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Martes 17 de julio de 2001 | |
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Dos bombas ponen a Génova en alerta máxima |
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Dos paquetes-bomba, uno en Génova y otro en Avezzano, aumentaron la psicosis de inseguridad previa a la cumbre del Grupo de los Ocho, amenazada por grupos antiglobalización. |
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| GENOVA, Italia .- Dos atentados separados por pocas horas se registraron ayer en Italia, desafiando a una masiva operación de seguridad montada antes de la llegada de algunos de los líderes más poderosos del mundo, que asistirán a la cumbre anual del Grupo de los Ocho. El primer episodio se produjo a pleno día en Génova, a las diez y media de la mañana hora local, en un edificio de departamentos del barrio residencial de San Fruttuoso, donde tiene su sede el comando de carabineros. Una mujer, que se presentó a la puerta, entregó un sobre al carabinero de servicio, un joven de 21 años quien, siguiendo las órdenes impartidas, lo abrió y le estalló en la cara. "El paquete-bomba fue llevado a una oficina, en donde hizo explosión cuando el policía lo abrió", dijo un testigo del hecho. La explosión causó heridas en las manos y el rostro del agente Stefano Storri, de 20 años, quien fue sometido a una serie de operaciones quirúrgicas y los cirujanos trataban de salvarle el ojo izquierdo, que fue dañado por la explosión, dijo un portavoz de las fuerzas de seguridad. La policía evacuó a residentes y acordonó las calles aledañas, en medio de especulaciones de que se efectuaba una búsqueda de otro artefacto. El interior del edificio sufrió daños severos. "Cualquiera que haya enviado este paquete no es un manifestante, sino un provocador", dijo una mujer, de 81 años, que vive en las inmediaciones del sitio de la explosión. "Deberían de tomar medidas más severas". La policía dijo, posteriormente, que interrogaba a varias personas pero no aportó mayores detalles. Nadie se responsabilizó de inmediato por la bomba. Minutos después del estallido, expertos en desactivación de explosivos fueron llamados para inspeccionar un vehículo sospechoso estacionado ilegalmente fuera de la sede regional de la policía, en otro distrito genovés. Las puertas del vehículo fueron voladas, pero que no se encontró ningún artefacto. El segundo paquete bomba también fue entregado por una mujer a la comisaría de Avezzano, una localidad en la región central de los Abruzzos y estalló a las cinco y media de la tarde, hora local. El comisario resultó gravemente herido a una mano y debió ser operado mientras que el agente sufrió solo heridas leves. Los incidentes aumentaron la tensión en esta ciudad, en medio de preparativos para garantizar la seguridad de los líderes de Estados Unidos, Rusia, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y Canadá, que llegarán el viernes a Génova para la cumbre anual del G8. El ministro italiano del Interior, Claudio Scajola, condenó el ataque. "Es un caso extremadamente grave que pretende incrementar las tensiones justo antes de la cumbre del G8", dijo. Además de la posibilidad de atentados explosivos, las autoridades también se preparan para confrontar a unos 120.000 manifestantes antiglobalización de cientos de organizaciones ecologistas y de derechos humanos, cuya llegada se espera a la ciudad. El Foros Social de Génova, que engloba la protesta anti-G8, se disoció inmediatamente del atentado y lo definió una "provocación contra el movimiento". (ANSA/Reuters) El plan de seguridad El atentado de ayer ocurrió mientras se ponía en marcha el plan para la seguridad durante los días de la cumbre, que prevé la presencia de 15.000 policías, carabineros y soldados de las tres armas en la ciudad portuaria del noroeste de Italia. |
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