Domingo 15 de julio de 2001 | ||
|
Un "hogar abierto" de Allen está a punto de cerrar |
|
Allí concurren medio centenar de chicos de la localidad con diferentes problemáticas. Funciona desde hace siete años y la situación económica lo puso al borde de su cierre definitivo. |
||
ALLEN (AA).- Un "hogar abierto" para niños de la calle y adolescentes que atraviesan graves problemas sociales, creado hace más de siete años en esta ciudad, se encuentra a punto de cerrar sus puertas a raíz de la grave crisis financiera que atraviesa y las deudas que el gobierno provincial mantiene con ellos, según afirman. La próxima semana, en una reunión a la cual convocaron a participar a distintos sectores de la comunidad, definirán su futuro. El Panaced, un programa de enseñanza no formal de ayuda a "niños en circunstancias especialmente difíciles" brinda contención, asistencia alimentaria y apoyo educacional, a casi medio centenar de chicos de distintos barrios y zonas marginales de Allen. Actualmente reclaman el pago del subsidio provincial, que no perciben desde noviembre del año pasado, para la atención de estos chicos. "El gobierno nos mezquina dos mil pesos por mes para más de 40 chicos, pero no tiene en cuenta todos los chicos que desde aquí salvamos de que no entren al Maruchito. Y ahí tiene que pagar 2.500 pesos por mes, pero por cada chico", protestó Enrique Bösenberg, uno de los integrantes de la institución. "Entonces en este momento hay que pensar en el apoyo a las instituciones de contención de la niñez, que es mucho más barato que después los sistemas reclusivos". Sin dudar ponen énfasis en destacar que éste no es un comedor comunitario más, sino un centro de enseñanza de "cambio de hábitos sociales y culturales", donde el canje con los niños se realiza a cambio de "cariño y contención". Las tareas son llevadas adelante por cuatro colaboradores, que reciben capacitación sobre las problemáticas a las que diariamente deben enfrentarse, ante la ausencia de profesionales, si bien estaba contemplada su inserción en el programa original. "No hay presupuesto para especialistas, y por eso tampoco tenemos un director", se indicó. Incluso la jornada laboral de quienes se desempeñan allí fue reducida a la mitad. Y los salarios son costeados mediante la realización de eventos y distintas actividades barriales, señaló Irene Corihuala, presidenta de la institución. La prioridad de este centro, lo cual además sentó sus bases esenciales, es el cuidado y "recuperación" de aquellos niños que no están contenidos en las escuelas ni en sus hogares. Aquellos que frecuentemente, a pesar de que la mayoría posee un núcleo familiar, deambulan por las calles hasta altas horas de la noche. Estos "en general han vivido frustraciones con sus mayores de referencia naturales, el padre que es golpeador o que se fue, o con la madre. Entonces acá se produce un nuevo vínculo afectivo con ellos y se trabaja sobre eso", explicó Bösenberg. "Acá vienen y se van cuando quieren, y tratamos de que tengan contención, atención de la higiene, de la salud y además aprenda. Pero los padres siguen siendo los responsables", agregó. Canjean cariño por hábitos del callejeo Decenas de caritas brillan contentas cada mediodía frente al plato de comida caliente que a diario reciben en la capilla San Maximiliano Kolbe de esta ciudad, donde funciona el Panaced. Sin embargo éste no es un comedor barrial como tantos otros que están distribuidos en toda la región. También se ofrece educación y espacios de recreación. |
||
® Copyright Río Negro Online - All rights reserved
|
||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación |
||
|