Jueves 26 de julio de 2001

 

EE.UU. rechazó pacto contra armas bacteriológicas

 
  Washington (EFE).- El gobierno de EEUU rechazó ayer en Ginebra el proyecto de protocolo de verificación de la Convención de Armas Biológicas (1972) por considerar que es deficiente y que pone en riesgo la seguridad nacional y la información confidencial.
Esa Convención, ratificada por 143 países, prohíbe el desarrollo, fabricación y almacenamiento de este tipo de armas, pero no tiene un sistema jurídico para asegurar su aplicación práctica.
"Para Estados Unidos los beneficios de ese protocolo son cero y los daños que puede causar afectan a varias categorías", dijeron las fuentes, que agregaron que la decisión de rechazar ese texto en el que se ha trabajado varios años "ha sido unánime a nivel interagencial porque no añade nada a nuestras capacidades de verificación".
Estados Unidos considera que su rechazo de al protocolo de verificación de la Convención de Armas Biológicas no tendrá efectos negativos entre los países aliados ni tampoco supone el rechazo del multilateralismo.
"Hay 37 puntos concretos de ese protocolo que son inaceptables para Estados Unidos", dijo un funcionario del Departamento de Estado y aseguró que "este no es un caso en que la Administración haya dicho: bien, otro acuerdo multilateral que podemos desestimar".
El objetivo de ese protocolo -explicó- era reforzar la Convención para responder de forma efectiva a la amenaza de las armas biológicas, pero su resultado es un texto que carece de fuerza como para garantizar que otros países cumplirán la convención y evitar que puedan hacer trampa. Pese a haber firmado la Convención, la antigua Unión Soviética e Irak violaron el texto, y EEUU sospecha que otros firmantes, como Irán y Corea del Norte (incluidos en su lista de naciones hostiles) también lo han hecho.

Nada de consenso

El "no" rotundo dado por Estados Unidos a un documento para verificar la prohibición de las armas biológicas es el último de una serie de rechazos de tratados internacionales por la única superpotencia del planeta.
Se trata de "una pauta del gobierno norteamericano, que no quiere verse maniatado por ningún tratado multilateral pues piensa que tiene suficiente poderío militar y económico para conseguir sus objetivos sin limitaciones", graficó ayer Barbara Rosenberg, de la Federación de Científicos Americanos.
La negativa abona la tesis de que el gobierno de Bush decidió prescindir de todo multilateralismo que perjudique sus intereses. Los hechos hablan por sí solos, señalan los observadores:
* Bush considera obsoleto el tratado ABM, firmado con Rusia en 1972, sobre sistemas balísticos intercontinentales, porque le impide dotarse de un escudo antimisiles. También se resiste a la ratificación del tratado CTBT sobre la prohibición total de las pruebas nucleares pese a haberlo firmado.
* Tampoco quiere tampoco ratificar el tratado que crea el Tribunal Penal Internacional, ya que no acepta que ciudadanos norteamericanos sean juzgados por ese órgano
* El plan contra las armas livianas, adoptado en la ONU, quedó prácticamente sin substancia por la oposición de EEUU.
* El Protocolo de Kioto sobre el cambio climático, de 1997, que impone reducciones graduales de las emisiones de gases "invernadero" es rechazado por EEUU, que es, sin embargo, el mayor contaminante del planeta.

     
     
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