Domingo 8 de julio de 2001 | ||
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Contexto: La escuela y el elefante o cómo el director promueve los cambios |
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Un cuento sufi dice que a un pueblo de ciegos llegó un rey con su cortejo. Tenía un poderoso ejercito y un elefante lo integraba. Algunos ciegos decidieron ir al encuentro del elefante al que no conocían. Lo tantearon para reunir información, palpando alguna parte de su cuerpo.
Cada uno pensó que sabía algo porque pudo tocar una parte de él. Al volver a su pueblo, los vecinos les preguntaron como era el elefante "buscando equivocadamente la verdad de boca de aquellos que estaban errados." Es una cosa grande y áspera, ancha y extensa como una alfombra, dijo uno tocando su oreja. El que había palpado la trompa dijo " yo conozco los hechos reales, es como un tubo reto y hueco, horrible y destructivo. Un tercer ciego tocó sus patas y concluyó " Es poderoso y firme como un pilar" Cada ciego había palpado una sola parte de las muchas. Cada uno tenía una percepción equivocada. Ninguno conocía el conjunto: el conocimiento no es compañero de estos ciegos. Todos imaginaron algo, algo equivocado. Muchas veces, en las escuelas, los maestros funcionamos como un barco a la deriva, perdiendo el rumbo y sacando falsas conclusiones de la realidad. Tal como estos vecinos que pensaron que la verdad estaba de su lado, a veces son ciegos a la hora de tomar decisiones, reconocen muchos de ellos. "No sabemos interpretar los datos ni la información de la que disponemos". Y así desaprovechan la oportunidad de tocar lo que Peter Senge llama el punto de apalancamiento: ese lugar, ese espacio potencial que, con menor esfuerzo, produce un cambio en la escuela. Muchas veces ese punto de apalancamiento es un logro, una fortaleza institucional que impacta en la organización, produciendo cambios significativos. La motivación del equipo docente puede ser ese logro; la formación de los profesores de algunas áreas puede ser otro; la comunidad de padres y su participación, el alto nivel de logros de aprendizaje de los alumnos de un ciclo y un proyecto exitoso son algunos ejemplos de puntos de apalancamiento que se pueden aprovechar y potenciar. Durante muchos años se supuso que la innovación en la educación pasaba por buenos docentes con buenas prácticas y contenidos afianzados. Hoy se sabe que esto es necesario, muy necesario, pero no suficiente. ¿Cuántos han participado en proyectos innovadores en escuelas que, por permanecer refractarias al cambio neutralizaron las motivaciones? La investigación actual ha puesto en evidencia que la innovación y las reformas tienen como unidad de cambio a la escuela. No es la suma de los cambios individuales de los docentes en cada aula lo que dará como resultado una escuela en transformación: se requiere una nueva mirada capaz de afectar profundamente las prácticas y creencias. En las escuelas en transformación hace falta una visión totalizadora de la unidad escolar, una visión completamente amplia que permita y valore el disenso y que considere al conflicto como el "motor de cambio" y no ya como una "molesta disfunción". Podría decirse que los procesos de organizar y gestionar las instituciones escolares con una mirada transformadora son un tema pendiente. A la hora de definir los nuevos roles de Dirección, se necesita trabajar con los datos de la realidad y no con las creencias o imágenes folklóricas de la escuela. "Necesitaremos, en primer lugar , hablar de procesos complejos, multidimensionados, multifacéticos y contingentes , que demandan marcos conceptuales y de acción específicos. Para ser director es necesario formación y capacitación específica", afirman los especialistas. La diferencia básica entre un barco a la deriva y un barco con rumbo está en que el capitán, además de estar presente en el puente de mando, toma decisiones sobre las tareas que todo personal del barco debe llevar a cabo. Es la acción directiva la que permite que la institución navegue en la dirección elegida. La acción directiva es un proceso organizativo de carácter complejo ya que intervienen muchos factores que la configuran. Hay que tener en cuenta que no solamente se desarrolla en el puesto del director sino que puede analizarse desde una perspectiva más amplia: dirección, jefes de departamento coordinador de ciclo, coordinador de proyectos, etc. Es indudable que pensar hoy en instituciones educativas que trabajen con el contexto, es pensar en grados crecientes de autonomía escolar y participación. Tal como los vecinos del cuento del elefante, muchas veces los directores no tienen en cuenta la escuela como un todo y las decisiones se toman en forma intuitiva y poco integrada. Cada pieza que se toque en la escuela tendrá su impacto en la totalidad y que sin el compromiso y la participación de todos los integrantes, la tarea no llega a buen puerto. Los nuevos desafíos para la escuela del futuro toman el rumbo de la nueva dirección. Ayer comenzó a escribirse desde Roca. |
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