Viernes 13 de julio de 2001

 

Disturbios en los desfiles protestantes

 

Varios policías fueron heridos en actos de la Orden de Orange en Irlanda del Norte

  BELFAST (Reuters) - La policía utilizó carros hidrantes, balas de goma y bastones para controlar actos de violencia ocurridos el jueves en el apogeo de la "temporada de marchas", que conmemora las victorias protestantes sobre los católicos en Irlanda del Norte.
Varios testigos dijeron que al menos cinco policías resultaron heridos en choques con jóvenes católicos antes de que la marcha de la probritánica fraternidad Orden de Orange atravesara un un distrito de Belfast.
Uno de los agentes, que parecía herido gravemente, fue alcanzado por un proyectil durante los enfrentamientos entre un grupo de jóvenes y las autoridades. La policía desplegó un amplio contingente en la zona para tratar de asegurar el desarrollo pacífico la marcha en el área de Ardoyne, en el norte de Belfast.
Horas antes, las autoridades dijeron que los disturbios callejeros dejaron el jueves un total de 21 policías heridos en medio de manifestaciones de fuerza que sacudieron el tambaleante proceso de paz en la provincia británica, cuyos 30 años de conflicto político y sectario han dejado unos 3.600 muertos.
En Belfast y Londonderry, más de 200 miembros de la probritánica fraternidad Orden de Orange celebraron protestas pacíficas contra las restricciones impuestas a sus desfiles.
Agitando pancartas y en medio de la música de bandas, miles de "orangistas" protestantes, con el tradicional bombín negro y bandas de seda color naranja al cuello, desfilaron a través de la provincia horas después de los disturbios.
El sonido de las flautas y el redoblar de los tambores se escuchaba en las poblaciones y ciudades para conmemorar el "Glorioso Doce", el clímax de la conmemoración anual de las victorias protestantes sobre los católicos durante en la Batalla de Boyne de 1690.
La minoría católica de Irlanda del Norte, que respalda la integración con la República de Irlanda, considera los desfiles como una provocación de la mayoría protestante, que busca mantener el dominio británico.
En Portadown, al suroeste de Belfast, la policía libró a lo largo de la noche constantes batallas con una turba de protestantes. Al menos dos civiles fueron tratados por lesiones en un hospital, dijo un portavoz policial. La policía arremetió con bastones, disparó balas de plástico y utilizó un cañón de agua a alta presión para dispersar a protestantes que lanzaban bombas incendiarias y trataban de atacar un complejo residencial de católicos.
A eso de la medianoche, cinco miembros enmascarados de los Combatientes por la Libertad del Ulster (UFF) hicieron disparos al aire con subametralladoras y pistolas Tres hombres armados de la rival y protestante Fuerza de Voluntarios del Ulster (UVF) montaron una exhibición similar .
Tanto los UFF como la UVF y su enemigo, el Ejército Republicano Irlandés (IRA), están observando un cese el fuego.
   
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