Toledo asume el duro desafío de recuperar al Perú
El economista Alejandro Toledo asume hoy la presidencia y se transforma en la nueva esperanza de los peruanos para superar la grave crisis económica y política que afecta al país. Hoy jura ante el Congreso y viaja a Machu Picchu para encabezar una ceremonia “mágico-religiosa”.
Además deberá en su mandato de cinco años restablecer la confianza de los 26 millones de peruanos, castigados también antes por la violencia de grupos guerrilleros.
Sustituyendo al mandatario interino Valentín Paniagua, quien remplazó al ex presidente Alberto Fujimori en noviembre, Toledo, de marcados rasgos indígenas, es la nueva esperanza para los peruanos. Fujimori fue destituido por el Congreso en noviembre, tras permanecer una década en el poder, luego que estalló un escándalo de corrupción que tuvo como centro a su ahora detenido ex asesor de Inteligencia Vladimiro Montesinos.
Toledo se preparaba para prestar juramento ante el Congreso hoy y hacía también las últimas coordinaciones para tener a punto mañana una ceremonia “mágico religiosa” en la ciudadela inca de Machu Picchu, en Cusco, al sureste del país.
En la ceremonia de asunción de hoy estarán al menos ocho presidentes latinoamericanos (entre ellos Fernando De la Rúa) el príncipe Felipe de España —quien llegó el jueves— y el canciller israelí, Shimon Peres, entre otros representantes extranjeros, según las autoridades.(ver aparte)
Entre ellos estará el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien espera limar asperezas con Perú, luego del cruce de duros calificativos entre importantes funcionarios de ambos gobiernos por el mérito de la captura en ese país de Montesinos.
“Vine para hablar del futuro, lo demás ya pasó para mi, es vuelta de página”, afirmó Chávez a periodistas antes de una ceremonia en honor a Simón Bolivar, libertador de varios países sudamericanos dominados por España hasta el siglo XIX.
La policía peruana informó que para las ceremonias en Lima y Cusco se desplegarán unos 45.000 agentes que cuidarán a los dignatarios y velarán por la seguridad de los eventos.
Rostro humano
Toledo realizaba últimos ajustes a su primer mensaje a la nación en el Congreso tras su asunción, el cual estaría cargado de medidas para reactivar la economía de este alicaído país.
“Impulsaré una economía de mercado con rostro humano que es el fin de este gobierno porque no me interesa cero inflación y lo que quiere el FMI (Fondo Monetario Internacional), si no avanzo en empleo y pobreza”, dijo Toledo ayer en una entrevista con Radioprogramas de Perú.
Toledo se convertirá en el presidente número 66 de la vida republicana de este país. Con un dolor de cabeza menos, tras designar un gabinete luego de días de incertidumbre, Toledo comenzó a afinar algunas medidas populares, como una prometida baja de impuestos con la realidad, en pro de no perder popularidad interna ni externa. Por lo pronto ya adelantó que no podría cumplir de inmediato con sus promesas de aumentos de sueldos y generación de un millón de puestos en su primer año de gestión, dada la situación crítica en que recibe la economía peruana. “Es un orgullo que un cholo como yo este de presidente. Yo confío en que no se olvide de que (Toledo) un día fue pobre como nosotros”, dijo el campesino Simeón Chuquitanta, de 54 años.
Respaldo de Latinoamérica
A diferencia de la asunción de Alberto Fujimori en el 2000, a la que asistieron sólo dos presidentes, Toledo contará con el respaldo masivo de sus colegas latinoamericanos. El economista asumirá la primera magistratura de Perú ante 13 mandatarios de la región, representantes europeos y de organizaciones internacionales.
La lista de jefes de Estado incluye al presidente Fernando de la Rúa; Fernando Henrique Cardoso, de Brasil; Jorge Quiroga, gobernante interino de Bolivia; Andrés Pastrana, de Colombia; Ricardo Lagos, de Chile; Gustavo Noboa, de Ecuador; Luis González, de Paraguay, y Jorge Battle, de Uruguay. A estos se suman Miguel Angel Rodríguez, de Costa Rica; Carlos Flores, de Honduras; Mireya Moscoso, de Panamá; Hipólito Mejía, de República Dominicana, y Hugo Chávez, de Venezuela.
Un visitante destacado será el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien anunció ayer el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Perú .
Análisis: Un país agobiado por la creciente pobreza y la corrupción
Alejandro Toledo, quien hoy tomará las riendas de Perú, tiene como grandes retos al inicio de su gobierno fortalecer la debilitada economía del país y desterrar cualquier rezago de corrupción en las esferas del poder.
Toledo tomará el mando del presidente interino Valentín Paniagua, quien asumió en noviembre tras la destitución del ex mandatario Alberto Fujimori, envuelto en el mayor escándalo de corrupción de la historia de perú. “El desafío más inmediato es la situación económica que se ha vuelto insostenible para la clase popular que puede salir a las calles reclamando estabilidad”, dijo el analista político Ernesto Velit.
Perú, la séptima economía de Latinoamérica, acumuló en los primeros cinco meses de este año una contracción de 1,6% ante la debilidad de la demanda interna, según datos oficiales. Las dificultades económicas se agudizaron desde fines del año pasado, en medio del escándalo de corrupción, golpeando principalmente a los más pobres, o la mitad de los 26 millones de habitantes del país.
Toledo, un economista de 55 años, tratará de cumplir durante su mandato hasta el 2006 las promesas de millones de empleos que hizo en la campaña electoral, en medio de posibles protestas sociales. “Si no satisface a la población con su plan de gobierno el 28 de julio (durante su primer mensaje en el Congreso), la gente le puede provocar problemas”, remarcó Velit.
Según analistas, Perú necesita crecer a tasas de 6,0% anual -como prometió Toledo- para sostener una recuperación de la economía, basada en la exportación de materias primas como oro, cobre y harina de pescado.
El gobierno peruano espera para este año una expansión económica de 1,5%, cifra considerada optimista por analistas privados que ven un crecimiento de sólo 0,3%, según un informe de la agencia estatal Promperú.
“Hay que recuperar la confianza de los inversores y el mensaje debe ser que Perú respeta las reglas de juego”, dijo el gerente de la firma Pacific Credit Raiting Perú, Oscar Jasaui.
Pero el problema que encarará Toledo no sólo es el económico, sino también uno que envuelve a todas las esferas sociales y de la administración pública: la corrupción. Los peruanos son testigos del destape de corrupción que salpicó a casi todos los poderes del Estado (funcionarios, jueces, legisladores y militares), luego que sus principales funcionarios fueron vistos en actos de soborno en videos grabados en secreto por el ex asesor de Inteligencia Vladimiro Montesinos.
Montesinos -quien huyó y fue capturado en Venezuela y ahora está preso en una base militar- amasó una fortuna de al menos 274 millones de dólares en los 10 años que trabajó para Fujimori, según investigaciones.
“La corrupción en Perú es un problema de fondo. Se puede salir de Montesinos pero queda la cultura de la corrupción impregnada en el país”, dijo Rafael Roncagliolo, secretario general del organismo privado Transparencia.(Reuters)
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