Lunes 30 de julio de 2001 | ||
La realidad, buena vacuna contra la triquinosis |
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Disminuyó el número de casos en Cipolletti |
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CIPOLELTTI (AC)- Argentina es un país endémico por la presencia del parásito Trichinella Spiralis que provoca la enfermedad de la triquinosis. Suciedad, lugares inadecuados y mal cuidados y precariedad de condiciones, son caldo de cultivo para la propagación de este parásito. Sin embargo, y aunque parezca un contrasentido, la realidad social actúa como una barrera que evita que se produzcan casos en la zona. El ser humano se contagia por el consumo de carne de cerdo cruda o poco cocida. Los productos deshidratados en sal, como el jamón, la panceta; o bien los chorizos, son los más comunes y los que pueden transmitir el parásito. Por eso se recomienda no comprar carne de cerdo o sus derivados en locales que no estén especialmente habilitados. Estas sugerencias se incrementan en esta época del año cuando por lo general se faena en los establecimientos rurales de la zona. En este caso, el primer trámite que se debe realizar es un análisis de las vísceras del cerdo, para saber si está libre del parásito. En los últimos años, al menos en esta ciudad, los casos de triquinosis detectados en los animales ha bajado en forma notoria. Sin embargo, según el titular de Bromatología de la municipalidad Eduardo Fernández, este hecho tiene mucho que ver con la realidad social. ¿Porqué? "Las personas que crían a los animales en condiciones precarias y que no toman los recaudos necesarios, tampoco tienen posibilidades económicas de adquirir los elementos para hacer las denominadas facturas", dice Fernández. Y agrega que "como los insumos para hacer chorizos, jamón o panceta son para ellos inalcanzables, prefieren consumirlo en asado u otro tipo de comida. En todo caso venderán el animal a gente conocida quienes seguramente no variarán el menú". Y concluye: "Si no comen sus vísceras crudas, ni hacen productos derivados y en cambio lo cocinan, por más que el cerdo esté enfermo, el parásito no se trasladará el ser humano", reseña el médico veterinario. Recuerda Fernández que el último caso presentado en seres humanos en Cipolletti se remonta a siete años atrás cuando los integrantes de la familia Melipil contrajeron la enfermedad. También la recomendación es para aquellos que se dejan seducir por las ofertas de chorizos. "Se trata de mercadería que básicamente es apta para el consumo, pero que no se produce con los ingredientes adecua-dos. Muchas veces se abusa de los colorantes, de las sustancias grasas para darle una buena presencia, pero por lo general el consumo de esta mercadería termina ocasionando serios trastornos estomacales". En Cipolletti existe un solo establecimiento habilitado para el faenamiento de cerdos y está ubicado en la zona de Cuatro Esquinas. Pero a nadie escapa que a nivel de consumo familiar la actividad es mayor. En este caso se presenta un problema social serio, porque comienza a jugar la subsistencia de las familias. El alimento que se utiliza para mantener a los cerdos de un criancero de estas características es de dudosa procedencia. Es frecuente observar a gente que a bordo de carritos tirados por caballos esperan que de los supermercados dejen las sobras para obtenerla. Por lo general estos desechos (verdura pasada, carne en mal estado, etc.) se convierten en alimento para los chanchos. Sobre este aspecto Fernández aclaró que "el municipio realiza un control sobre las carnicerías y lugares de expendio de este tipo de alimentos, pero no puede ingresar a los predios en donde se crían y mucho menos prohibir la venta de estos animales entre amigos". Se produjeron tres casos en lo que va del año Foto: Los casos de triquinosis disminuyeron notablemente en los últimos años en Cipolletti. |
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