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Domingo 1 de julio de 2001 | |
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En Allen apuestan a fabricar ladrillos |
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Si bien no les da grandes ganancias, unas veinte familias se asocian para producir en gran escala |
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| ALLEN (AA).- Con grandes expectativas puestas en el desarrollo de una nueva actividad económica que prospera en el sector norte de esta ciudad mayormente, recientemente quedó conformada la "Asociación de Pequeños Horneros de Allen". Allí confluye alrededor de una veintena de familias que se dedica a la fabricación de ladrillos. Algunos desde hace varios años y otros en forma más reciente. Sin embargo la crítica situación económica que se vive actualmente, no ajena al marco económico general en que se desenvuelve el país, ha sumergido a los pequeños productores de esta zona, en una verdadera "encrucijada", según consideran. Donde el peso de la balanza debe inclinarse hacia seguir adelante o abandonar la tarea. Aunque muchos de ellos reconocen que "a estas alturas", sin francas posibilidades de encontrar nuevos horizontes laborales, ésta se convierte en una de las únicas salidas posibles. Precisamente la idea de conformar esta asociación entre microemprendedores horneros surgió ante la posibilidad de poder acceder a algún programa de ayuda a fin de poder comenzar a producir a mayor escala, comercializar en otras ciudades e incluso presentarse en licitaciones públicas, según indicaron los protagonistas. No obstante no desconocen que los caminos para conseguir algún tipo de ayuda o financiamiento, que les permita brindar un mayor impulso a su actividad, son complicados y a menudo presentan muchos obstáculos. "Queremos acceder a algún subsidio o un crédito para comprar las cosas que nos hacen falta y poder empezar a trabajar. Mi marido hace tres meses que está en pisadero para hacer el ladrillo, pero por las lluvias perdimos la mitad porque no teníamos plata para contratar a más gente que nos ayude", afirmó preocupada Dora Gómez. "Ya hace varios meses que venimos haciendo gestiones, así que estamos esperando respuestas". Con el rostro cuarteado por el polvillo, la tierra y el frío que arrastra desde otras tantas épocas del año como esta, Italo Zárate parado a un costado de su vieja bicicleta, reconoce que a pesar de que se dedica a esta actividad desde hace más de una década, aún los réditos son escasos. "Todavía no da mucho, es cierto... pero por lo menos es de uno. Antes trabajaba en una planta de jugos concentrados, pero perdí el empleo. Ahora nos dedicamos con mi hijo a esto", comentó. El horno que posee "lo levanté con mucho esfuerzo, con mis propias manos. Con lo poco que me sobraba mientras trabajaba en las chacras", agregó. Esta actividad que brinda un sustento laboral a casi medio millar de personas en esta localidad parece extenderse cada vez más en la zona norte. Sólo allí más de sesenta hornos, según datos relevados desde la comuna local, están en funcionamiento. La producción ladrillera de aquí es valorada en la región, y es comercializada no sólo en distintas ciudades del Alto Valle, sino también en diversas provincias patagónicas desde Neuquén a Chubut, según se manifestó además. Hugo Reyes, comenzó a conocer a fondo la tarea de la fabricación de ladrillos desde hace más de una veintena de años. Y no duda para nada al afirmar que hoy la crisis que se vive es "dura". "Los mejores tiempos fueron hace unos diez años atrás, pero ahora esto está difícil para los que trabajamos así". Un pilar de la economía local La elaboración de ladrillos se ha convertido a partir de los últimos años en uno de los pilares esenciales en la economía de la localidad, según se sostiene desde el municipio allense, por lo cual ha habido diversos intentos de llevar adelante un proyecto destinado a organizar la actividad. |
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