Jueves 19 de julio de 2001
 

En función de octubre, Roca de nuevo es palenque de la UCR

 

Estiman que mantienen vigente su poder electoral en esta ciudad como para garantizar desde aquí el triunfo de la Alianza en la provincia. Les preocupa que los comicios se polaricen en Cipolletti entre el arriaguismo y el MPP, lo cual implicaría el recorte del poder del frentismo.

  Otra vez Roca.
Los radicales estiman que esta ciudad volverá a ser el yunque en el cual se forje en la provincia el triunfo en las elecciones parlamentarias de octubre de la Alianza que lideran.
La conclusión proviene de dos vertientes.
Una: Los resultados de la primera tanda de sondeos realizada. Dos: La tradicional gravitación que tiene el partido en esta ciudad.
En relación con lo primero, los radicales sostienen que están en condiciones de ganar sobre el peronismo con 6.500 votos como mínimo y 7.500 como máximo.
En relación con lo segundo, confían en que estando el gobernador Pablo Verani al frente de la campaña, se mantenga cohesionado el cuasi voto cautivo que tienen en esta ciudad.
En el radicalismo se admite sin embargo como vigente un dato que les viene de esa historia electoral: el hecho de no ser candidato Verani, recortará en octubre en no menos de 2.500 votos el poder del partido.
A la diferencia que logren aquí para la Alianza, los radicales esperan sumarle la que conquiste para esa convergencia el Frente Grande de Cipolletti, fuerza dominante en esa ciudad.
Liderado por el intendente Julio Arriaga, el Frente revalidó títulos tres semanas atrás, cuando logró el 54% de los votos en elecciones para convencionales y concejales.
De todas maneras, los radicales no ignoran que al menos en relación con Cipolletti, los candidatos de la Alianza -Luis Falcó y Amanda Isidori para senadores y Julio Acavallo para primer diputado-, no tienen sus imágenes bien instaladas en esa ciudad.
En lo concerniente a la elección para senadores, aquel convencimiento se transforma en inquietud cuando admiten como inevitable que el Movimiento Popular Patagónico presente su propio candidato a la cámara alta.
Como se sabe, el MPP -nacido en Cipolletti y con el 28% de sufragios en la reciente elección- designará en semanas más al diputado Guillermo Grosvald como su hombre para el Senado.
Para los radicales esta decisión plantea dos desafíos a computar.
Uno: Al no tener la Alianza candidatos de Cipolletti para el Parlamento, Grosvald puede cosechar un significativo respaldo en esa ciudad.
Dos: Si esto sucede, la lucha electoral estará ahí polarizada entre la Alianza y el MPP, sin que talle el debilitado peronismo cipoleño que -a juzgar de los radicales- se inclinaría por Grosvald a modo de resistencia del poder del arriaguismo.
De las ecuaciones que formula el radicalismo sobre los eventuales resultados de los comicios en Cipolletti, se extrae que de polarizarse la elección, la Alianza ganaría por no mucho más de 3.000 votos.
Sufragios que, sumados a los de Roca, están en condiciones de marcar una diferencia nada desdeñable para garantizarle el triunfo a la Alianza a escala provincial.
     
     
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