Jueves 5 de julio de 2001 | ||
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Siguen los intentos de fuga en las unidades de detención de Neuquén |
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Ayer hubo dos nuevos casos. El primero ocurrió en una comisaría y el segundo en la U-12. Fueron abortados |
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NEUQUEN (AN) - Enojado porque le comunicaron que había sido condenado, un interno de la Comisaría Segunda redujo con una "faca" al carcelero, le quitó las llaves de la celda y se fugó con el apoyo de otros detenidos. Sin embargo el guardia alcanzó a lanzar el alerta y lograron apresarlo cuando estaba a punto de ganar la calle a través de los techos. En la Unidad de Detención 12 del barrio San Lorenzo, en tanto, abortaron otra fuga en plena madrugada y descubrieron que los presos ya tenían cortada la reja del techo del patio interno de un pabellón. Las fuentes atribuyeron ambos hechos a la saturación de internos en las cárceles, una situación que se repite en el resto de los penales provinciales. La superpoblación, argumentan, los obliga a ocupar hasta los pasillos con colchones para alojar a los detenidos. El episodio más violento se registró en plena tarde de ayer, en la Comisaría Segunda, una de las que registra la mayor cantidad de intentos de fugas en los últimos tiempos. A las 18, el interno Alejandro Salazar, a quien le acababan de informar que había sido condenado por la Cámara Criminal Primera, redujo por la fuerza a través de las rejas al carcelero. El guardia no tuvo oportunidad de pedir ayuda porque además de Salazar otros internos los dominaron y le arrebataron las llaves. Aún cuando los internos pasaron a dominar la situación, sólo el citado trepó las escaleras que llevan a los techos y trató de llegar hasta la calle. Pero no logró el objetivo porque otros celadores, que se percataron de la fuga, reaccionaron a tiempo y apresaron cuando estaba a punto de acceder a la calle. En la Comisaría Segunda sólo está habilitado un pabellón, que tiene capacidad para la mitad de los internos que aloja. No menos espectacular fue la fuga abortada en el pabellón 2 de la Unidad 12. En plena madrugada, en una recorrida de rutina, un guardia observó cuando un interno se lanzaba desde las rejas que cubre el techo del patio interno, y se introducía en las celdas. En la requisa se secuestró una lima con la que había ya violentado los barrotes y una sábana anudada, de más de un metro, con la cual se sostenía mientras violentaba las rejas. Lo que no lograron los guardias fue identificar al interno que fue sorprendido. La Unidad 12 tiene capacidad para 35 internos y en estos días están alojados 76. "Es tal la saturación que no se puede cumplir los sistemas de seguridad, porque hay colchones desparramados por todos lados. Si hasta las puertas de los pabellones quedan abiertas", dijo una fuente. |
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