Sábado 14 de julio de 2001 | ||
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Concejales preocupados por la alcaidía de Bariloche |
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Prometen hacer gestiones ante el poder político para que solucione la crítica situación. |
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SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB)- Los concejales recibieron ayer del juez César Lanfranchi un detallado informe sobre la grave situación de la alcaidía local y se comprometieron a reclamar urgentes soluciones ante el Ejecutivo provincial. Lanfranchi emitió en los últimos dos meses varios amparos y hábeas corpus intimando al gobierno para que garantice cuanto antes "la efectiva vigencia de las garantías negadas que padecen los internos de la alcaidía". Además de entregarles un video y numerosas fotografías, el magistrado describió ante los concejales las condiciones de hacinamiento en las que conviven hoy los 120 presos alojados en el edificio de la calle Beschtedt. A pesar de que más de la mi-tad ya cumplen condena, cuentan con limitadísimas posibilidades de esparcimiento y de desarrollar alguna ocupación laboral. Lanfranchi señaló que su mandamiento de fines de mayo fue el que planteó en forma tajante la necesidad de una imperiosa solución, pero hasta hoy no hubo respuesta ninguna del gobierno provincial, fuera de la promesa de emplazar una nueva cárcel en Sierra Grande. La presidenta del Deliberante, Graciela Di Biase, destacó la "actitud personal" del juez y su compromiso con el tema y recordó que ya en 1996 los concejales habían observado las graves deficiencias de la alcaidía y reclamaron a la provincia la cons- trucción de un nuevo edificio. Además de Di Biase participaron del encuentro los aliancis-tas Wálter Arneodo y Alberto Icare; Irma Haneck (Frente Grande) y Ester Acuña (PJ). Lanfranchi hizo notar que cuando el Concejo planteó el anterior reclamo la población de la alcaidía era la mitad de la actual. Subrayó además que la mayor parte de los internos "están sin actividad durante todo el día" y las posibilidades de rehabilitación son "nulas". En la intimación de mayo, Lanfranchi había enumerado -entre otras situaciones insostenibles- "el hacinamiento en ámbitos sórdidos, en deplorable estado de conservación e higiene, sin ventilación, y los sanitarios en similar estado, en algún caso destruidos, en otros con cloaca abierta en la misma celda". Había referido que las condiciones de detención de los internos "afectan su derecho a la salud, a la vida, a la seguridad y a la dignidad" y también sus custodios tampoco pueden trabajar en condiciones "mínimamente adecuadas para el cumplimiento del rol que se les exige". Arneodo observó que un esfuerzo excesivo por a-tender la marginalidad dentro de la cárcel podría contrastar con la desatención que sufren las víctimas de la crisis que están afuera. Pero Lanfranchi señaló que si bien los presos viven en las mismas condiciones de miseria que afuera, lleva además el agravante de "la pérdida de la libertad, que les impide optar", añadiendo un mayor sufrimiento psicológico y "una desestructuración personal absoluta". Para el juez, la pobreza "es el marco de una propensión a cometer determinados delitos, pero los delitos que empobrecen a los pobres escapan del sistema por a-quello del guante blanco. De mo-do que adentro no están representados todos los sectores sociales que delin-quen". Consideró que "hay que actuar sin demora ante esta emergencia" y dijo que el encuentro con los concejales fue valioso "para ilustrarlos sobre la situación de la alcaidía y mantener presente el tema" a fin de sumar presión para lograr las esperadas decisiones del poder político. |
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