Toledo promete "guerra frontal" contra la pobreza y reformas políticas
Asumió como nuevo presidente del Perú.Habrá un civil en Defensa para cambiar las FF.AA.
El economista de marcados rasgos indígenas se transforma así en la nueva ilusión de un Perú sumido en una crisis moral y económica que golpea a sus 26 millones de habitantes, de los cuales más de la mitad viven en la pobreza.
"Tengo la firme determinación de iniciar una guerra frontal contra la pobreza. Este es mi compromiso. A este objetivo dedicaré toda mi fuerza. Este es y será el eje central de mi gestión y de este objetivo no me mueve nadie", aseguró Toledo durante su discurso de asunción en el Parlamento peruano.
Previamente, juró por "Dios, por la Patria y por los pobres de Perú", en medio de los aplausos de los asistentes, entre ellos trece presidentes de América Latina y dignatarios de numerosos países y representantes de organismos internacionales. La ceremonia de toma de posesión del nuevo gobernante se inició en el Congreso a las 10.30 hora local (12.30 en Argentina) con la presencia de 12 jefes de Estado latinoamericanos -el presidente Fernando de la Rúa, uno de ellos- y el heredero de la Corona de España, el príncipe Felipe.
Antes de dirigirse a la numerosa audiencia presente, el flamante presidente abandonó el estrado y se acercó al ex jefe de Estado, Fernando Belaúnde, para abrazarlo, en un imprevisto acto de homenaje a quien gobernó Perú de 1963 a 1968 y de 1980 a 1985. De regreso al púlpito, Toledo abrazo y besó a su padre.
Al iniciar su mensaje, Toledo enfatizó que se inicia "un nuevo amanecer democrático irreversible" y recordó que hace un año era casi imposible imaginar los acontecimientos acelerados que llevaron a los peruanos a las conquistas democráticas y "a levantar el manto de corrupción y mentira" del gobierno del destituido Alberto Fujimori.
Complicado panorama
Toledo recordó que en Perú viven 4,5 millones de personas en la pobreza extrema; uno de cuatro niños menores de cinco años está desnutrido y existe una mortalidad infantil cinco veces más alta que la de los países vecinos."No puedo cerrar mis ojos y mi corazón a este cuadro dramático de pobreza", dijo.
Estimó que los peruanos deben fortalecer la frágil institucionalidad del país, esclarecer la verdad de las violaciones de los derechos humanos y enfrentar con firmeza la corrupción.
También rindió "público reconocimiento" a su antecesor, Valentín Paniagua y a su primer ministro, Javier Pérez de Cuéllar, ex secretario general de la ONU.
El flamante mandatario se refirió únicamente a sus invitados internacionales para solicitarles a los gobernantes de todas las naciones sudamericanas y Panamá, "la inmediata congelación de la compra de armas en la región".
El discurso del nuevo gobernante fue interrumpido constantemente por sus seguidores a coro con el lema "Toledo, corazón", y a su conclusión la mayoría de los parlamentarios se unieron al grito de "Japón, devuelve al ladrón", en referencia al depuesto presidente peruano Fujimori, refugiado en ese país.
Aunque reiteró con énfasis su compromiso por "esclarecer la verdad de las graves violaciones de derechos humanos" cometidas durante los últimos años en Perú, aclaró que gobernará sin "revanchismos".
El nuevo presidente peruano anunció también que someterá a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional de Perú (PNP) a una "profunda reestructuración", y que, al frente de los ministerios de Defensa e Interior, designó a civiles para que dirijan los servicios de inteligencia e información del Estado.
Respecto al que -según dijo- será el principal compromiso de su gobierno de cinco años, Toledo subrayó que llegó el momento de "devolver descentralizadamente a los pobres de los últimos rincones del Perú olvidado, la posibilidad de salir de su pobreza y marginación a través del empleo digno, de la educación de calidad y salud con integridad". Como parte de la lucha contra la pobreza prometió crear 400.000 puestos de trabajo al año en diferentes actividades para los próximos cinco años dentro del objetivo de dar a la economía un rostro humano, tal como lo prometió en su campaña electoral.
Por otro lado, afirmó que "es necesario actuar con rapidez en la lucha contra la inflación y el desempleo" y que Perú "está listo listo para una economía de mercado con rostro humano".
Comparado por sus simpatizantes con Pachacutec, un conquistador inca, Toledo se convirtió en el presidente número 66 de la vida republicana de este país. Toledo no la tendrá fácil en su gobierno debido a las amenazas de protestas. Asimismo, su partido, Perú Posible, no tiene mayoría en el Congreso, pues la segunda fuerza en el legislativo está en manos del APRA, el partido que postuló a su rival, el ex presidente Alan García.
