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El ministro de Economía, Domingo Cavallo, llegará hoy a Buenos Aires procedente de Italia, donde se entrevistó con empresarios y funcionarios de ese país y de Alemania, a quienes les explicó el alcance de sus últimas medidas económicas.
De regreso al país, Cavallo tendrá que salir a despejar las dudas sobre una devaluación del peso, luego de los rumores que se generaron en su ausencia, y deberá recomponer las relaciones con Brasil, que se vieron un tanto desgastadas tras el chisporroteo que produjeron en la última semana.
Funcionarios brasileños protestaron ante la decisión de Argentina de reducir el Arancel Externo Común del Mercosur para la importación de computadoras y teléfonos celulares, y declararon la suspensión de los acuerdos comerciales bilaterales.
Por el lado argentino, los hombres del Gobierno se llamaron a silencio, a la espera de la llegada del ministro, quien determinará cuál será la estrategia a seguir.
Antes de partir de Italia, Cavallo se reunió a la mañana en Turín con el presidente honorario de la Fiat, Giovanni Agnelli, y el delegado Paolo Cantarella.
La situación de la economía argentina y los reflejos sobre las perspectivas y la actividad del Grupo Fiat en Argentina fueron los temas centrales del encuentro que mantuvo Cavallo con Agnelli y Cantarella en el edificio del Lingotto, en Turín. Según informó la agencia italiana ANSA, tras almorzar con los ejecutivos de la Fiat en el mismo Lingotto, Cavallo dejó Turín para emprender su regreso a Buenos Aires.
Cavallo, desde el jueves en Italia, se había reunido en Roma con el presidente italiano Carlo Ciampi, con el premier Silvio Berlusconi y con el canciller Renato Ruggiero, a quienes explicó las medidas que el Gobierno está tomando para salir de la recesión. También dictó además un seminario en la potente Confederación de Industriales italianos (Confindustria) y donde tuvo ocasión de dialogar con numerosos empresarios italianos interesados en llevar a cabo inversiones en Argentina pero preocupados por la situación de estancamiento y el aumento del riesgo país. Además, Cavallo conversó con el presidente del Banco Central italiano, Antonio Fazio, con el ministro de agricultura Antonio Marzano, y con el viceministro de economía Vito Tanzi. Ante la prensa, el ministro manifestó su satisfacción por la recepción que tuvo en Italia y reafirmó que "quien apuesta a Argentina, gana. Hay que tener confianza en el país". (DyN)
Cardoso, preocupado, hablará con De la Rúa
El presidente brasileño Fernando Cardoso dijo ayer que la "crisis política y económica en Argentina está influyendo en los mercados económicos brasileños", mientras sus asesores afirmaron que este fin de semana intentará retomar el diálogo con De la Rúa para descomprimir tensiones tras la suspensión de las negociaciones económicas bilaterales.
Tras presidir la inauguración de una hidroeléctrica en el estado norteño de Tocantins, Cardoso dijo a la prensa que "Brasil sigue con la disposición de ayudar a Argentina a superar sus problemas, pero no es posible que pueda solucionarlos perjudicando a terceros".
Así, Cardoso aludió veladamente a la reciente medida que adoptó el ministerio de economía argentino y que perjudica sus exportaciones. Cardoso "está preocupado" por la situación con Argentina y el Mercosur, declaró también el diputado federal Arthur Virgilio, líder en el Congreso del oficialista Partido de la Social Democracia Brasileña que acompañó a Cardoso en Tocantins.
El parlamentario señaló que la decisión brasileña de suspender las negociaciones sobre 14 items del intercambio comercial fue apenas "una advertencia" en relación a las divergencias pendientes entre ambos socios de Mercosur.
