unitarios o la fusión de nuevos lenguajes que utilicen herramientas de varios géneros-, y más allá de la dificultad de financiar emprendimientos de este tipo, Néstor ve el horizonte en la creación de vías alternativas para la difusión de los proyectos independientes.
Mientras tanto, espera -desde hace más de un año- que finalmente la Nación ponga en marcha el Programa Proame en la ciudad de Viedma, entre cuyos proyectos se encuentra uno de la Fundación Creando Futuro que contempla una taller de video y producción con adolescentes en riesgo social.
Así, entre premios y postergaciones, jugando entre el pasado y el futuro, Néstor Ruggeri sueña con un periplo nómade perfecto que consista en "viajar, filmar y proyectar". (AV).
   
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