Lunes 2 de julio de 2001

 

El testimonio de una mujer que conoce de batallas y de derrotas
 
  CUTRAL CO (enviado especial).- "El día que empezó la pueblada fui a la ruta a buscar a mis hijos. Fue raro, pero empecé a andar y me encontré con mucha gente amiga. Cuando estás en la ruta no querés irte, querés quedarte, estás muerto de cansancio y te vas, pero volvés enseguida aunque haga frío, eso también es raro".
Verena Sepúlveda tiene 43 pero aparenta más. La mujer de contextura robusta carga con una historia de trabajo duro, que se refleja en las manos, en el cuerpo y en la cara.
La mujer vive en la casa de su padres, Juan (76) y Carmela (78), y allí también están su hijo Pablo, de 16. "Entre todos salimos adelante, como podemos", dice.
Su hija Patricia, de 21 años, es estudiante universitaria de enfermería y vive en Neuquén. "Ella es una luchadora y va a tener un título para defenderse en la vida".
En 1996, Verena dividió los seis días del reclamo popular entre su trabajo y la ruta 22. "Iba al trabajo y volvía a la ruta, a estar con la gente", recuerda la mujer que luego de las puebladas se sumó "para colaborar" a la delegación cutralquense de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). Ella es una de los 2348 subocupados de Cutral Co que reciben entre 140 y 160 pesos mensuales.
"Estoy en el plan textil, la idea es confeccionar ropa. Ahora nos están queriendo convencer de que firmemos para pedir un préstamo de 3.000 pesos que nos sirva para comprar insumos en Buenos Aires. Yo no estoy muy de acuerdo".
-¿Por qué? -le preguntó el cronista.
- Porque por más que haya buenas intenciones hay muchos compañeros que jamás enhebraron una aguja. Lo otro es que por más barato que compremos los insumos y por más bueno que sea nuestro trabajo nunca vamos a poder competir con los chinos, que están en todos lados.
-¿Cree en los proyectos productivos?
-A mi me parece que por más que se empeñen a un pueblo petrolero nunca se le va a poder enseñar a plantar lechuga. Esto parece el mundo del revés: Acá hay que buscar otra cosa, pero yo soy especialista de nada.
-¿Cómo se las arregla para vivir con 140 pesos?
-Hago empanadas y prepizzas los fines de semana y cualquier trabajo que me pidan, yo siempre trabajé y voy a seguir trabajando toda la vida.
-¿Antes de la pueblada había tenido militancia?
-Yo había estado con el sindicato de empleadas domésticas, una vez hice una reunión en mi casa para hablar con otras compañeras y el día de la reunión me encontré que eran 200 mujeres las que habían venido.
-¿Cree que las cosas van a cambiar?
-Yo siempre quiero creer, pero siempre me terminan demostrando que nada va a mejorar.
   
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