Pérez Celis, los pueblos, el arte y la historia

Barilochenses y turistas tienen oportunidad de visitar en el hotel Llao Llao la exposición de obras de Pérez Celis. Mediante la proyección de videos y una charla, más de doscientos asistentes disfrutaron de un recorrido por su carrera.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Capas de pintura que desaparecen bajo nuevos colores para resurgir parcialmente tras la acción del cepillado que el artista ejerce con firmeza. Chorros brillantes y despiadados que arrancan murmullos de la platea. Al final, la mirada abarcadora descubre la estética del conjunto. El artista está conforme y fija la imagen.
Poco antes de dejar inaugurada su muestra en los salones Ciprés y Alerce del hotel Llao Llao, Pérez Celis permitió que más de doscientos observadores accedieran al proceso creativo de algunas de sus obras a través de dos videos.
El ritmo de la música que acompaña las imágenes parece estar signado por los frenéticos movimientos de quien va llenando de vida la tela. Es la cámara la que da un respiro al contagioso frenesí al posarse sobre el rojo furioso de una lata abierta o al registrar el concienzudo análisis que el artista hace de los avances.
Luego de los aplausos que dan por finalizada la proyección, Pérez Celis abandona el anónimo lugar desde donde observó las imágenes en movimiento y avanza hacia el lugar desde donde propone comenzar el diálogo.
Y como para romper el hielo comienza a repasar pasajes de su vida en distintos lugares del mundo y cómo cada uno fue influyendo en su obra.
Pasan experiencias vividas en Uruguay, Venezuela, Buenos Aires, Francia, Estados Unidos y provincias del país que dan paso a la contundencia de conceptos.
"Se supone que el mejor lenguaje de un artista son las obras, sobre todo si se es pintor. Pasé la tarde pensando qué decir, pero en general el mecanismo es el mismo que se da cuando pinto un cuadro: apenas si tengo un punto de partida que llamo motivación que se va desarrollando a medida que la obra se va realizando. Y se va realizando muchas veces con la menor intervención posible del pensamiento, porque cuando uno lo utiliza empieza a darse cuenta que tiene tantas posibilidades que termina no haciendo nada".
Por eso, "como hago la mayor parte de mi vida, trato de pensar lo menos posible. Alguna vez dije que fui un inconsciente, que me dejé llevar, porque nunca imaginé que, no sólo iba a poder vivir de algo que me gusta tanto como la pintura sino que además me permitiría viajar por todo el mundo".
Dice guardar muy buenos recuerdos de aquellos trabajos en un puesto de diarios, un almacén, una feria, una carpintería y una tornería que realizaba durante las mañanas para estudiar a la tarde o a la noche. Esas tareas decantaron en autodisciplina, necesaria "sobre todo en una actividad tan libre como es el arte que en muchos casos es relacionada con el vino, la bohemia y la droga. Pero todo artista que ha trabajado sabe que cuando llega la inspiración, o como quieran llamarle, tiene que encontrarlo con las manos en la masa, si no, difícilmente pueda realizar una obra".
El arte, puntualiza, "es testimonio de una época, de un lugar y los pueblos que no respetan su arte no permanecen en la historia". Al tomar contacto con las manifestaciones artísticas el observador también puede participar de la creación con su propia imaginación. "Nunca debe pensar qué quiso decir el pintor, lo importante es lo que percibe cada uno".
Desde el folleto ofrecido a los asistentes a la exposición, el estudioso del arte Rafael Squirru señala: "Algo de poderoso tiene que haber existido en el alma de este porteño de Liniers (...) para haber logrado semejante logro que hoy lo coloca más allá de los plañideros detractores que lamentan haberlo subestimado, en la primera fila de los creadores de su generación. En un momento histórico de gran confusión para las artes plásticas, Celis sigue con ejemplar firmeza los dictados de su propia tradición, que no reniega ni de América ni de Europa, y nos demuestra que un espíritu honesto es capaz de seguir creciendo por encima de cualquier adversidad".

foto: Pérez Celis hizo en el Llao Llao una recorrida por su carrera.