De la Rúa hizo un dramático llamado a la unidad

En medio de una de las más profundas crisis que recuerda el país, el presidente Fernando de la Rúa afirmó ayer que la independencia de la Argentina "está disminuida" y llamó a los mandatarios provinciales y a todos los dirigentes políticos y empresarios a concretar un gran acuerdo para salvar al país, al pronunciar su discurso en la histórica Casa de Tucumán.

En un discurso cargado de dramatismo, el presidente Fernando de la Rúa pidió ayer a las provincias que reduzcan el gasto público con el fin de recuperar la independencia y no depender del financiamiento externo, durante un discurso donde renovó la convocatoria a la unidad nacional a todos los sectores del país.
El discurso del día de la Independencia, fue un llamado a la unidad, en vista a las medidas que el gobierno tomará en una de su coyunturas más difíciles. En él , De la Rúa prefirió hablar en Tucumán de "racionalización" del gasto y no de ajuste. Lo cierto es que el gobierno se encaminó a su séptimo ajuste desde que asumió y apostó a un discurso "contemporizador", consciente de que ya no hay margen para enfrentamientos políticos.
Así, De la Rúa delineó dos ejes discursivos que sintetizan las urgencias más inmediatas del gobierno para intentar salir de la recesión que ya tomó color de depresión económica: habló del gasto y de las dificultades extremas de conseguir crédito y se dirigió especialmente a la oposición para que colaboren. "Hoy nuestra independencia está disminuida. Estamos frente a un 9 de Julio particularmente difícil, quizás tan fundacional como el de 1816. La situación económica es comprometida; la situación social es seria, los dolores del pueblo son nuestros y la política pasa por un momento de incertidumbre y complejidad", aseveró.
Al hablar en la histórica Casa de Tucumán, en el marco de los festejos por el 185 aniversario de la Declaración de la Independencia, y luego de asistir a un crítico Tedeum el jefe de Estado renovó su llamado a la unidad nacional y subrayó que "nuestra responsabilidad como gobernantes es terminar con el déficit y no deberle nada a nadie para poder decidir nosotros mismos cómo queremos que sea nuestra patria". "¿Cómo podemos creernos independientes si para que nuestros chicos tengan su almuerzo en las escuelas o nuestros abuelos su cobertura social tenemos que recurrir al endeudamiento y al préstamo? ¿No será que no queremos aceptar la realidad como nos toca?", aseveró.
El Gobierno había soñado con firmar en Tucumán con todos los gobernadores un acuerdo para renovar la unidad, pero los problemas con el PJ por los fondos adeudados por la Nación hizo naufragar la iniciativa. Sin embargo, De la Rúa, evitó culpar a las gestiones anteriores del descalabro presente y aprovechó su discurso para responsabilizar, entre otros, a los evasores, y para enfatizar que el país "necesita el acuerdo de todos para superar la crisis" al tiempo que manifestó estar "seguro de que los gobernadores van a poner por delante el patriotismo y van a responder a la convocatoria" de la unidad.
"Pueblo de mi patria: los invito a la unidad nacional para resolver definitivamente los problemas que arrastramos desde hace años y que nos tienen estancados. Pongámonos de acuerdo para que nuestra nación no necesite depender de nada, ni de nadie, para poder funcionar", manifestó en su mensaje, esperando una nueva chance en un año electoral, y marcado por la desesperanza colectiva.

La advertencia de la Iglesia

El vicario general de la arquidiócesis de Tucumán, monseñor José Chávez, advirtió al gobierno nacional sobre los "abismos" que separan la realidad de un pueblo que "sufre y espera" y el ámbito en el que se mueven "los que sólo piensan en sus privilegios personales o sectoriales".
En la homilía del 9 de Julio se remarcó el sufrimiento que padecen los desocupados y se solicitó a la clase política que "se den cuenta" de las distancias entre quienes detentan el poder y quienes no.
Delante del presidente De la Rúa y de funcionarios, el padre Chávez se hizo eco de la convocatoria del Episcopado a "afrontar el momento actual con grandeza de espíritu. Es necesario rehacer nuestra cultura, recomponer los vínculos sociales, recrear la política como principal instrumento de gestión del bien común, de modo tal que sea la que encauce la economía".
Chávez señaló que "sólo asumiendo una vida de auténtica justicia y de verdadera libertad, en la que cada hombre, sea el principio, el sujeto y el fin de todas las instituciones, encontraremos los caminos que nos lleven a construir los vínculos sociales tan deteriorados ahora, en medio de un clima de violenta inseguridad y temor".