En tanto Gesner Oliveira, economista graduado en la Universidad de California (Berkeley) y profesor de la Fundación Getulio Vargas, afirmó ayer en un comentario publicado por el diario Folha de Sao Paulo que la actitud de Cavallo con la resolución 258/01 "representa una agresión al principio de unión aduanera en el mercado común". "Cavallo fue muy lejos de su habitual retórica contraria al Mercosur", sostuvo. (Ansa)
Uno de cada cinco días de trabajo se destina a impuestos
Todos los lunes los argentinos que inician su semana laboral ignoran que su esfuerzo personal de entre 8 y 12 horas de labor diaria no les servirá para salir de su ajustada situación económica, sino que irá a parar a las arcas del Estado nacional.
Esa es la primera conclusión que se puede extraer de un análisis del Presupuesto 2001 realizado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) y el grupo Sophia.
El presupuesto de este año de la administración pública nacional fue establecido en 51 mil millones, mientras que si se incluye a las provincias y los municipios alcanza a 97.500 millones, es decir 30 % del PBI.
Según el informe conocido ayer, el esfuerzo de uno de cada cinco días trabajados al año en la Argentina se destinan al pago de impuestos, lo que indica que cada semana, recién a partir del martes un empleado u obrero comienza a atender las necesidades de su familia. CIPPEC y el grupo Sophia advierten que "los argentinos trabajan desde el primero de enero hasta el 8 de marzo de cada año sólo para pagar sus impuestos nacionales" y señalan que "se trabajan 67 días por año para el Estado Nacional". "A partir de esa fecha, que denominamos Día de Liberación de Impuestos", los ciudadanos comienzan a trabajar para cubrir sus propias necesidades que, entre otras, incluyen la procuración de alimentos, vestimenta, educación alojamiento y recreación", agrega el informe. Del análisis del presupuesto se desprende que "para comprar el pan y la leche para todo el año, se necesita trabajar hasta el 17 de enero, para pagar el transporte urbano, hasta el 11 de enero y para pagar todos los almuerzos y cenas debemos trabajar hasta el 12 de marzo, es decir solo 4 días más que para pagar impuestos". Por caso, de cada peso que gasta el Estado "sólo se destina un centavo para actividades relacionadas como promover la generación de trabajo, y menos de un cuarto de centavo a las actividades destinadas a promover la industria". De acuerdo con el informe, un peso del Estado se gasta en: Defensa y Seguridad, 0,064; Educación, 0,064; Ciencia y Tecnología, 0,013; Salud, 0,057; Infraestructura y Urbanismo, 0,022; Bienestar Social, 0,039; Seguridad Social, 0,392; Trabajo, 0,010; Recursos Naturales, 0,015; Industrias, 0,002; Comercio Transporte y Servicios, 0,032; Deuda Pública, 0,216; y Administración del Gobierno, 0,072 peso. (DyN)
"Es un error que me obliguen a emitir bonos"
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, consideró que "es un error que Cavallo me obligue a emitir un bono" para pagar proveedores y salarios de los agentes públicos bonaerenses. Ruckauf afirmó que "esto que Cavallo llama certificados, que el hombre común llama bonos, en realidad es moneda", en declaraciones difundidas en un parte de prensa de la gobernación. "Yo comprendo que hay que recuperar el crédito de la Nación y de las provincias", expresó el mandatario, y agregó que "por eso recorté el gasto en 400 millones el año pasado, y ahora ampliaré aún más ese recorte".
Remarcó que "una provincia, en verdad varias, van a emitir una submoneda para pagar a los proveedores y al personal", y se pronunció a favor de que "hubiera sido más lógico un certificado nacional entregado a cada provincia hasta la recuperación del acceso al crédito. En todo caso, mi decisión es que ningún trabajador cobre en bonos debajo de los 700 pesos de sueldo, y ayudar a recuperar el crédito para canjear estos bonos lo antes posible". A su vez, adelantó que mañana, "pese al feriado, comenzaremos las conversaciones con los sectores empresarios y los gremios, para buscar la mejor solución ante esta imposición del gobierno nacional".
El ministro de Trabajo bonaerense, Aníbal Fernández, confirmó que ya comenzó la impresión de los bonos con que el gobierno provincial financiará pagos a proveedores y eventualmente el salario de sus agentes públicos. (DyN) |