Martes 14 de agosto de 2001

 

Historias "bien paridas" para reflexionar

 

"El hijo de la novia" refleja en personajes comunes los problemas de los argentinos

  Buenos Aires (Infosic).- Ricardo Darín, Norma Aleandro y Héctor Alterio protagonizan "El hijo de la novia", la nueva película de Juan José Campanella, que intenta "reflexionar" acerca de los valores actuales.
La cinta, que se estrenará esta semana, cuenta la historia de Rafael (Darín), el dueño de un restaurante agobiado por una realidad que lo obliga a correr detrás de una empresa incierta, sin dejarle espacio para expresar sus afectos, que debe ayudar a su padre (Alterio) a casarse por iglesia con una madre (Aleandro) que sufre mal de Alzheimer.
Campanella, Darín y Aleandro comentaron algunos detalles del filme al que caracterizaron como disparador de reflexiones profundas.
"Lo que más me pegó del personaje fue que me di cuenta de que es alarmante el paralelismo con la realidad. Cosas similares a las que sufre mi personaje le pasan al 90 por ciento de las personas que conozco", comentó sobre su protagónico Darín y destacó la "sutileza" con la que están delineados los papeles.
El actor indicó que el problema fundamental que refleja el filme es que está "trastrocado el orden de valores".
"Estamos todo el tiempo corriendo detrás de una cosa que se supone que es hiperimportante y después te das cuenta que no es así. Nos pasamos subidos a la locura de que no te sale, no llega, que no pagás acá, que te cierran, y tenés a tu hijo al lado reclamándote que le pases la mano por la cabeza una vez por semana y no te das cuenta", sostuvo.
Además, indicó que la película no intenta dejar un mensaje "sentencioso", sino que es "como mirar para adentro y reflexionar entre amigos, con alguien que dice "me parece que a mí me pasa lo mismo"".
"Las historias "bien paridas" sirven para reflexionar. Te ayudan a emparentarte con la vida. Esa cosa que te pasa cuando mirás una buena película o leés un buen libro, de salir con el pecho abierto y creer que todo es un poco más posible", manifestó.
Campanella, autor y director de "Culpables" que había trabajado con Darín en "El mismo amor, la misma lluvia", indicó que desde que terminaron esa película tenía ganas de contar una historia que reflejara la realidad de la generación de alrededor de 40 años.
"Teníamos ganas de escribir cosas que notábamos en nosotros y la gente que nos rodea. Este acelere y falta de anclaje, de estar corriendo de un lado para el otro, la cultura del zapping. Y así se fue formando el rol de Rafael, con vivencias mías, del co-guionista Fernando Castets y de Ricardo", explicó.
Parte de la trama está basada en vivencias del cineasta: "Mi mamá tiene este mal, y en un momento mi viejo me estaba hablando de que quería casarse por iglesia. Yo hice la investigación y llegué a la Corte Suprema de derecho canónico, después no hay ningún otro detalle".
El resto de la trama surge por el "contraste entre tantas necesidades complejas que son medio tontas con una necesidad tan simple y sin embargo mucho más profunda", expresó Campanella.
Por su parte, Aleandro destacó el "entendimiento" que logró con el director y el apoyo que tuvo al momento de encarar un personaje tan difícil como el de una anciana que poco a poco va perdiendo contacto con la realidad. "Era muy difícil componer ese personaje, es muy complejo. Lo armé observando gente que tiene esa enfermedad, cuidando los límites para no caer en rasgos que son de otras enfermedades. Fue desgarrador ver gente con esta enfermedad, y sobre todo su entorno que generalmente sufre más que los enfermos", agregó.

"No hay que abandonar el arte"

La actriz Norma Aleandro sostuvo que la crisis del país, que aparece en la trama de "El hijo de la novia", es "realmente grave" y sostuvo que la clase política es "irresponsable".
"A esta altura, en otra situación del país, tendríamos un golpe de Estado, un gobierno militar y estaríamos al borde de otro genocidio. Eso en este momento no sucede, y a mí me parece que es interesante estar en democracia, por desprolijo y perverso que sea el sistema", aseguró.
Luego, Aleandro agregó: "Si a algo estamos acostumbrados los argentinos, es a ser pilotos de tormenta. No hemos hecho otra cosa en la vida que tratar de salvarnos de naufragios, por lo tanto uno siempre tiene una esperanza".
La artista expresó su preocupación por un panorama que en el filme de Juan José Campanella se manifiesta con toda su fuerza contra el personaje de Darín, agobiado por cuentas que no cierran, pagos que no se acreditan y los crecientes avances de la globalización. "La situación que vivimos es realmente grave. Yo salgo a la noche después del teatro y cruzo toda la ciudad y veo gente comiendo de los tachos de basura", dijo.
De todas formas, la actriz de "La historia oficial" arremetió contra los políticos: "La irresponsabilidad de la clase política me parece grave, tanto que ya nadie cree en el Senado ni en los diputados. Se ha llegado a un tope gravísimo, el cuál tenemos que revertir nosotros, los ciudadanos. Hacer valer nuestros derechos".
Sin embargo, la actriz indicó que "nunca se debe abandonar el arte aunque la situación sea atroz".
"Conozco la anécdota de una profesora de canto que les indicó a sus alumnos que para sacarse el miedo al público que subieran a los colectivos, se plantaran y cantaran. La gente va muy preocupada, mal, y de golpe una chica se les pone a cantar. La gente se queda azorada, se maravilla. Hay muchas formas de hacer que el arte llegue a la gente", subrayó. (Infosic).

A Darín no le gusta la etiqueta de "exitoso"

A pesar de que sus últimos trabajos en cine se convirtieron en fenómenos de taquilla, Ricardo Darín sostuvo que no se considera un actor "exitoso".
"El éxito, el fracaso, son términos que me alarman un poco, porque en realidad eso tiende a poner toda la carga en una sola persona, así que voy a dejar pasar el piropo", sostuvo el artista, consultado acerca de la buena racha que tuvo con trabajos como "El mismo amor, la misma lluvia", "Nueve Reinas" y "La fuga".
De todas formas, el actor reconoció que está pasando por una muy buena etapa de trabajo, sobre todo en cine y teatro. "No sólo no me puedo quejar sino que tengo que prenderle una vela a San Cayetano todos los días", graficó.
Sin embargo, más que el talento personal, el protagonista de "El hijo de la novia" sostuvo que lo más importante es el trabajo de equipo y "cómo te devuelven la pelota".
"Me siento orgulloso del nivel interpretativo y me da mucho placer sentirme inmerso en un equipo de trabajo en el que todos tiran para el mismo lado y tratando de poner lo mejor de sí para que las cosas funcionen. Ojalá que el espectador tuviera noción de lo que significa trabajar con esas ganas y con ese amor", manifestó.
El actor indicó que también se siente orgulloso cuando ve películas argentinas hechas con el mismo espíritu y expresó su deseo de que el público retome la confianza en el cine nacional.
"Ojalá puedan ver lo que vemos nosotros respecto al cine. Lo que falta es destruir el axioma de mucha gente que dice "yo cine argentino no veo"", finalizó. (Infosic).

   
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