Martes 31 de julio de 2001

 

Crecen la tensión y la psicosis de inseguridad en Israel

 

Seis palestinos murieron en una represalia del ejército israelí.

  Gaza (Télam-EFE).- Seis personas murieron y al menos veinte fueron heridas durante el fin de semana en enfrentamientos entre palestinos y soldados israelíes en Cisjordania, en tanto que helicópteros de Israel bombardearon ayer un edificio de la Policía Palestina en la franja de Gaza, donde supuestamente existía una "fábrica de armas".
De acuerdo a las informaciones oficiales del Ejército israelí, el bombardeo de ayer también fue en respuesta al ataque palestino contra la colonia judía de Kfar Darom, en el que fue herida una nena de 7 años.
Los palestinos, en tanto, acusan a Israel del asesinato de seis militantes de Al Fatah, el grupo del líder palestino Yasser Arafat, en una explosión registrada el domingo en Cisjordania.
Los blancos del nuevo ataque aéreo, el segundo en los últimos cuatro días, fueron una comisaría y una academia de Policía al este de la ciudad de Gaza "donde los palestinos fabricaban proyectiles de mortero", según un comunicado del Ejército israelí.
En el ataque resultaron heridos cuatro policías palestinos, uno de ellos de gravedad, informaron fuentes palestinas.
Este nuevo ataque israelí se enmarca en la política de "golpe por golpe" adoptada recientemente por el gobierno del primer ministro Ariel Sharon, como parte de la "defensa activa" al entrar en su décimo mes de la Intifada (alzamiento palestinos) en Gaza y Cisjordania.
"Hay intentos concretos por parte de los palestinos de introducir a Jerusalén en la ola de violencia", aseguró el jefe de la Policía de ese distrito, comisario Micky Levy. Ayer, en la Explanada de las Mezquitas (Monte del Templo para los judíos), en Jerusalén, tuvieron lugar los primeros disturbios cuando un grupo de judíos ortodoxos de extrema derecha intentó poner la piedra basal del Tercer Templo, donde resultaron heridos 27 palestinos y 15 policías israelíes.
Horas después, un coche bomba explotó en un edificio residencial en un barrio judío fuera de los límites de la "Línea verde", la frontera invisible que separa Israel de Cisjordania.
El estado de psicosis en Jerusalén, y también en otras ciudades israelíes, llegó a tal nivel que el simple estruendo de una lata de cerveza en un supermercado generó el pánico entre la población y provocó el despliegue de los servicios de emergencia antes de confirmarse los hechos.
A las explosiones y falsas alarmas, se sumó ayer un ataque a cuchilladas contra un ortodoxo judío, cerca de la ciudad vieja de Jerusalén, que ingresó en un hospital de la ciudad con heridas de extrema gravedad. Otros cuatro ciudadanos judíos fueron heridos en ataques similares.
Por su parte, Nabil Abu Rudeina, consejero del presidente de la Autoridad Palestina (ANP), Yasser Arafat, calificó el ataque contra los edificios policiales como "nuevo crimen" contra su pueblo. Abu Rudeina exhortó a la comunidad internacional y especialmente a Estados Unidos a "actuar rápidamente para poner fin a la agresión israelí y garantizar la protección de los palestinos". El ministro palestino de Información, Yasser Abed Rabbo, responsabilizó al gobierno de Sharon de "ese crimen odioso que podría provocar una explosión en la región". Más de 10 mil personas que asistieron en Al Farah, cerca de Naplusa (Cisjordania) a los funerales de los seis activistas de las "Brigadas de los Mártires de Al Aqsa", rama armada del Fatah.

Tierras a cambio de no más violencia

JERUSALEN (Reuters) - Un documento del Ministerio de Relaciones Exteriores israelí filtrado ayer a la prensa sugiere la entrega de "generosas" porciones de tierra como una forma de que el presidente palestino, Yasser Arafat, cambie la violencia por las negociaciones de paz.
El documento, elaborado por la división de Inteligencia del ministerio y obtenido en un primer momento por Radio Israel, no exigió el fin de la violencia palestina como prerrequisito para negociar, como pide el primer ministro israelí, Ariel Sharon.
El texto no fue llevado el lunes a la reunión semanal del gabinete, pero parece sugerir diferencias entre Sharon y al conciliador canciller Simon Peres sobre cómo poner fin a los 10 meses de levantamiento palestina contra la ocupación israelí.
Peres estaba de visita en Sudamérica cuando fue publicado y aún no ha comentado el documento, que parecía reflejar posiciones defendidas por el destacado miembro del Partido Laborista, que ahora está aliado con el derechista Sharon.
     
     
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