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Domingo 1 de julios de 2001 | |
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El complejo Salto Andersen, en el cajón del olvido |
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En su momento fue una obra que los habitantes de Río Colorado reclamaban.El proyecto hidroeléctrico iba a generar opciones en el sector agroindustrial. |
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| El complejo hidroeléctrico Salto Andersen fue una obra que en su momento despertó un inusitado interés en esta zona porque abría nuevas perspectivas en el campo agroindustrial. Sin embargo, luego de varias marchas y contramarchas, la obra no se concretó y el proyecto terminó guardado en el cajón del olvido. Mas allá de esta frustración, resulta llamativo que siendo una obra de vital importancia para Río Colorado, sólo se percibe un manifiesto silencio de las autoridades y fuerzas vivas de esta comunidad. A partir del momento en que la obra quedó trunca, no se alzó ninguna voz para intentar defender y reflotar la iniciativa. No hubo una reacción que insistiera sobre el tema a fin buscar otras alternativas para lograr su concreción. El proyecto original de la obra contemplaba, una vez puesta en marcha, la generación de energía suficiente para abastecer a toda esta región, mientras que el sobrante ingresaría a la red madre con destino a otros lugares de la región. Con este complejo, no sólo se lograría brindar el servicio a una buena parte de la zona rural con las ventajas que ello implicaría al sector, sino que también beneficiaría al consumidor domiciliario en cuanto al costo de consumo. Intentar hacer una cronología de lo acontecido sobre este tema resultaría muy engorroso teniendo en cuenta las idas y venidas que hubo en el sinuoso camino recorrido. Todos los convenios y alternativas que se barajaron en cada oportunidad fracasaron una y otra vez. Hoy por hoy, nadie parece ser responsable de tal fracaso, por lo que seguramente resultó mucho mas cómodo archivar lo actuado en algún cajón de escritorio que por ahora se mantiene cerrado bajo siete llaves. Cuando Horacio Massaccesi era gobernador de la provincia se adjudicó la construcción de la central hidroeléctrica a la New World Power Corporation, con un eventual aporte importante de capitales norteamericanos. Sueño riocoloradense En aquellos momentos pareció que los riocoloradenses despertaban de un largo sueño que duraba ya 50 años, y por tal motivo exteriorizaron su satisfacción porque al fin alguien se animaba a convertirlo en realidad. Sin embargo el entusiasmo duró muy poco. Las chances de ponerlo en marcha de desvanecieron pronto y el ansiado proyecto volvió a dimensiones oníricas. Los problemas A poco tiempo de firmarse ese convenio, la empresa adjudicataria inició los trabajos preparatorios, pero también comenzaron las dificultades en el aspecto económico-financiero, que derivó en pleitos con las firmas que fueron subcontratadas para realizar las tareas específicas. En resumidas cuentas, la empresa no contaba con el dinero correspondiente y, además, los inversionistas que supuestamente iban a ingresar al proyecto se apartaron sin explicaciones, lo que hizo que todo terminara, abortándose el convenio rubricado oportunamente. De acuerdo a los requisitos de aquel convenio, la empresa adjudicataria debía depositar como garantía un millón de dólares, que perdería en caso de no cumplir con lo firmado. Muchos se hacen la pregunta de si efectivamente esa suma fue depositada, y en caso de haberlo hecho, cuál fue el destino final del dinero. En definitiva, lo que queda en este breve repaso, es el total estado de abandono del predio, lo que agrega una desilusión más a una comunidad que sigue soñando pero ya con una actitud de cierta resignación. Alberto Tanos |
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