Jueves 19 de julio de 2001
MAS INFORMACION Confían y desconfían		Apoyo de Sobisch al presidente y palos a la Alianza
		Dijo que De la Rúa, con el déficit cero, quiere concretar recién ahora lo que él viene predicando hace un año y medio.
		BUENOS AIRES (ABA).- El gobernador Jorge Sobisch, sostuvo que el presidente Fernando de la Rúa, salió fortalecido al acordar con los mandatarios provinciales. Pero tras decir que espera que ese paso adelante "no sea un paso al vacío", se quejó por la falta de un proyecto de país estructural y despotricó contra dirigentes de la Alianza que no asumen que "son oficialistas, jefes, patrones...". En diálogo con "Río Negro", anticipó que si como presume gana las internas del MPN el próximo 5 de agosto y las elecciones del 14 de octubre, empezará a recorrer el país "sin espíritu corporativo" para tratar de nacionalizar el modelo y la propuesta federal que aplica en Neuquén. Afirmó que De la Rúa, a quien apoya filosóficamente porque tiene la legitimidad del voto de la gente, proclamó recién ahora lo que él viene predicando desde hace un año y medio. A modo de ejemplo, mencionó que instó a no gastar más de lo recaudado y a poner un tope de 4 mil pesos para funcionarios políticos de los tres poderes. Apuntó, sin embargo, que sus reformas administrativas no prosperaron porque los representantes de la Alianza y el PJ "archivaron los envíos con chicanas, paralizaron la Legislatura y no sacaron ninguna ley que sirviese a la sociedad". Aseguró Sobisch que no espera ninguna contraprestación de los legisladores de la Alianza neuquina por su apoyo a De la Rúa. Auguró que a nivel nacional se abre una etapa de reflexión que desembocará en un "castigo" el 14 de octubre "a los que hicieron oposición por la oposición misma". Dijo que los gobernantes deben actuar con coraje tomando medidas que no son simpáticas. Le endilgó falta de jerarquía al ex vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez y también lo responsabilizó, junto con los frepasistas Oscar Massei y Pedro del Piero, por el fracaso de la sanción de la ley de hidrocarburos. También descalificó al ex presidente Raúl Alfonsín. "No creo en sus recetas económicas y tampoco las creen la mayoría de los argentinos", sentenció. "Pocos tomaron decisiones tan duras en tan poco tiempo como el presidente De la Rúa. Le bajó el 20% a los empleados públicos, acordó con los gobernadores no aumentar el gasto por cinco años. Ni siquiera Menem en su mejor momento, junto con Cavallo, había conseguido eso. Y ahora vuelve a afectar los haberes de los jubilados y los estatales. No lo comparto, pero hay que ponerse en su lugar", justificó. Ensayó varias teorías económicas, centradas en "agrandar la torta", Insistió en eliminar los ministerios de Desarrollo Social y Educación, reestructurar los organismos de inteligencia. "La SIDE debe desaparecer", lanzó. Además, fustigó al centralismo de Buenos Aires y abogó por movilizar en conjunto a las economías regionales. Contó su experiencia con funcionarios radicales y peronistas: "Es hablar con autistas". Condicionó su respaldo a De la Rúa, al señalar que espera que desarrolle una política de crecimiento. Le pidió que vuelva a convocar a los gobernadores para que éstos expongan la potencialidad de cada una de sus provincias. "Nación nos debe ayudar para que salgamos a vender, como hace hoy Jeb Bush, que llegó con 170 empresarios". Reclamó reglas de juego para todos en la búsqueda del equilibrio fiscal, en esta instancia crucial "en la que no queda nada que hipotecar y por eso no hay más créditos". Acerca de las protestas gremiales contra los ajustes fue categórico: "Se unen siempre para lo mismo. ¿Qué podíamos esperar de estos sindicalistas? Ninguna propuesta". Arnaldo Paganetti
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