Repercusiones: Comentarios diversos, aunque todos se muestran predispuestos al diálogo

Ayer se celebró en todo el país el día de la Independencia. Pero sin duda, la tribuna que capturó la atención colectiva fue la que ocupó el presidente.
El llamado a la unidad nacional formulado por De la Rúa en este marco causó diverso impacto, aunque fue decodificado por la mayoría de los gobernadores en código de "ajuste". Entre los justicialistas hubo cautela, aunque desde la oposición se mostraron de acuerdo con la importancia de esta iniciativa para salir de la crisis . Tanto el gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, como su colega cordobés, José Manuel de la Sota, admitieron su disposición a dialogar con el gobierno nacional, pero expresaron reservas sobre el contenido de los temas a tratar y, a partir de allí, la efectividad de este nueva convocatoria del gobierno.
Al mismo tiempo, De la Sota dejó en claro su disconformidad con la exhortación de De la Rúa a reducir el gasto en las provincias por entender que Córdoba "ya ha dado mucho". Ruckauf fue el más claro a la hora de poner condiciones a la convocatoria: "Siempre vamos a estar a favor de la unidad nacional, pero queremos saber el contenido", dijo.
Por su parte el cordobés, luego de advertir que su provincia "ya ha dado mucho" y que no "podemos hacer un esfuerzo mayor", admitió que aunque no recibió convocatoria alguna para un nuevo diálogo con el gobierno, "si el presidente nos invita, vamos a ir porque la situación del país es muy crítica".
El gobernador- al tiempo que alertó sobre la "debilidad" del presidente, atribuyó los ruidos al interior del gobierno a la falta de apoyo unánime a Cavallo, situación que "genera intranquilidad"- descartó el uso de un bono provincial como el que emitirá su colega bonaerense, aunque admitió su disposición a "evaluar el uso de un instrumento similar si es que la Nación decide emitirlo para ayudar a las finanzas provinciales".
A su turno, en sintonía con Ruckauf, el vicegobernador bonaerense, Felipe Solá, estimó que si el llamado a la unidad formulado por De la Rúa "es para una foto, es una convocatoria muy liviana".
De la Rúa formuló ayer una exhortación a provincias y a todos los sectores políticos, económicos y sociales a bajar el gasto para no depender del crédito externo. Reconoció que la tarea "no es fácil, vamos a afectar intereses sectoriales importantes", pero "si no decidimos nosotros cómo y dónde bajamos el gasto, lo harán otros cuando decidan no prestarnos", advirtió.
El gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann consideró, por su parte, que "Nos encontramos frente a una Argentina que necesita ser refundada. Y eso sólo será posible si nos convencemos de que dependerá de lo que haga cada uno de los habitantes de este país, y evitemos así volver a caer en los espejismos de una intervención mesiánica o algún improbable milagro".
Los Gobernadores de Catamarca, Oscar Castillo,y de Chaco, Angel Rozas, manifestaron que todas las provincias deben realizar ajuste en el gasto público y pidieron públicamente a Buenos Aires y Córdoba para que bajen las erogaciones improductivas.
Aníbal Ibarra, desde Capital, prefirió fustigar a los rumores "golpistas y peligrosamente antidemocráticos" que intentaron debilitar al gobierno la semana pasada, y que agravan, sin duda, el estado de crisis. (DyN, Télam)

Foto: Un 9 de Julio que será recordado como uno de los momentos más críticos de la Argentina fue la tribuna que eligió ayer el presidente para hacer una llamado a la unidad.