Jueves 5 de julio de 2001

 

Neuquén tendrá fiscales especializados por delito
 

Es un cambio profundo en la metodología de trabajo de la Justicia Penal neuquina. Se implementará a partir de agosto. Dejará de existir el turno judicial como método de distribución del trabajo. En vez de eso, habrá fiscales especializados en homicidios, robos, corrupción y delitos complejos. También una mesa de entrada única para todas las denuncias. Dicen que es para aprovechar mejor los recursos. Y lograr respuestas más eficientes ante la ola delictiva.

  NEUQUEN (AN)- La justicia penal cambiará profundamente su forma de trabajar en esta capital. A partir del 1 de agosto habrá fiscales especializados en homicidios, en robos violentos, en criminalidad organizada y en delitos contra la administración pública. Cuando el nuevo sistema esté en marcha algunas causas podrán llegar a juicio 30 días después de cometido el delito, se centralizará el tratamiento de los casos y desaparecerá el clásico turno judicial como método de distribución de tareas. Neuquén será la primera provincia en imponer este modelo, en el cual ya se interesaron otros estados.
Los objetivos específicos del nuevo sistema son mejorar la gestión de la criminalidad compleja y reducir la impunidad; facilitar la fijación de prioridades; mejorar la calidad de las investigaciones y favorecer una mejor actuación en los juicios; brindar respuestas más rápidas y optimizar recursos para evitar la dispersión de esfuerzos.
Los fiscales que ocuparán los roles creados son los que desempeñan funciones actualmente como titulares y adjuntos, y serán redesignados en sus nuevos puestos en los próximos días. Para determinar qué especialidad asumirá cada uno se consideró su perfil de trabajo pero también se les hizo una encuesta y se tomaron en cuenta sus aspiraciones personales.
Además habrá una reasignación de personal en cada área, se implementará una guardia permanente para atender situaciones urgentes o consultas y será ampliado el horario de atención al público.
Los cambios han provocado una pequeña revolución en el edificio de Yrigoyen 175, donde funcionan las fiscalías de la Primera Circunscripción. Tienen competencia sobre Neuquén capital, Centenario, Plottier, Senillosa y Rincón de los Sauces entre otras localidades. En ese área se producen dos de cada tres delitos que ocurren en toda la provincia.
Por ahora esta reforma solamente alcanza al ministerio público fiscal, pero impactará también sobre la forma de trabajar de los juzgados de Instrucción y la policía.
La nueva metodología de trabajo fue aprobada por el Tribunal Superior de Justicia, según informó ayer su presidente Rodolfo Medrano (ver aparte). Aunque no tiene relación con la reforma del Código Procesal Penal, que la semana pasada comenzó a ser debatido en la Legislatura, apunta en el mismo sentido: una prestación más eficiente del servicio de justicia.
Así lo explicó a "Río Negro" el fiscal Ricardo Mendaña, líder del equipo que impulsa estos cambios.

Antes y después

Para comprender los alcances de la modificación hay que tener en cuenta el sistema actual de trabajo. Las seis fiscalías (hay también dos de menores) están divididas en dos zonas. Cada quince días, una fiscalía por zona está de turno. Todos los delitos que se cometan en ese lapso ingresan a las fiscalías que están de turno para ser investigados. Pueden ser desde violaciones hasta robos, desde homicidios hasta estafas.
Este sistema, similar al que se aplica en todo el país, ha demostrado sus falencias. Según Mendaña, es rígido; no hay especialización; provoca una alta congestión de casos; disparidad en el tratamiento de los asuntos; genera ámbitos de superposición, tensión y confusión; gran heterogeneidad de los requerimientos; insatisfactoria gestión fiscal en asuntos complejos u otros que reclaman especialización e inadecuado tratamiento de las causas con autores desconocidos, que son mayoría.
También se ha detectado inadecuada asignación de tareas y funciones; insuficiente capacitación de los operadores del ministerio público fiscal; dispendio de recursos y dispersión de esfuerzos; deficiente gerenciamiento de los recursos humanos y deficiencias a nivel de la capacitación y entrenamiento.
Con el nuevo método de trabajo, desaparecen los turnos judiciales para las fiscalías. En cambio, se crean agencias fiscales especializadas en áreas delictivas, coordinadas por un fiscal general.
Así, todos los delitos que se produzcan ingresan por esa fiscalía general y de coordinación, que derivará las investigaciones hacia seis agencias fiscales: para Delitos Juveniles; de Gestión Rápida; para Delitos Violentos contra la propiedad; para Graves Atentados contra las personas; para Delitos Complejos y Criminalidad Organizada y para Delitos contra la Administración Pública .
Los objetivos que se aspiran alcanzar con esta nueva metodología son: reducir la impunidad; facilitar la fijación de prioridades; mejorar la calidad de las investigaciones; brindar respuestas más rápidas; optimizar recursos y evitar la dispersión de esfuerzos; brindar una atención más satisfactoria a las víctimas; mejorar el sistema de recepción de denuncias; aumentar la productividad; preparar al ministerio público fiscal para asumir mayor intervención y reducir el trabajo de los juzgados de instrucción.

Guillermo Berto
   
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