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SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El cerro Catedral fue escenario de un importante operativo de búsqueda de personas sepultadas por avalanchas. La iniciativa correspondió a la Comisión de Auxilio del Club Andino Bariloche (CAX) la cual fue además la coordinadora del ejercicio. Las prácticas permitieron capacitar a un centenar de personas.
El jefe del grupo, Edgar Köpcke, explicó que los ejercicios son habituales entre los voluntarios de la CAX y que este año se abrieron a otras instituciones pues se pretende que halla más personas capacitadas en rescates de montaña. Köpcke dijo que cada día son más los que se aventuran a esquiar y surfear fuera de las pistas y que por ello hay que aumentar las prevenciones y saber como actuar en caso de emergencia. "En la montaña el peligro existe, hay que saber minimizarlo", dijo.
Los ejercicios tuvieron lugar en tres jornadas e incluyeron charlas teóricas sobre la formación de las avalanchas, primeros auxilios y rescates y manejo de modernos equipos radiotransmisores, como son los "Bips" y "Arva". Ayer se llevó a cabo la práctica en la nieve. Köpcke aseguró que es "sólo una casualidad" de que la práctica se halla realizado en el aniversario de la avalancha que el año pasado matara a dos operarios en Robles.
En el ejercicio participaron los pisteros de ambas empresas concesionarias de medios de elevación, instructores de esquí, miembros de la CAX y personal de la Escuela Militar de Montaña y Parques Nacionales, entre otras instituciones.
El operativo fue dirigido por Pablo Cottescu, instructor de esquí, pistero socorrista y guía de montaña. La CAX puso a disposición de la práctica sus equipos, lo mismo que CAP, en cuyo sector tuvieron lugar las prácticas.
Cottescu explicó que ante una avalancha es imperioso actuar en forma rápida y segura. "Para ello no solo hay que tener el equipo adecuado sino saber usarlo. Hay que tener práctica", sostuvo.
Afirmó que en las avalanchas sólo el 8 por ciento de las personas fallece en los primeros minutos, generalmente por los golpes durante la caida.
Por el contrario, el 70 por ciento logra sobrevivir entre los 15 y 35 minutos posteriores. "Es el tiempo en que deben ser rescatados por sus compañeros. Para ello se requiere que tengan equipos apropiados y experiencia", dijo. Entre los 35 a los 90 minutos las probabilidades de vida disminuyen y es el período en el cual debe trabajar el grupo de rescate.
Los presentes coincidieron que en materia de prevención de avalanchas en Catedral hay varias materias pendientes. Asimismo, que estas prácticas se repetirán al inicio de cada invierno.
Los más propensos a los accidentes de avalanchas son los snowbordistas, ya que su actividad tiene lugar preferentemente en la nieve honda, fuera de las pistas. "Para ello es imprescindible de que cada uno lleve una mochila con una pala y zonda plegable y en lo posible un equipo de radiofrecuencia. Todo este equipo no llega a los 300 pesos.
Esta semana la Justicia se expedirá sobre el accidente en Robles
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- A un año de la mayor tragedia ocurrida sobre las pistas de esquí del cerro Catedral la justicia emitirá un fallo que puede ser importante para la seguridad en las montañas. A semejanza de lo que ocurre en el hemisferio norte la justicia argentina comienza a investigar los accidentes ocurridos en la cordillera.
El l de julio del año pasado, en Robles Catedral, una avalancha arrastró dos máquinas pisanieve y provocó la muerte de sus dos conductores, Ariel Díaz y Rodolfo Salinas y provocó heridas a Julio Díaz. El accidente desnudó serias fallas de seguridad y también improvisación en el operativo de rescate.
La investigación judicial permitió determinar que los pisanieve provocaron la avalancha de placa hacia las 3.30 de la mañana y recién a las 10.30 personal de la empresa constata el accidente. Los dos primeros patrulleros arribaron al lugar pasadas las 11 y lograron rescatar a Julio Díaz, cavando con las manos y los esquies, ya que no disponían del equipo necesario.
Los peritos de la causa constataron que más tarde fue encontrado Rodolfo Salinas, aún con vida, pero falleció en la clínica probablemente por las largas horas que estuvo sepultado en la nieve.
Ayer, en la base del centro de esquí se ofició una misa en recuerdo de los operarios. Participaron sus familiares y una importante cantidad de compañeros de trabajo.
