Investigan a un posible pariente del Argentinosaurus Huinculensis

Es un herbívoro de 30 metros y más de 70 toneladas.En El Chocón ya encontraron más de 40 piezas fósiles.

EL CHOCON (AN).- Los huesos del bicho están por todos lados. Limpísimos sobre la mesa del laboratorio o en el piso envueltos en masacotes de yeso que pesan varios cientos de kilos. También, embadurnadas con varios litros de pegamento, hay piezas en un banco de arena montado sobre la base en cedro que alguna vez -en tiempos de Hidronor todopoderosa- perteneció a una mesa villar.
En medio de semejante desparramo de huesos el observador queda pasmado al imaginar el tamaño que habría tenido el animal.
Por caso, una costilla tiene casi la misma altura que cualquiera de los investigadores (un metro sesenta y cinco centímetros) y un húmero de un metro con setenta.
Por estos días húmedos y fríos, una época en que las expediciones en busca de fósiles se clausuran en estas latitudes, la paleontóloga Edith Simón y su equipo de colaboradores limpian y estudian los huesos del más grande dinosaurio que se haya encontrado en El Chocón, un lugar que no por nada fue rebautizado como el Valle de los Dinosaurios.
Simón, quien es muy amiga de la palabra prudencia, no se anima a dar veredictos, y espera terminar la investigación para decir si la criatura desarmada y despatarrada es pariente o no del Argentinosaurus Huinculensis, el más grande animal herbívoro que caminó en cuatro patas en este planeta.
El "Argentino", un vecino cretácico hallado en Plaza Huincul, midió unos 40 metros de largo y pesó por lo menos 100 toneladas.
"Estudiamos similitudes, y hay piezas que se parecen pero todavía no podemos decir que sea un Argentinosaurus", dice la especialista.
-¿Se puede decir que investigan si es un Argentinosaurus? -pregunta el cronista.
-Podemos decir que investigamos si es Argentinosaurus, no más que eso- responde la mujer que también tiene buenas migas con el vocablo cautela.
La criatura más grande que haya pisado las hoy arcillosas tierras de El Chocón midió por lo menos 30 metros de largo y fue un dinosaurio saurópodo de la familia Titanosauridae del que aún no se sabe la especie.
El animal, el dueño de toda la osamenta que está esparcida en el laboratorio, tenía un cuello interminable que le permitía llegar a las hojas más tiernas, la más altas, de árboles gigantescos cuyas rastros -petrificados- se encuentran desperdigados entre las cañadas aledañas a una amplia zona de El Chocón.
Así proyectado, este dino del Cretácico era 16 metros más largo que el Giganotosaurus Carolinii, el animal más famoso de la Patagonia y embajador ilustre de la villa que investiga y explota a los seductores reptiles extinguidos hace 65 millones de años.
En esto de los tamaños hay un dato clave para los desprevenidos: el Giganoto era carnívoro, que siempre son más chicos que sus potenciales presas.
Y por ende más ágiles que los herbívoros, torpes y calmos, que exponían su porte como principal defensa ante el avance de los depredadores.

Una lucha increíble

Como en el arte se gozan de privilegios estrictamente prohibidos en ciencia, el artista plástico Aldo Beroísa patentó el escenario de una batalla tan posible como increíble.
En un mural de cuatro por dos metros, Beroísa pintó a pincel la pelea entre el Giganoto y el enorme saurópodo: Garras y un bocaza contra la enorme cola que el amigo de las plantas tiernas habría movido como un látigo (ver aparte).
Entre las por lo menos 44 piezas rescatadas en febrero en el campo de la familia Bustingorry, a unos diez kilómetros de la ruta 237, se encontró el diente de un Giganotosaurus, quizá el matador del animal de 30 metros y con un peso de unas seis o siete toneladas.
Los investigadores tienen además unos 20 centímetros de la mandíbula del dinosaurios, varios dientes y unas cuantas piezas por desenterrar.
La campaña final para desenterrar al gigante se realizará del 1 al 11 de febrero, según explicó la paleontóloga Simón a quien le gusta asociarse a la palabra orden.
Por lo pronto, el más gigante de los dinos choconenses está en la selecta galería de los más grandes de la Patagonia Cretácica.
Es decir uno de los más grandes del mundo, y bien podría emparentarse con el fabuloso Argentinosaurus Huinculensis.
Para terminar de develar la incógnita sólo habrá que esperar que los técnicos avancen con sus trabajos.

Una pelea de millones de años

EL CHOCON (AN).- La pinceles de Aldo Beroísa fueron y vinieron frenéticos y lúcidos a los tarros de pintura sintética de todos colores que, asociados en la pared, se hicieron arte y construyeron una imagen increíble. Así, en algo más de tres meses, le dieron forma al majestuoso mural que ocupa la última pared del museo de El Chocón. En escena está la pelea entre el Giganotosaurus Carolinii y el enorme saurópodo que está bajo la lupa los investigadores.
"Empecé en el verano con algunos trazos, iba despacio hasta que me enojé con los que preguntaban "cuándo iba a terminar" y lo terminé en dos semanas", dice Beroísa alimentando eso de que el arte tiene directa familiaridad con los estados de ánimo. En el fondo del mural se observan tres dinos herbívoros en el centro de un escenario natural con enormes araucarias a los costados. En el cielo, algunos reptiles voladores pasean al acecho.
La obra refleja el paisaje que tuvo El Chocón hace unos 95 millones de años cuando los dinos eran amos y señores de estas tierras. A unos pocos kilómetros de la villa están los troncos petrificados de los árboles, en otra dirección las pisadas de los reptiles voladores y hacia donde se apunte los huesos de otros muchos dinosaurios, de los cuales sólo unos pocos fueron desenterrados.

El tamaño y las formas son un dato clave en la investigación

EL CHOCON (AN).- En el último año el museo de la villa El Chocón consiguió conformar un completo equipo de investigadores que encabeza la paleontóloga cordobesa Edith Simón, quien cuenta con el asesoramiento y la colaboración de su colega Jorge Calvo, de la Universidad Nacional del Comahue.
Para Simón, el hallazgo de los fósiles del gigante es "maravilloso" sobre todo por la cantidad y la calidad de los huesos desenterrados en el campo de Manuel Bustingorry, un invalorable colaborador de los científicos de la zona, en cuyas tierras hay otras muchas piezas listas para ser rescatadas.
Este estudio, además, es el primero que se realiza íntegramente en El Chocón precisamente gracias a la conformación del equipo que integran Cristian Albornoz, Matías García, María Castro, Laura Aguirre y Rogelio Zapata.
Por ahora, hay dos elementos clave para determinar si el animal que está siendo estudiado tiene algún parentezco con el Argentinosaurus Huinculensis: el tamaño y la forma de la apófisis espinosa. Simón no quiere ir más allá.
Los huesos del Argentino fueron descubiertos hace más de diez años por el paleontólogo Rodolfo Coria, constituído a esta altura en uno de los máximos referentes argentinos de la actividad. El dino encontrado por Coria exhibe unos huesos de un tamaño descomunal, pero sólo se rescató el 30 por ciento del total de la osamenta. De confirmarse que el de El Chocón es de la misma especie, los científicos podrían completar las piezas del rompecabezas imaginario que los científicos se empecinan en completar. Muy cerca de Los Barreales, Jorge Calvo espera terminar de sacar un bicho que tendría similar tamaño que los mencionados

foto: La agilidad del dino carnívoro, más pequeño, ante la fortaleza del herbívoro Argentinosaurus, el animal más grande del mundo de todos los tiempos.