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Miércoles 4 de julio de 2001 | ||||||||
Opiniones destacadas |
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El ingeniero consideró que "la cuenca del Limay y el Neuquén está bien controlada, aunque quedan puntos pendientes a resolver, como la realización de estudios que permitan monitorear de una mejor manera cada obra". En otro punto de su exposición, Pujol sostuvo que "desde la concesión, el Estado se desligó de planificar". Sus palabras tuvieron que ver con la falta de previsión para realizar obras complementarias de seguridad luego de la cesión de las represas a las empresas privadas. Ante esto, destacó que es un deber de todos los ciudadanos que viven aguas abajo "exigir a las autoridades que cumplan con la planificación". "Hay un plan de emergencia elaborado por AIC y las concesionarias. Está actualizado, se firmaron convenios con Defensa Civil y se bajó la información a cada uno de los municipios, pero todavía hay fallas en la comunicación a la gente", opinó el representante de Río Negro y actual presidente de la AIC, Horacio Collado. "Es cierto que hace falta un sistema de alarmas en cada ciudad, pero en este momento no hay quién aporte los fondos para la instalación. Los recursos no deben salir de la AIC ni de los concesionarios y por eso plantearemos alternativas al gobierno nacional", comentó luego. Más tarde se supo que la cantidad de dinero necesario para esa obra es de 500.000 pesos. En otra parte de su mensaje ante el auditorio, reconoció que "la AIC falló al no comunicar a los habitantes de la zona sobre los planes de emergencia confeccionados", añadiendo que debe confeccionarse un proyecto rápidamente". "Sin dudas que el tema pendiente es la comunicación. Se necesita un trabajo compartido entre todos los organismos y empresas privadas para saldar esa deuda", sostuvo Erik González, titular de Defensa Civil en Neuquén. González explicó que hace más de un año se planteó el objetivo de nivelar el grado de conocimiento en los municipios sobre las medidas de acción ante una emergencia. "Entregamos de nuevo el PADE y realizamos más de 15 reuniones para avanzar en la tarea. El avance fue importante y ahora prevemos para agosto el primer simulacro en una ciudad", agregó. Sobre la falta de comunicación indicó que "es una cuestión cultural que se ve aguas abajo de la cuenca de los ríos, pero se advierte en todo el país, donde no se avanzó en las pautas de prevención sobre las actividades de la vida cotidiana". Su par de Río Negro, Jorge Amaro, fue más allá y graficó con cifras las falencias en el traslado de los planes de emergencia desde los municipios a los vecinos. "Para poner en marcha el plan de alarmas en cada ciudad hacen falta 500.000 pesos. Para los sistemas de comunicación definitivos, otros 430.000 y para las campañas de difusión y folletería alrededor de 110.000", informó Amaro. El titular de Defensa Civil rionegrina aseguró que todos estos planes ya están diseñados, pero faltan los fondos para poder implementarlos. En este sentido, informó que cada uno de los trabajos fueron presentados ante las autoridades correspondientes del gobierno nacional e incluso se enviaron carpetas a la embajada de Francia, aunque no se obtuvieron los recursos necesarios. Amaro también destacó la importancia de realizar e implementar planes de emergencia antes de que se produzcan las contingencias, algo inédito en el mundo, pero que sin dudas necesita perfeccionarse. Con respecto a la gran concurrencia que hubo ayer, manifestó estar sorprendido, porque "nosotros organizamos más de 33 reuniones y no logramos juntar nunca a todos los sectores interesados". Luego de González y Amaro, la palabra fue para el intendente de Regina, Daniel Miocevic, que detalló las tareas realizadas en su ciudad para la conformación de la junta municipal de Defensa Civil. El jefe comunal se explayó sobre un plan diseñado para la evacuación de la ciudad en caso de colapso total de alguna represa, a través de la ruta 22. "En cinco horas pueden salir de forma organizada 12.000 vehículos, algo que nos permitiría actuar con tranquilidad si se tiene en cuenta que a Regina los problemas serios se presentarían 30 horas después", dijo. Llegado el turno para que las concesionarias hidroeléctricas ofrecieran su postura en el debate, Roberto Fagán, de El Chocón S.A. fue elegido para integrar el panel. El ingeniero desarrolló las obras realizadas por la empresa para la que trabaja y luego destacó las continuas auditorías externas que realiza el Orsep para constatar que todas las centrales hidroeléctricas operan bajo las máximas normas de seguridad. "Buscamos que nos revisen hasta el último de los detalles para lograr la tranquilidad que todos buscamos", indicó Fagán. Además informó sobre los análisis internacionales a los que se someten las represas periódicamente, de los cuales "surgen críticas constructivas a nuestra tarea y nos ayuda a mejorar". Otra de las normas de control nombradas fue el sistema de detección de anormalidades, implementada las 24 horas en las represas. |
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