A un año trascendió que "muy pocas cosas han cambiado en lo que hace a la seguridad de los operarios". Empleados de Robles aseguraron que siguen sin contar con los elementos de seguridad necesarios. No obstante, Bogdan Bertoncelj, jefe de patrulla y pistas de Robles Catedral, dijo que fueron pedidas 16 palas y sondas rectráctiles, 8 radiobalizas "Arva 9000" y 3 cinturones con radioemisores. Pero, el equipamiento deberá ser enviado desde Europa y llegaría recién para fines de julio. Los patrulleros los reclaman hace varios años.
El jefe de seguridad en la montaña, Patricio Graziosi, aseguró que las medidas preventivas están tomadas y que la empresa Robles cuenta con las radiobalizas para sus empleados. "Tengo entendido que las concesionarias han incorporado material específico para búsqueda", dijo.
En cuanto al riesgo de que ocurra un accidente similar, explicó que "depende del sistema de trabajo interno de las empresas" y aunque es empleado de la provincia, Graziosi, dijo que no está entre sus atribuciones controlar a las concesionarias y sancionarlas si no trabajan bien. Prefirió no hablar sobre el luctuoso accidente de un año atrás y sólo afirmó que "todo sirve para aprender de las falencias".
El doctor Adrián Brussino, asesor letrado de la provincia, dijo que "hay normas generales sobre la seguridad en la montaña, las cuales protegen especialmente al esquiador". Con respecto a los equipos dijo que "la provincia no puede estar controlando que cada empleado tenga sus herramientas de trabajo". En tal sentido sugirió que los propios trabajadores deberían exigir, con sus gremios, por mejores condiciones laborales.
El diputado provincial y dirigente de la Asociación de Empleados de Comercio Wálter Cortés aseguró haber realizado las denuncias pertinentes a la subsecretaría de trabajo por la falta de equipamiento, pero "jamás hubo una buena supervisión ni un control exhaustivo de la seguridad" en el Catedral.
Reconoció también que el mismo gremio no se puso firme con las empresas porque "la misma desocupación es un condicionante y la gente prioriza el hecho de mantener el trabajo". Asumió incluso una cierta defensa de las firmas operadoras del centro de esquí al decir que "los bípers se los exigimos pero son caros, y cuando empieza la temporada las empresas no tienen ni para el gas oil".
Enmarcó también la falta de controles de la provincia "en el conflicto que existe entre los concesionarios y el gobierno por los incumplimientos de contrato".
El juez se apresta a resolver
El juez de instrucción Miguel Gaimaro Pozzi dijo que antes de la feria (es decir en esta semana) resolverá si dicta el sobreseimiento o imputa responsabilidades penales en la causa abierta por el accidente en Catedral.
La muerte de los dos operarios de la empresa Robles y las heridas de un tercero fueron motivo de una investigación en la que de entrada se descartó la posibilidad de dolo alguno, pero el juez debe determinar si existió un doble homicidio culposo.
En un principio el trámite estuvo a cargo de la jueza Silvia Baquero Lazcano que subrogaba el juzgado 6, pero desde diciembre asumió ese cargo Gaimaro Pozzi.
El juez le dijo a este diario que la causa tiene alrededor de 500 fojas, donde abundan las declaraciones testimoniales y los informes de cada parte. Pero el elemento decisivo era la pericia sobre avalanchas que recién fue incorporada el 19 de junio.
El juez aclaró que esta instancia aborda sólo las responsabilidades penales en el accidente y no se mete con cuestiones del derecho civil, que los afectados podrán reclamar por otra vía. Una de las posibilidades es que la imputación del homicidio culposo recaiga sobre alguno de los trabajadores muertos (si incurrieron en alguna impericia), y de ser sí el caso también quedaría cerrado. (AB)
Los peritos constataron demoras
El trabajo de perito fue realizado por los físicos Eduardo Osquiguil y Rodolfo Pregliasco y resultará clave para la resolución final. Gaimaro Pozzi no quiso hacer ninguna apreciación anticipada pero dijo que en estos días dará por cerrada la investigación y emitirá el dictamen definitivo.
El peritaje analizó básicamente las caraterísticas del terreno donde ocurrió el accidente y el clima y el estado del manto de nieve en los días del accidente. Con estos datos determinaron que en el momento del accidente había máxima peligrosidad de avalancha.
El terreno tiene una inclinación que medía entre 30 y 40 grados, sin anclajes naturales, estadísticamente el lugar donde mayor cantidad de avalanchas de placa se producen. También constataron un importante manto de nieve recién caida, acumulada sobre un manto duro, lo cual favorece los deslizamientos.
Los peritos constataron inexplicables demoras en la constatación del accidente y también falta de equipos considerados imprescindibles en un moderno centro de esquí. También hubo errores de los operarios (AB).
Foto: Las prácticas de búsqueda de personas sepultadas por una avalancha se llevó a cabo en un estricto orden. |