Toledo se prepara ahora para participar hoy en una ceremonia "mágica" en la ciudadela inca de Machu Picchu, en Cusco para reinvidicar su origen andino. (Reuters/EFE/Télam-SNI)
Paniagua dice que se termina "la república autocrática" de Fujimori
Lima .- El presidente saliente de Perú, el jurista Valentín Paniagua, sostuvo ayer que la historia le dio la oportunidad de liquidar definitivamente la república autocrática y que "nos convirtió en coprotagonistas del nacimiento de la república democrática".
De este modo, Paniagua entregó la banda presidencial al presidente del Congreso, Carlos Ferrero.
El presidente saliente dijo que esta es la república "que debe realizar por fin la promesa y el sueño de la vida peruana bajo los signos del cambio, del diálogo, la concertación, la solidaridad y la afirmación de la identidad nacional y de la fe en el futuro".
En su discurso, Paniagua rindió homenaje a todos los observadores nacionales e internacionales que dieron fe de la limpieza y transparencia del proceso electoral, y de la legitimidad de las elecciones que dieron como ganador al economista Alejandro Toledo.
Paniagua dijo que Perú "logró su total reinserción en la comunidad internacional, cumpliendo con las resoluciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos". Paniagua, de 64 años y perteneciente al centrista Acción Popular, asumió el 22 de noviembre del año pasado, en su calidad de presidente del Congreso, tras la destitución del ex mandatario Alberto Fujimori.
Nostalgia desde Japón
En tanto, el depuesto ex presidente de Perú, dijo ayer desde Japón mediante su página Web que extraña con "nostalgia" a los peruanos y esperaba que los nuevos gobernantes del país no defrauden. En la página, (www.fujimorialberto.com), Fujimori, afirma que el nuevo mandatario peruano, Alejandro Toledo, recibirá un país que ya tiene cimentadas "bases sólidas" para construir su desarrollo. Recordó que el 28 de julio de 1990 tomó las riendas "de un país arruinado, colapsado" y que "la galopante hiperinflación, el terrorismo, la extrema pobreza, el permanente riesgo de la guerra, son sólo algunos títulos en la larga lista que heredé". "Este 28 de julio es distinto; mi gobierno, con errores que reconozco, dejó cimentadas las sólidas bases para el desarrollo y para un Perú posible", agregó.(Télam/SNI)
El "cholo" enigmático
Alejandro Toledo, el ex lustrabotas que vivió en pellejo propio la miseria y la discriminación racial, juró ayer como el primer presidente de ascendencia indígena del Perú, después de una ardua lucha electoral de más de un año.
Será la coronación de una vida de telenovela, en la que sin embargo no representará al aséptico galán clásico, sino al personaje controvertido, con tintes oscuros, en el que virtudes y defectos se mezclan hasta convertirlo todo en un gran enigma político.
Alejandro Celestino Toledo Manrique nació el 28 de marzo de 1946 en el remoto poblado indígena de Cabana, desde donde sus padres, un albañil y una lavandera, lo llevaron muy pequeño al puerto de Chimbote, aquel que lo viera crecer como lustrabotas y vendedor y en donde estudiara con libros prestados y con papel de envoltura como cuaderno. Pudo ser un albañil más que se hundiera en la miseria que le mató a seis hermanos, pero su tenacidad, el talento y la pizca necesaria de suerte le permitió formarse como economista en la prestigiosa universidad estadounidense de Stanford. En EE.UU comenzó a soñar con la presidencia mientras escalaba posiciones en la ONU, en el Banco Mundial o en la célebre Universidad de Harvard.
En 1995 pretendió llegar a la presidencia . Sufrió una derrota , pero intentó de nuevo en el irregular proceso de 2000. Fue ahí donde ocurrió el milagro. Mientras la guerra sucia del régimen destruía a opositores más avezados, Toledo se vio convertido en la cara de la oposición al candidato-presidente Alberto Fujimori. La terquedad y la valentía con que el candidato se negó a admitir la derrota en un proceso sucio fueron determinantes. Sacó a la gente a las calles y el régimen autoritario se desplomó.
La vida de Toledo también está llena sombras. Su discurso político no es claro: a veces luce liberal, a ratos populista. Sus contradicciones se han hecho célebres, tanto como su pésimo manejo del castellano. No oculta un profundo amor por sí mismo, que lo lleva a autocompararse con Pachacútec, el mítico líder inca.
Su vida privada es tumultuosa. Se dice que es el padre de una niña de 13 años y tiene una afición desmedida por las mujeres. Un análisis médico señala que al menos una vez consumió cocaína . Y qué decir de su matrimonio con la polémica antropóloga franco-belga Eliane Karp, ventilado en las comisarías.
Advertido de la confianza que proyecte su administración desde el inicio es clave, Toledo se supo rodear de un equipo ministerial de primer nivel.El tiempo aclarará las dudas. (DPA)
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