Lunes 16 de julio de 2001

 

Fue un éxito el escudo antimisiles de EE. UU. y crece el repudio

 

Interceptaron un misil que simulaba un ataque.El Pentágono anuncia que hará más pruebas.Condena de Rusia, China, Francia y Alemania.

  Washington.- El gobierno de los Estados Unidos anunció que efectuará "muchos otros ensayos" del escudo antimisiles, luego de la prueba exitosa del Sistema Nacional de Defensa (NMD), realizado en la noche del sábado y conocido como Guerra de las Galaxias. La acción fue repudiada por Francia, Alemania Rusia y China ya que consideran que pone en peligro el orden internacional en materia de desarme.
El Sistema Nacional de Defensa supone un nuevo plan de defensa norteamericano, conformado por un escudo antimisilístico que será desplegado en mar, aire y espacio, capaz de interceptar proyectiles a todos los niveles de su trayectoria.
El desarrollo de este sistema supone el fin para el Tratado Antimisiles Balísticos (ABM), firmado en 1972 entre Moscú y Washington con el propósito de reducir el armamento nuclear.
También la organización ecologista Greenpeace, a través de su vocero, Stephen Campbell, señaló que el ensayo "es un absoluto fracaso, un inmenso paso atrás dado por la humanidad".
"No se trata más que de una etapa en el camino y tenemos la intención de efectuar muchas otras pruebas", señaló el general Ronald Kadish, director del Programa de Defensa Antimisil del Pentágono.
Kadish agregó que una vez que el Pentágono tenga los resultados definitivos de la prueba, decidirá si incrementa la complejidad del próximo ensayo, previsto para octubre próximo.
El escudo antimisiles cuenta con una fuerta resistencia de distintos países europeos como Francia y Alemania y también de Rusia y China. Los presidentes de los dos últimos países, que mantienen una conflictiva relación con EE.UU. se reunirán hoy para estrechar lazos. El presidente chino, Jian Zemin, llegó ayer a Moscú para su encuentro de "cooperación y amistad" con Rusia, al tiempo que tratará de definir con Vladimir Putin "alternativas" frente al planteamiento hegemónico de los EE.UU.
Estados Unidos procedió el sábado con éxito a una intercepción de un misil intercontinental con ayuda de otro misil, en el marco del desarrollo del NMD, que promueve el presidente George W. Bush.
El ensayo comenzó a las 2.40 GMT con el lanzamiento desde la base de Vandenberg, California, de un cohete "atacante", un Minuteman II intercontinental equipado con una cabeza militar falsa.
Veintiún minutos más tarde un vehículo interceptor, equipado con un módulo destructor, despegó desde al atolón de Kwajalein, en las islas Marshall, a unos 7.700 kilómetros de distancia.
Ocho minutos después de ser lanzado, el vehículo interceptor impactó el misil y lo destruyó. La explosión ocurrió en el Pacífico central, a unos 225 kilómetros de altura, es decir, fuera de la atmósfera.

La cuarta prueba

Esta fue la cuarta prueba de la efectividad del escudo antimisilítico efectuada por Estados Unidos, y la primera en la administración Bush, que promueve el despliegue del MND.
Anteriormente, y luego de una primera prueba exitosa en 1999, dos fracasos en el año 2000 habían llevado al ex presidente Bill Clinton a desechar la continuidad del proyecto.
El éxito obtenido el sábado reforzará la idea del presidente Bush de continuar y acelerar el desarrollo del escudo antimisiles, que aspira a desplegar en una primera etapa hacia el 2004, estimaron ayer los especialistas.
Bush viajará esta semana a Europa para participar de la Cumbre del G-8 en Génova, del 20 al 22 del corriente, pero antes visitará Italia y el Reino Unido para ir sellando acuerdos respecto del despliegue del MND.
El proyecto del Pentágono supone un nuevo plan de defensa norteamericano, conformado por un escudo antimisilístico que será desplegado en mar, aire y tierra, capaz de interceptar proyectiles a todos los niveles de su trayectoria, conocido como Guerra de las Galaxias.
En este sentido, el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Alexandre Yakovenko, dijo ayer que el ensayo norteamericano del sábado podría conducir "a una amenaza de toda la arquitectura de desarme nuclear basada en el tratado antimisiles ABM de 1972".
(Reuters y EFE)

Una acción que fortalece lazos entre Zemin y Putin

Moscú.- El gobierno ruso condenó ayer la prueba misilística realizada en la madrugada de ayer en los Estados Unidos, en el marco del desarrollo de un Sistema Nacional de Defensa (NMD) antimisilístico promovido por el presidente norteamericano, George W. Bush.
Al mismo tiempo, el presidente chino, Jiang Zemin, partió ayer de Pekín con destino a Moscú, donde se reunirá con el presidente ruso, Vladimir Putin. En el encuentro entre ambos líderes políticos no estará ausente la cuestión del NMD norteamericano, conocido como Guerra de las Galaxias, y al que se oponen China, Rusia y muchos países europeos.
"¿Por qué tenemos que llevar las cosas hasta el punto de poner en riesgo el entramado mundial en materia de desarme nuclear y de no proliferación?", señaló el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Alexander Yakovenko.
El desarrollo de un Sistema Nacional de Defensa antimisilístico puesto en marcha por los Estados Unidos supone el fin para el Tratado Antimisiles Balísticos (ABM), firmado en 1972 entre Moscú y Washington con el propósito de reducir el armamento nuclear.

Zemin se reúne hoy con Putin

Jiang Zemin fue recibido en el aeropuerto de la Capital de Rusia por el viceprimer ministro del país, Ilía Klebánov, pero recién hoy celebrará sus conversaciones más importantes con el presidente de este país, Vladímir Putin.
Los dos gobernantes se reunirán con el objetivo de "elevar las relaciones bilaterales a un nuevo nivel de asociación", señaló en una entrevista con medios informativos rusos Jiang Zemin, antes de partir para Moscú.
Según el máximo líder chino, el tratado que tiene previsto firmar con Putin "pondrá cimientos sólidos como una roca, para convertir a China y Rusia en buenos vecinos y socios, y devotos amigos para siempre".
Además, Zemin subrayó que este tratado resaltará la importancia "de consolidar la amistad entre dos pueblos de generación en generación y la conclusión para siempre de toda hostilidad entre ambos países".
Moscú y Pekín comparten "una actitud similar" en la solución de problemas internacionales y este viaje a Rusia permitirá "alcanzar un mutuo entendimiento en un amplio espectro de asuntos", afirmó el mandatario chino haciendo referencia al rechazo de ambos países a la intención de Estados Unidos de desplegar un sistema nacional de defensa antimisiles balísticos.
La visita de Jiang Zemin se concretó a un año del viaje que el presidente ruso, Vladímir Putin, realizó a Pekín, donde los dos países apostaron por reforzar su "asociación estratégica" frente al planteamiento hegemónico de EE.UU. (Reuters / EFE)

   
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