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Lunes 30 de julio de 2001 | |
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La crecida del río empujó la vida silvestre hasta cerca de la ruta |
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Cisnes y flamencos deambulan en nuevos espacios del río |
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| NEUQUEN (AN).- Una colonia de cisnes de cuello negro y otra de flamencos rosados posan como para la foto en las inmediaciones de la ruta 151, a menos de un kilómetro de la policía caminera de Barda del Medio. Llegaron hace menos de un mes, empujados por la crecida del río Neuquén. Los cisnes de cuello negro forman parte del la vista del dique Ingeniero Ballester, que sobre el río une a las localidades de Vista Alegre -en Neuquén- y Barda del Medio -Río Negro- a unos 15 kilómetros de la capital neuquina. Los flamencos se habían asentado también en las inmediaciones del compensador Chañar, en la zona de Planicie Banderita. Pero la crecida del río Neuquén no sólo replegó a los pobladores ribereños sino que también empujó a la vida silvestre del lugar hacia otros espacios del río. Desde hace un mes, las vistosas aves deambulan por el denominado "sifón", una construcción en forma de gran canal sobre una depresión de la meseta ubicada aguas arriba del dique Ballester. El "sifón" fue ideado para desviar el río Neuquén hacia el lago Pellegrini en caso de inundaciones catastróficas. La ruta 151 cruza la depresión que por la crecida está llena de agua, a menos de 1.000 metros de la policía caminera. De esta manera, los automovilistas que viajan con dirección norte - sur, no sólo observan una laguna el costado del asfalto, sino que alcanzan a ver el reflejo del plumaje rosado de los flamencos, o el ampuloso andar de los cisnes. "La gente viene y deja los autos a un costado de la ruta para ver a los pájaros", explicó José Henríquez, un criancero que cuidaba a un piño de chivas en el lugar. El hombre agregó que ese día se veían pocos flamencos "porque la semana pasada había como 100, de los grandes y pichones; pero los corren a tiros". "No toda la gente es igual, la semana pasada una señora se quedó filmando por un buen rato; era de Buenos Aires y parece que nunca había visto a este tipo de bichitos", agregó. Según se pudo constatar la policía deambula a algunas horas por en el lugar para evitar que las aves sean utilizadas de tiro al blanco. Sin embargo, las rondas no alcanzan para desterrar los daños, ya que los lugareños contablizaron más de cuatro ejemplares muertos de un tiro o un "hondazo" certero en las últimas tres semanas. Como ajenos al peligro, los cisnes dan vueltas en grupo mientras su cabeza y cuello negro se pierden en el agua en busca de alimento. Los flamencos son más ariscos y con sus largas patas caminan sobre el agua en la orilla más lejana al asfalto. Ambos tienen un andar sigiloso y huyen de la orilla ante la presencia humana. Es que en medio de los juncos y en compañía de patos y garzas, la colonia de cisnes y flamencos forman parte de la vida silvestre del río, que se acercó hacia la ruta por una crecida del río. A un costado de la cinta asfáltica un cartel pintado a mano por uno de los guardadiques ilustra a los ocasionales observadores sobre la variedad de aves que se asentó en el lugar con una clara advertencia de que no deben ser molestados. |
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