Lunes 16 de julio de 2001 | ||
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Legalizarían a 3.000.000 de mexicanos |
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Viven y trabajan en los Estados Unidos. El plan preanuncia polémica |
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WASHINGTON (EFE).- El gobierno de Estados Unidos estudia normalizar la situación de unos tres millones de inmigrantes mexicanos que se encuentran ilegalmente en este país, en un proyecto que puede causar enfrentamientos dentro del Partido Republicano. El plan preparado por un grupo especial de estudio, en el que se encuentran entre otros el secretario de Estado, Colin Powell, y el fiscal general, John Ashcroft, forma parte de un programa más amplio que pretende potenciar el programa de trabajadores temporales, señala ayer el diario "The New York Times". La idea que maneja el grupo, creado por el presidente George W. Bush, es dar el estatus de residencia legal permanente a los más de tres millones de mexicanos que se calcula residen y trabajan en EEUU de forma ilegal, aunque el número exacto es imposible de determinar. La legalización no sería automática, sino que se tendrían en cuenta factores como el tiempo de estancia en EEUU, su historial laboral o sus responsabilidades familiares, señala el citado medio. Añade que el plan, que ya ha sido presentado a varios congresistas y a las autoridades mexicanas, será enviado "en los próximos días" a la Casa Blanca. El proyecto tiene visos de colisionar con el sector más conservador del Partido Republicano y organizaciones contrarias a la flexibilización de las leyes de inmigración. Pero Bush, quien como gobernador de Texas conoció de cerca los problemas que plantea la inmigración ilegal, desde las muertes en el cruce de la frontera hasta el abuso por parte de empresarios sin escrúpulos, parece dispuesto a avanzar en el proceso de regularización. El plan general impulsaría el programa de trabajadores temporales legales, destinado a que personas puedan viajar legalmente a EEUU para realizar trabajos estacionales (como tareas agrícolas), y que disfrutarían de protecciones legales para evitar que sufran abusos laborales o salariales. Pero entre el gobierno se ha asentado la idea, defendida por las organizaciones hispanas, de que no se puede traer a trabajadores temporales a EEUU sin antes legalizar a los que ya están aquí. Cualquier iniciativa tendría que ser aprobada por el Congreso, donde el año pasado fracasó una similar. Esta iniciativa formaría también parte del objetivo de Bush de aumentar su popularidad entre la población de origen hispano, un tercio de la cual votó por él en las elecciones de noviembre pasado. Además, Bush quiere consolidar la relación con México, a cuyo presidente, Vicente Fox, considera un socio y un amigo. Bush y Fox celebrarán una cumbre en Washington a comienzos de septiembre, en la que el presidente de EEUU ofrecerá la primera cena de Estado, en un gesto simbólico de la importancia que otorga a la relación con México. La idea que se maneja en la Casa Blanca es anunciar para entonces una importante iniciativa sobre inmigración. Fox, quien esta semana realizará una gira por grandes ciudades industriales del Medio Oeste de EEUU (Chicago, Detroit y Milwaukee), ha hecho de la legalización de los mexicanos indocumentados que se encuentran aquí una prioridad de su gobierno. Codiciado factor de voto Los hispanos son el grupo de población de más crecimiento en EE.UU. y la minoría más numerosa, y Bush está convencido de que el Partido Republicano necesita lograr más votos entre las minorías, sobre todo la hispana, para seguir en el poder. |
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