Jueves 19 de julio de 2001

 

Dos cráneos de dinosaurios pasaron por el tomógrafo

 

Dos cabezas de dinosaurios carnívoros de la región fueron analizados para saber cómo masticaban. Los resultados estarán en 5 meses y permitirán conocer características de los ejemplares.

  NEUQUEN (AN) - A setenta y cinco millones de años de haber dominado las llanuras patagónicas con sus cuerpos imponentes en busca de mamíferos y ejemplares de su misma especie para alimentarse, el Abelisaurus Comahuensis y el Carnotaurus Sastrei, dos enormes dinosaurios carnívoros que se exhiben en museos de la región, fueron sometidos ayer al ojo examinador de las computadoras.
Como sumergidos en un túnel del tiempo, los científicos quieren reconstruir cada detalle de la vida de estos animales de los que hoy sólo se tienen algunas piezas originales, valoradas como el oro. Y como a partir de ellas pretenden develar todos los misterios que encierran los "dinos" que poblaron el planeta, por primera vez en Sudamérica piezas de dos ejemplares fueron sometidas a una tomografía computada.
El objetivo puntual del estudio, que se realizó ayer en el Policlínico Neuquén en una sesión de más de dos horas, es conocer su capacidad para masticar, determinar el poder de sus mordeduras y relacionar esta información con otros datos conocidos. Claro que este tipo de estudio permitirá obtener una amplia gama de información, con precisiones del mayor rigor científico que se pueda pretender en la actualidad.
Por el tomógrafo del Policlínico pasaron las cabezas del Carnotaurus y el Abelisaurus, dos temibles carnívoros del cretácico.
Las mandíbulas dentadas del Carnotaurus, en este caso una réplica de la cabeza construida en poliuretano, fueron abiertas para al pasar bajo los rayos del tomógrafo, quedaran reflejadas en la pantalla multicolor de la computadoras y automáticamente impresas en el papel.
El Carnotaurus, un animal que vivió hace cien millones de años y fue hallado en Chubut, tenía más de 9 metros de largo, 3,50 de alto y pesaba unos 2.000 kilos.
"Una gran particularidad es que siendo carnívoro tenía cuernos, de ahí su nombre. Era muy rápido, cubría 14 metros por segundo (un atleta cubre 10) y de desplazamientos muy ágiles", dijo Gerardo Mazzetta, paleontólogo uruguayo que vino a la zona a hacer este estudio en coordinación con las autoridades del museo Carlos Ameghino, de Cipolletti.
El Abelisaurus fue hallado en 1983 en unas canteras de Cinco Saltos por Roberto Abel, de ahí su nombre. Medía cerca de 10 metros de largo y tenía una altura superior a los 4 metros, pesaba 3.000 kilos y era de una contextura más robusta que su primo chubutense.
"Medidas: 0,85 de largo: 0,65 de alto". Los datos del fósil original de la parte superior de la cabeza del Abelisaurus los arrojó la pantalla del tomógrafo. También se hallaron algunos dientes originales, que constituyen la pieza más valiosa del museo cipoleño que dirige Carlos Muñoz.
Mazzotta dijo que la tomografía le permitirá "determinar el patrón de tensiones que desarrollaban los animales en el cráneo durante la masticación". Sólo en Gran Bretaña y Estados Unidos se han hecho este tipo de estudios, pero en otros dinos.
Los resultados se conocerán dentro cinco meses y permitirán, vinculados a otros estudios, conocer características de estos ejemplares.

Los últimos hallazgos en la región

NEUQUEN (AN) - Que la Patagonia es una de los reservorios paleontológicos más importantes del mundo, parece ser una verdad absoluta de los científicos. Y otra contundente demostración son los fósiles hallados meses atrás por un equipo conformado por científicos del Museo de Rivadavia de Buenos Aires y del museo Carlos Ameghino de Cipolletti.
"En excursiones realizadas este verano, en Cerro Policía, encontramos restos fósiles de cocodrilos y víboras, cuya existencia fue contemporánea a los dinosaurios carnívoros del Cretácico superior", reveló ayer Carlos Muñoz, del museo cipoleño.
Dijo que las piezas se encuentran en el museo, sometidas a los estudios preliminares. "Se trata de ejemplares de enorme valor paleontológico. El cocodrilo tiene cabeza con semejanza a las de un perro y lo hemos denominado "Notosuchus"", añadió Muñoz.
En cuanto a la víbora comentó que se trata "de un animal que además de la estructura característica, presenta patas". Si bien los hallazgos se hicieron hace ya varios meses, Muñoz dijo que no habían sido publicitados. "Es que tenemos que volver a retomar la tarea de campo, porque aún tenemos más piezas por recuperar", señaló.
Indicó que el equipo de estudios fue encabezado por un grupo de científicos del Museo Rivadavia de Buenos Aires, que dirige Fernando Novoa. "No sólo estamos hablando de los hallazgos de Cerro Policía, sino que también hemos encontrado huevos de dinosaurio en la zona de Valcheta y vamos a ampliar los trabajos", añadió.
Estos fósiles podrían también ser sometidos a estudios a través del tomógrafo, según comentó Muñoz, porque permiten obtener nuevos tipos de información.

Foto: El contraste es marcado. Una cabeza de millones de años ingresando a un tomógrafo computarizado.

   
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