Domingo 15 de julio de 2001

 

Militarización de la capital de Bahía no frena saqueos
 

Un principio de acuerdo podría destrabar en las próximas horas la huelga policial en San Salvador de Bahía, en el nordeste brasileño, aunque el gobierno y los uniformados aún no llegan a una solución final sobre el aumento de los salarios. Mientras tanto, los 2.000 soldados enviados por el gobierno federal sólo pueden proteger el centro de la ciudad y las atracciones turísticas, mientras en las afueras sigue el pillaje y ya hay un récord de asesinatos.
  SALVADOR. Bahía (ANSA) - La ola de saqueos y crímenes continuó ayer en Salvador, capital del estado de Bahía, en el Nordeste brasileño, pero se trasladó desde el centro a la periferia, ya que los soldados enviados por el gobierno sólo se dedicaron a patrullar los lugares turísticos.
Por la tarde fracasó una negociación entre el gobernador César Borges y los líderes de los policías en huelga desde hace 11 días.
Borges dijo luego a los periodistas que sólo aceptará negociar con el sindicato de policías una vez que se cumpla la condición de que al menos el 30% de los huelguistas vuelva efectivamente al trabajo.
Probablemente hoy volverán a reunirse las autoridades y los jefes de la protesta, informaron fuentes locales.
Los 2.000 soldados enviados por el gobierno federal para garantizar el orden frente a la huelga policial sólo patrullaron las calles del centro y las zonas visitadas por los turistas, donde la situación fue de tensa calma y con pocos visitantes.
Los barrios de la periferia seguían abandonados a su suerte, con la gente encerrada en sus viviendas y los comercios con las persianas bajas.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública, ayer hubo 17 nuevos saqueos de comercios, de los cuales solo uno ocurrió en el centro de la ciudad. Según datos del Instituto Médico Legal , entre el jueves y el mediodía de ayer hubo 16 asesinatos.
La última víctima fue un policía que no participó en la huelga, Rómulo Hipólito Santos, de 31 años, muerto a tiros por tres encapuchados en su propia casa, delante de su novia.
Salvador, la ciudad más antigua de Brasil, es uno de los principales destinos turísticos de Brasil, gracias a su centro histórico y su riqueza cultural, con una notable influencia africana, expresada en la gastronomía, la música y las prácticas religiosas.
Con sus 2.303.000 habitantes, Salvador es la tercera ciudad de Brasil en número de habitantes y cabecera del Nordeste, una región famosa en el mundo por sus playas paradisíacas.
La huelga policial, que ya dura once días, sumió a Salvador en el caos a partir del miércoles y tuvo un fuerte impacto en el turismo, una de sus principales fuentes de ingresos.
Aunque señaló que aún no estaba en condiciones de brindar cifras, el titular de la Asociación Brasileña de Agentes de Viaje, Pedro Galvao, afirmó que "el turismo bahiano está siendo muy perjudicado por la huelga".
Los 28 mil policías de Bahía comenzaron hace once días una huelga en reclamo de un aumento salarial del ciento por ciento y la liberación de dos de sus líderes sindicales. En una sorpresiva reunión que terminó a las 5,30 de la madrugada, el gobernador César Borges y los lideres de la huelga avanzaron hacia un acuerdo, que finalmente no se concretó.
Los líderes policiales se habían comprometido a que el 30 por ciento del personal en paro volviera al trabajo, pero una cantidad significativamente menor fue la que efectivamente retomó sus tareas.
De todos modos, una de las exigencias de los huelguistas ya fue concretada: dos de sus líderes, detenidos por insubordinación, fueron liberados ayer a la mañana tras 13 días de cárcel, el teniente Everton Uzeda Lima y el sargento Manoel Isidoro Santana fueron liberados, luego de 13 días de cárcel. Los policías, que ganan unos 230 dólares mensuales, exigen un aumento del ciento por ciento, pero las autoridades afirman que no pueden pagar más que un incremento del 20%.

Policías amenazan con una huelga nacional

Bahía no es el único estado brasileño con reclamos policiales. Los sindicatos de policías de varios estados (provincias) de Brasil están realizando "una presión muy fuerte" para concretar una huelga a nivel nacional, advirtió ayer el titular de la Asociación Nacional de Cabos y Soldados, el cabo Wilson Morales.
Morales, también diputado estadual en San Pablo por el partido del presidente Fernando Henrique Cardoso, sostuvo que "en varios estados me están pidiendo que convoque a una huelga en todo el país para unificar nuestros reclamos". Sostuvo que"representantes policiales de todos los estados nos vamos a reunir el martes en Salvador para analizar los medidas a tomar".
En San Pablo, el sindicato policial rechazó ayer la oferta de aumento salarial del gobernador Geraldo Alckmin, del 10 por ciento. Los policías paulistas, que exigen una mejora salarial del 41 %, dijeron que no convocarán a una huelga
En todos los estados, la policía está dividida en Policía Militar, la más numerosa, equivalente a los efectivos policiales comunes de cualquier país, y la Policía Civil, detectives.
Cada una de estas categorías tiene su sindicato, que por lo general presentaban posturas incompatibles. La novedad es que en varios estados los sindicatos han unificado sus reclamos, multiplicando su capacidad de presión.
El mes pasado hubo huelgas policiales en los estados de Pernambuco y Tocantins. (EFE)
   
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